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Gastronomía

Ni León, ni Logroño: Esta es la mejor ciudad para ir de tapas de España

Acoge el Concurso Mundial y es un referente de la cocina en miniatura

Vallisoletanos y turistas disfrutan de las tapas durante la Feria de Día IcalIcal

Cada vez es más típico ir de tapas en España. Y cada vez son más los lugares que apuestan por la cocina en miniatura. El poder estar disfrutando de los suculentos manjares de una forma más informal se está poniendo de moda. Y frente a lo que piensa la gente, no es ni León, la ciudad que cuenta con más bares de España; ni Logroño, la ciudad con la calle con más establecimientos hosteleros de nuestro país, la que ofrece mejores tapas. Este privilegio lo ostenta otra capital de provincia que se ha convertido en un referente internacional en este tipo de cocina, y que año tras año acoge el Concurso Nacional y el Mundial, en el que chefs de todo el mundo optan a cocinar la mejor tapa.

Hay que remontarse a la época de Alfonso X "El Sabio", para iniciar la historia de la tapa en España. Allá por el siglo XIII se exigía que las bebidas en mesones se sirvieran acompañadas de pequeñas porciones de comida para evitar la embriaguez y el polvo en las copas. Se colocaba una loncha de jamón o queso sobre el vaso para taparlo, dando origen al término "tapa". Aunque hay varias leyendas, la más extendida es la del rey que obligó a esta práctica, que se convirtió en una costumbre social.

Otra versión atribuye el origen a la necesidad de evitar incidentes en las tabernas, obligando a los taberneros a servir las bebidas con una tapa para evitar que los carreteros se emborracharan demasiado rápido.

Además una leyenda sostiene que los taberneros acompañaban el vino con lonchas de jamón para evitar que el polvo o los insectos entraran en la copa, especialmente cuando el rey visitaba las obras de El Escorial.

Otra teoría sitúa el origen en el siglo XIX, en Andalucía, donde la comida salada servida como tapa aumentaba las ganas de beber, o simplemente se usaba para cubrir las bebidas de insectos.

A lo largo de los siglos, la tapa ha evolucionado de un simple trozo de jamón a una rica variedad de aperitivos que representan una tradición social en España.

“Ciudad del Tapeo”

Muchos son los lugares de España que apuesta por las tapas, pero hay una sola que se ha ganado el derecho de que sea reconocida la “Ciudad del Tapeo”. Esa no es otra que Valladolid. La capital del Pisuerga se ha ganado con derecho propio un lugar destacado entre los mejores sitios, no sólo de España, sino del mundo, para degustar y paladear unas tapas “delicatessen”, que invita a recorrer la ciudad de barra en barra.

Son muchos los visitantes que a lo largo del año, se acercan hasta la capital sólo para comprobar la fama que atesora esta cocina, muy de vanguardia, y que ahora, con el fin de las restricciones espera con los brazos abiertos a estos turistas.

Y esto lo ha conseguido, entre otras cosas, porque año tras año, en el mes de noviembre, la ciudad acoge el Concurso Nacional y Mundial de las Tapas, en las que prestigiosos chefs de todo el mundo se acercan hasta Valladolid para disfrutar de estos manjares en miniatura, ya que muchos los establecimientos los ofrecen durante un periodo de tiempo en sus cartas. Aunque los 365 días del año, muchos de los restaurantes y bares vallisoletanos ofrecen una suculenta oferta de tapas. A continuación se ofrece una ruta detallada por los distintos bares o restaurantes de la ciudad.

Habanero Taquería (Calle Duque de Lerma, 4)

Habanero Taquería, regentada por el chef Alejandro San José, acerca lo mejor de México en forma de taco, quesadilla o michelada, elaborados con los mejores productos del mercado, incluso alguno de ellos traídos desde el propio México. En 2025 se alzó con el primer premio del IX Campeonato Nacional de Tapas 'Ciudad de Valladolid', con su pincho 'Milpa', una base de maíz y arroz relleno de asado de lechazo y acompañado de una salsa chintextle, típica de México, y piñones garrapiñados.

Trasto (Calle Menéndez Pelayo esquina Calle Santa María)

En la cocina de Trasto se dan la mano tradición y creatividad, alternando platos vestidos con un disfraz popular junto a otros con un atuendo más íntimo. Teo Rodríguez y su equipo se lucen con bocados clásicos y platillos sofisticados: una propuesta que nos evoca sabores reconocibles y fragancias embaucadoras.

En Trasto tienen una máxima: materia prima de nivel por bandera, riguroso respeto de los ciclos estacionales como religión. El mejor producto en temporada suministrado por una prestigiosa y cualificada red de proveedores. Género de muchos quilates para alimentar las raíces castellanas y los guiños a otras cocinas.

En el año 2024, la tapa elaborada por Teo Rodríguez “Pucela Roll” fue considerada por el jurado como mejor pincho del mundo. Se trata de un hojaldre relleno con un guiso de lechazo con kare raisu (curry japonés), demi-glace y pistachos.

Villa Paramesa (Plaza Martín y Monsó)

Todo un referente de la cocina en miniatura de la capital vallisoletana y más con el amplio espacio ganado en su actual ubicación. La oferta de tapas creativas se mantiene en barra con amplios asados, sopas, legumbres, escabeches y marinados.

Los Zagales (Calle la Pasión)

Enclavado en la Calle la Pasión, los Zagales se han ganado con derecho propio un lugar emblemático dentro de la cocina vallisoletana, bien para tapear o para comer. Con su emblemático Tigretostón (pan negro con tostón, cebolla roja, crema de queso y morcilla) sigue siendo uno de sus máximos atractivos diez años después de que lograra el Premio Nacional en 2010.

Pero la fusión de productos es sorprendente con su Obama en la Casa Blanca o el Tierra-Mar-Aire, ganador en Tapas Madrid Fusión 2007. Y para rematar sus postres, todo para chuparse los dedos.

Don Bacalao (Plaza Santa Brígida)

En este restaurante de Valladolid destaca el bacalao, que da nombre a nuestro local la cocina de mercado, los menús degustación y la amplia variedad de productos de temporada, con una amplia variedad de tapas y raciones, donde destaca el Taj MaHal, una mezcla de lechazo asado con yogur de tandoori masala. Con una presentación cum laude.

La Tasquita (Calle Caridad)

Quién no se ha acercado hasta este emblemático lugar abierto desde los años 80 en pleno centro de la capital vallisoletana. Un sitio clásico, que siempre está lleno, al igual que su terraza y que por la pandemia, han llevado sus pinchos a domicilio.

Uno cuando entra en este lugar se le van los ojos ante la variedad de lo que se ofrece. Desde la carrillera con manzanas, sus patatas revolconas con torrezno, las diferentes tostas de gamas, cangrejo o bacalao gratinado o sus bocaditos. Pero dos sin sus productos estrella al “Solomillo al Roquefort” y el “Tartar de solomillo a la pimienta”. Todo un acierto.