El fútbol como vía para empoderar a la mujer en un pueblo de la España vaciada

En el bar de La Bóveda de Toro, un municipio zamorano de poco más de 600 habitantes, la porra liguera de cada semana se ha hecho esta temporada con los resultados del Real Madrid y del equipo local de fútbol femenino, la U.D. Bovedana, que tras dos años de existencia en los que ha subido ambas temporadas de categoría competirá la próxima campaña en Primera Nacional.

El fútbol ha servido para empoderar a la mujer en este enclave de la denominada España vaciada que ha sido el epicentro de las aspiraciones deportivas de un grupo de chicas con una media de edad de 18 años que han dado alas a sus sueños en el terreno de juego a la vez que han implicado a todo un pueblo en su gesta.

La más veterana del equipo y capitana, Clara Lorenzo, una farmacéutica de 27 años con escasa experiencia en la competición futbolística antes de recalar en la Unión Deportiva Bovedana, ofrece las claves que han hecho que ese equipo haya dado el salto a categoría nacional y compita la próxima campaña en uno de los seis grupos, con clubes de Galicia y Asturias o de Madrid y Castilla La Mancha.

Todas las jugadoras han sabido hacer piña y llevarse bien "y eso se nota en el campo", además de que el grupo "futbolísticamente es muy bueno".

A ello añade un segundo pilar, el apoyo desde "el minuto uno" de la población de La Bóveda de Toro frente a los prejuicios que pudiera pensarse que afloraran al ser un equipo de fútbol femenino el que hiciera grande la localidad en términos deportivos.

De hecho, los partidos del club local de fútbol femenino han sido "una alternativa de ocio" en el invierno para las personas mayores de una localidad que en esa época del año apenas llega al medio millar de residentes, explica la delantera y capitana del equipo.

Para las jugadoras, lo de ser un equipo rural tampoco ha resultado fácil porque aunque algunas residen en La Bóveda de Toro y pueblos cercanos como Fuentesaúco o Toro, la mayoría viven en Zamora y Salamanca, ciudades situadas a media hora de viaje; alguna futbolista se desplaza desde Valladolid, a una hora; e incluso una jugadora es de Vitigudino (Salamanca), a hora y media de trayecto.

Eso no ha sido obstáculo para que las veinte integrantes de la plantilla hayan acudido puntuales a lo largo de toda la temporada a los entrenamientos de los martes y jueves y los partidos del fin de semana.

"Es algo que dice mucho de ellas, tienen que desplazarse e invertir tiempo", declara a EFE uno de los fundadores del equipo, Javier Sánchez Casas.

Un tablón por banquillo

Resalta igualmente el mérito de jugar en "un campo de hierba natural que cuida la gente del pueblo, con un banquillo que son dos trozos de madera con un tablón puesto por encima y unos vestuarios que tienen sus años".

En ese césped ha vencido a lo largo de la temporada a equipos autonómicos femeninos como el Real Valladolid, la Cultural Leonesa o la Ponferradina, que pertenecen a clubes históricos que cuentan con una infraestructura infinitamente mejor.

"Es como un equipo de antaño porque ahora parece que todo es más profesionalizado" y frente a ello un club modesto como la Unión Deportiva Bovedana en el que "todos hacen de todo de forma desinteresada" ha logrado dos ascensos consecutivos para encumbrar a un equipo de fútbol femenino con el que "se ha volcado todo el pueblo".

Retransmisiones por YouTube

Prueba de ello, según apunta Sánchez Casas, es la anécdota de la porra o la de que poner el partido en la televisión del bar cuando las chicas jugaban fuera y el encuentro se retransmitía en directo por Youtube.

De cara a la próxima temporada, el club hará algunos fichajes pero seguirá como base con la misma plantilla y engrandecerá aún más el fútbol femenino de La Bóveda de Toro con un equipo filial con el que hacer cantera y empoderar aún más a la mujer dentro y fuera del campo