Patrimonio industrial

La locomotora "abandonada" que fue básica con Franco para el transporte de mercancías durante la posguerra

Castilla y León cuenta con un ingente patrimonio industrial que se está recuperando para el turismo aunque hay otro, sobre todo ferroviario, que está en riesgo de desaparecer

Locomotora "Mikado" que se encuentra abandonada en la localidad burgalesa de Villarcayo
Locomotora "Mikado" que se encuentra abandonada en la localidad burgalesa de VillarcayoNuria Alonso/HispaniaNostraLa Razón

Castilla y León atesora un espectacular patrimonio industrial a lo largo y ancho de las nueve provincias de la comunidad. Mucho de este patrimonio se conserva y se aprovecha como foco de atracción turística, como ocurre en las cuencas mineras de León y Palencia, una vez que la minería ha echado el cierre hace varios años.

Otra parte de este ingente patrimonio está formado por edificios, fábricas e infraestructuras, que tienen un valor intrínseco derivado de su antigüedad u originalidad constructiva, además de su maquinaria o la historia de trabajo que hay detrás historia del trabajo, como son los abundantes molinos y aceñas, las norias o los hornos de cal. Ahí están los paisajes de las canteras de San Felices o los lagares y bodegas de Atauta, en la provincia de Soria.

Pero también hay otra buena parte de patrimonio industrial que ha desaparecido, fruto de la destrucción del ser humano por distintas causas, como pasó, por ejemplo, con la emblemática chimenea de la antigua azucarera de la localidad vallisoletana de Peñafiel. Una industria, la remolachera, que permaneció más de medio siglo en el municipio, que fue desmantelada, y su imagen principal, la chimenea, demolida sin dejar vestigio alguno o memoria de su existencia para las generaciones venideras.

También hay patrimonio industrial que se mantiene a duras penas, casi olvidado, y que está en riesgo de desaparecer si no se toman medidas de recuperación. Mucho de este patrimonio son infraestructuras o maquinaria ferroviaria, que tuvo un papel destacado en el siglo XX pero que hoy pasa desapercibido.

Es el caso de algunos puentes ferroviarios olvidados, que son auténticas joyas del patrimonio industrial, de la vanguardia de la ingeniería y de la arquitectura del hierro de finales del siglo XIX y principios del XX, una época gloriosa de revolución industrial en la que se empezaron a diseñar las ciudades que conocemos hoy.

Buena parte de ellos se construyeron junto al río Duero que nos une con Portugal para sortearlo, y que hoy por desgracia están en desuso y abandonados tras el cierre de numerosas líneas ferroviarias.

Es el caso del Puente Ferrocarril “El Carrascal”, que se encuentra en el kilómetro 62,981 de la línea de ferrocarril Valladolid-Ariza actualmente en desuso, en el límite entre los términos municipales de Peñafiel y Bocos de Duero, en la provincia vallisoletana. Se ve estupendamente desde la N-122 y se puede acceder a él de forma sencilla a pie y ofrece unas vistas muy bonitas a pesar de su deterioro.

Puente de "Los Desesperados" de la línea ferroviaria Madrid-Burgos
Puente de "Los Desesperados" de la línea ferroviaria Madrid-Burgosloboquirce.blogspotLa Razón

También destaca el Puente Ferrocarril “El Empecinado”, también en la línea de ferrocarril Valladolid-Ariza, concretamente en el kilómetro 65,594 y en el término municipal vallisoletano de Bocos de Duero.

O el Puente “Los Desesesperados” construido en el siglo XX para salvar el río Duero a su paso por la localidad burgalesa de Aranda, por él pasaba la vía del ferrocarril Madrid-Burgos y llamado así porque en él se han registrado numerosos suicidios.

Locomotora abandonada en Villarcayo

Pero, como decíamos antes, también hay maquinaria ferroviaria en riesgo de desaparecer. Locomotoras con mucho encanto que hicieron una gran labor en su época, favoreciendo la movilidad de los españoles o el transporte de productos alimentarios básicos durante la posguerra arrastrando a todo tipo de trenes.

Y uno de estos ejemplos se encuentra en la localidad burgalesa de Villarcayo: una locomotora de vapor utilizada por Renfe a partir de 1953 del pasado siglo, conocidas como "Las Mikado", que prestaron servicio hasta 1975, siendo la última de ellas, apagada en Vicálvaro el 23 de junio de 1975. De diseño inglés, se llaman así porque los americanos las fabricaron para Japón en la primera guerra mundial.

Este tipo de locomotoras, que funcionaban con carbón y otra parte con fuel. fueron las más típicas del paisaje ferroviario español durante más de dos décadas junto a las «Confederación» —serie 242 de RENFE— y las «Santa Fe».

Pero el caso que ocupa esta información hace referencia a la locomotora Mikado 141F de Horna, que subsiste junto a la estación de tren de Villarcayo-Horna en la línea de ferrocarril Santander-Mediterráneo, y que fue cedida al municipio a principios de los años 90, según informan desde la Asociación para la investigación, protección y difusión del patrimonio cultural y natural de España "Hispania Nostra".

Una locomotora de vapor tipo 1-4-1, que posee un eje de guía, cuatro ejes motores y un eje trasero de apoyo, y que permitía montar el hogar detrás de los ejes motores, en lugar de encima de ellos, posibilitando hacer un hogar más grande.

De esta manera se posibilitaba una combustión mayor y más capacidad a la hora de generar vapor, produciendo mayor potencia y velocidad. También posibilitaba utilizar ruedas motrices de mayor diámetro haciendo que las Mikado fueran capaces de arrastrar trenes más pesados a mayores velocidades.

Según apunta Hispania Nostra esta locomotora no tiene grado de protección alguno y su estado de conservación es de completo abandono.

Al respecto, advierten de que lleva décadas expuesta a las inclemencias meteorológicas, ya sea frío, sol o la lluvia, por lo que se encuentra oxidada y en mal estado. Además, está llena de pintadas y, para más inri, ha sido expoliada.

Una locomotora que, por estos motivos, acaba de entrar en la Lista Roja Del Patrimonio de Hispania Nostra, con el objetivo de dar un toque de atención a las administraciones para ver si se puede recuperar y mostrarse nuevamente al mundo en su esplendor para que no se pierda en el olvido su importancia y repercusión en la España de la época de Franco.