La futura Ley contra la violencia de género en Castilla y León entrará en vigor en primavera

La nueva ley de atención integral a las víctimas de violencia de género que aprobó la Junta en Consejo de Gobierno, tras dialogar y consensuar medidas con 78 organizaciones y más de cien profesionales, podría entrar en vigor en un plazo de tres o cuatro meses.

Así lo ha anunciado este miércoles el vicepresidente de las Cortes y secretario regional del PP, Francisco Vázquez, una vez que la normativa afronta ya su tramitación parlamentaria.

"Será una norma que ampliará y reforzará la protección ante situaciones de violencia de género además de que reconocerá nuevas formas de violencia, promoverá una detección más efectiva y mejorará la prevención de estas situaciones”, destacaba hoy Vázquez durante una rueda de prensa junto a los procuradores del PP, Elena Rincón y Javier Carpio.

El vicepresidente del Parlamento autonómico, además, ponía en valor que la futura ley fomentará también la concienciación contra esta lacra, especialmente entre los jóvenes y adolescentes.

"Será una norma que moderniza y actualiza la vigente que en su momento supuso un gran avance en la lucha contra la violencia de género y en la atención integral a las víctimas en Castilla y León, pero que ahora, y tras 14 años, requiere de una revisión para adaptarla a los tiempos actuales”, decía Vázquez.

La Ley, además, incluye más protección a todas las mujeres, incluso las menores de edad, así como a los que se encuentren bajo su patria potestad o guarda y custodia, además de los familiares por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive, que convivan con ella. Asimismo, enmarca a las mujeres que hayan sido víctimas de violencia de género en otro país y vuelvan a Castilla y León.

Nuevos tipos de violencia

Entre los nuevos tipos de violencia que incluye la norma, se encuentra la violencia digital, que se ejerce utilizando las tecnologías de la información y las redes sociales; la vicaria, sobre los hijos y familiares o allegados a la mujer, sean menores o no de edad, por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aún sin convivencia, con la finalidad de causarles perjuicio o daño; violencia de segundo orden, de tipo física o psicológica, con represalias, humillaciones y la persecución ejercida sobre las personas que apoyan a quienes sufren la violencia de género, así como las acciones que impidan la prevención, detección, atención y recuperación de las víctimas; y la violencia contra la salud sexual y reproductiva de las mujeres, que incluye las actuaciones como la mutilación genital, el matrimonio forzoso y la esterilización forzada.

Una norma que, además, prevé la formación específica para que sus profesionales sepan dar una respuesta eficaz ante estas situaciones.