Debate en el Senado

Mañueco: "España necesita un Gobierno fuerte frente a quienes quieren la ruptura, y ahora no lo tiene"

El presidente de Castilla y León interviene en la Comisión General de Comunidades Autónomas de la Cámara Alta donde advierte que si hay agravios entre regiones irán a la Justicia

Foto de familia de Fernández Mañueco en la Cámara Alta con los senadores de Castilla y León
Foto de familia de Fernández Mañueco en la Cámara Alta con los senadores de Castilla y LeónJuan LázaroIcal

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha participado este jueves en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado para exponer durante diez minutos su visión acerca de la posible amnistía y posterior referéndum de autodeterminación en que trabaja el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez Comisión para hacer olvidar el Golpe de Estado de Cataluña en octubre de 2017 y recoger los votos de los separatistas catalanes para poder seguir en el poder.

Lo hacía de los últimos tras escuchar a la mayoría de los presidentes autonómicos de su partido, desde el gallego Alfonso Rueda, el andaluz Juan ManuelMoreno Bonilla, la balear MargaProhens, hasta la cántabra María José Sáenz Buruaga, el riojano Gonzalo Capellán y el murciano Fernando López Miras pasando por el valenciano Carlos Mazón, el presidente de Ceuta,Juan Jesús Vivas, y el maño Jorge Azcón, hasta llegar a la extremeña María Guardiola y la madrileña IsabelDíaz Ayuso.

Un pleno donde el PSOE escondió a los suyos, ya que se ausentaron el manchego García-Page, el asturiano Barbón y la navarra Chivite por orden de Pedro Sánchez para evitar hablar de amnistía y que ello pueda entorpecer las negociaciones que mantiene con todos los que quieren romper España a cambio de sus votos, que se sumaron al vasco Íñigo Urkullu, que tampoco estaba ni se le esperaba en la Cámara Alta.

El primero en hablar era el presidente de la región de Cataluña, Pere Aragonés, quien intervenía para lanzar su mensaje y seguir metiendo presión a Sánchez, y se marchaba para su Comunidad Autónoma son escuchar al resto, en otro desprecio del presidente catalán a España y los españoles, en este caso representados en la Cámara Territorial por antonomasia, como es el Senado.

Su intervención no tuvo desperdicio alguno. Y en sus diez minutos de discurso desgranaba su hoja de ruta para que Sánchez tomase nota si quiere sus escaños: amnistía como punto de partida y la independencia como punto final: "Cataluña votará en un referéndum. Estoy convencido de ello", decía en un momento de esos diez minutos que se hicieron interminables, en los que, además, justificaba su presencia en la Cámara Alta para defender este perdón general al Golpe de Estado, así como la consulta entre catalanes solo para forzar la autodeterminación, pero también, según apuntaba, "el bienestar y prosperidad de Cataluña", además de las reivindicaciones históricas del independentismo.

Unas demandas que pasan por mejorar la financiación, gestionar los trenes de Cercanías, la lucha de competencias con el Estado que acaba siempre dirimiendo el Tribunal Constitucional o la promoción del catalán.

Tras este desafiante discurso, y en la línea de sus compañeros de partido, Fernández Mañueco aprovechaba su tiempo para mostrar una vez más su compromiso y defensa de la unidad e igualdad de España, así como por la vertebración y la cohesión territorial con la Constitución de 1978 como base esencial e irrenunciable en favor de la Democracia.

El jefe del Ejecutivo regional estuvo firme y contundente en su intervención, en la que defendía la voluntad integradora de Castilla y León y de "abrazar" a todas las regiones y reivindicaba una vez más el autonomismo útil y leal a España. "Nadie es más que nadie", decía, mientras destacaba que Castilla y León es una Comunidad histórica y ponía en valor su peso en la construcción de España.

También tenía palabras para mostrar su malestar por la ausencia de los presidentes socialistas con quienes decía que le hubiera gustado debatir, así como por la marcha del presidente autonómico catalán, en lo que consideraba como un nuevo desprecio a los españoles. Al respecto, Mañueco no se cortaba para denunciar el "pensamiento único" de los independentistas catalanes por no querer escuchar al resto y, en el caso de Aragonés, denunciaba "que quiera degradar a marginados a los demás".

Sobre la amnistía, Mañueco lo dejaba claro una vez más, al advertir que les preocupa, y hacía suyas unas palabras del senador socialista Juan José Laborda, que habló no hace mucho de que este perdón general a los condenados por el Golpe de Estado en Cataluña es "irreflexivo, oportunista y demagógico".

"La amnistía anula la Justicia, la Transición y la Constitución", señalaba el líder popular, a la vez que advertía de que ésta es el inicio, pero que el referéndum de autodeterminación, es el fin.

Por ello, aseguraba que lo que necesita en estos momentos España es un "Gobierno fuerte" que plante cara a los que quieren la ruptura, que "ahora no tiene".

El presidente de la Junta advertía igualmente de una posible ruptura del pacto fiscal, que incluya asimismo la condonación de la deuda a unos territorios en detrimento de otros. "Si esto ocurre que nadie dude que acudiremos a la Justicia", apuntaba Mañueco, quien aseguraba que Castilla y León ya ha dicho "basta ya" y que no permitirá que se privilegie a unos por el apoyo a una investidura.

El líder popular insistía en que plantarán cara a quienes quieran que haya españoles de Primera división y de Segunda, y ofrecía a todas las autonomías el modelo de Estado de Bienestar de Castilla y León como ejemplo a seguir.

Infamia

También denunciaba que se quiera negociar con la Constitución, de la que decía que no es una goma que se pueda estirar y encoger a gusto y voluntad de quien pretende gobernar, en este caso Sánchez, e insistía en que la Comunidad "no aceptará" privilegios de unos por encima de otros.

"No es negociable la igualdad de los españoles, ni los derechos y libertades, ni los servicios y oportunidades. Y tampoco es negociable aceptar privilegios para unos en perjuicio de otro, por lo que llegaremos a la vía judicial para defender a Castilla y León si Sánchez privilegia a comunidades por votos para su investidura", advertía Mañueco, contundente.

"Todo esto que está pasando es infame y a pesar de los adornos que se quieran poner no es apostar por la convivencia sino que es un contrato mercantil: amnistía por votos", decía Mañueco a la vez que se preguntaba hasta donde será capaz de llegar Sánchez.

Finalmente, el presidente de la Junta pedía al dirigente socialista que frene esta deriva y piense en España, ya que aún está a tiempo, mientras advertía que Castilla y León no se va a callar y que seguirá apostando por la unidad de España junto al resto de regiones en defensa de las libertades, la pluralidad y diversidad existente, la Constitución y España.

El socialista Tudanca se revuelve

En el PSOE de Tudanca no ha sentado nada bien la intervención de Mañueco en la Cámara Alta, y ha sido el propio secretario regional de los del puño y la rosa en la Comunidad el que se ha encargado de cargar contra el presidente de la Junta y el PP de Feijóo, al que acusaba de haber convertido las instituciones de todos "en un chiringuito del Partido Popular".

El líder socialista echaba en cara a Mañueco que no haya dicho "ni una palabra" sobre el futuro de nuestra tierra, ni sobre la despoblación, la Sanidad o la industria y lamentaba que su discurso solo haya servido para hacer oposición a Pedro Sánchez. "Una pena", finaliza, en un comentario escrito en la red social "X", antigua Twitter.