La Junta revisa al alza el crecimiento ante la buena marcha de la economía en Castilla y León

Buenas noticias para Castilla y León. Y es que este jueves, el Gobierno que preside Fernández Mañueco ha aprobado revisar al alza el crecimiento económico previsto para este año, que se ha fijado en el tres por ciento, lo que supone un 1,3 por ciento más de lo que se había previsto en un principio y avaló incluso la AIReF y que así se reflejó en los presupuestos de la Comunidad de este año actualmente en vigor.

Un aumento del crecimiento detrás del cual se encuentra el buen momento que vive la economía de la Comunidad, que sigue ganando afiliados y manteniéndose entre las tres primeras regiones de España que más exporta y crece su producción industrial. ntorno económico internacional y nacional y un entorno sometido a un alto grado de incertidumbre.

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, explica que para llevar a cabo esta actualización la Junta ha tenido en cuenta la evolución económica general, los últimos indicadores disponibles del actual ejercicio, así como diversas hipótesis relativas a múltiples variables monetarias, financieras, laborales y económicas.

Asimismo, el también portavoz de la Junta apunta que también se han tenido en cuenta las cifras del cuadro macroeconómico correspondiente al periodo 2023-2027, en el que prevé para el año 2025 un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) regional del dos por ciento y una tasa de paro del 9,4.

"Este escenario estima un déficit público de referencia para 2025 del 0,1 por ciento", señala Fernández Carriedo, al tiempo que destaca que, la Comunidad cerró el segundo trimestre de 2024 con una deuda, según el Banco de España, del 18,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), una ratio inferior en 3,1 puntos porcentuales a la media autonómica que es del 21,9 por ciento.

Desde la Junta valoran también que la inflación ha iniciado un progresivo proceso de desaceleración, lo que, según el consejero, ha permitido iniciar una política monetaria menos restrictiva, reduciendo los tipos de interés de referencia. Si bien, recuerda que las actuales condiciones de financiación aún siguen siendo estrictas y suponen un freno al consumo privado y la inversión.