Presidencia europea

Un francotirador protege la Catedral de León, ante la incredulidad de los vecinos: "Nunca lo creí ver"

La imagen de un policía encaramado sobre la fachada del templo compartida por un usuario se ha convertido en un auténtico fenómeno viral

Un agente de la Policía, armado con un francotirador, realiza labores de protección y vigilancia de la Catedral de León
Un agente de la Policía, armado con un francotirador, realiza labores de protección y vigilancia de la Catedral de LeónTwitterTwitter

¿Esta fotografía es real?, se preguntaron durante este miércoles muchos usuarios después de que otro, de nombre Álvaro Carro, compartiese a través de Twitter una curiosa imagen nunca antes vista en la Catedral de León.

En ella, se puede ver a un agente de la Policía Nacional encaramado en la fachada frente a las vidrieras y justo debajo del rosetón. Al agente le acompaña un francotirador, con lo que se deduce que se encontraba realizando en el momento de la instantánea labores de vigilancia y protección del entorno del templo catedralicio.

El propio Carro admitió en el tweet con el que compartió la fotografía: "Top 1 cosas que nunca Cristianos ver en León: un francotirador debajo del rosetón". Seguidamente, la publicación ha generado una oleada de interrogantes que la han acabo convirtiendo en uno de los fenómenos virales de la jornada.

Hay quien no pudo evitar preguntarse la razón detrás de la presencia de un francotirador en la Catedral leonesa. Pero todo cobró sentido cuando se reveló que durante los pasados lunes y martes la ciudad acogió la cumbre europea de telecomunicaciones, en el marco de la presidencia española de la Unión Europea. Este importante evento con dirigentes de todos los Estados miembros estuvo acompañado, evidentemente, de una fuerte presencia policial. Todo para garantizar la seguridad y el desarrollo sin contratiempos de la cumbre.

En los últimos días, delegaciones europeas, encabezadas por sus respectivos ministros, visitaron la Catedral de León, siguiendo un itinerario que incluyó también la visita emblemáticos monumentos de la ciudad.

Las calles de León fueron así testigo de un escenario poco común para la tranquila localidad: agentes de policía armados custodiando los hoteles más conocidos de la ciudad, furgones de antidisturbios en cada cruce de calles, helicópteros sobrevolando la urbe y equipos especializados de los Tedax. La ciudad de León se convirtió en una fortaleza, totalmente blindada, para recibir este relevante encuentro de la Unión Europea, que transformó a León en la capital de las telecomunicaciones.