Sanidad

Miedo e impotencia entre el personal sanitario de La Pilarica en Valladolid: "Estoy pensando en pedir la baja"

Trabajadores del servicio de Urgencias de este centro piden más seguridad ante el aumento de casos de violencia que se han producido en los últimos tiempos

Entrada al centro de especialidades del centro de salud de La Pilarica en Valladolid
Entrada al centro de especialidades del centro de salud de La Pilarica en ValladolidSacylLa Razón

Las agresiones y las amenazas a profesionales sanitarios se ha convertido en un grave problema en estos momentos en España, que tiene en jaque a celadores, médicos y enfermeras sobre todo, ante el aumento de la agresividad de los pacientes o de los familiares. De hecho, esta semana han trascendido unos datos facilitados por la Policía Nacional en un informe sobre actuaciones policiales en centros sanitarios de toda España, en en el que se revela que durante el pasado año se llevaron a cabo más de tres mil intervenciones en centros sanitarios y se practicaron 106 detenciones por agresiones a profesionales de la Sanidad. En la comparación con el año 2023 se observa una disminución de las agresiones físicas y un aumento de las amenazas, contabilizándose un total de 406 denuncias en el transcurso del 2024. Además, las agresiones verbales supusieron un 70 por ciento del total de las mismas y las físicas un 30 por ciento.

Una situación que preocupa al personal sanitario, sobre todo al que trabaja de noche en guardias por la falta de seguridad que existe en muchos centros sanitarios o puntos de atención continuada, donde no hay vigilancia y tienen que enfrentarse cara a cara con un posible agresor. Es lo que está pasando, por ejemplo, en el servicio de urgencias del Centro de Especialidades de la Pilarica, en Valladolid, donde se han producido diversos hechos violentos que tienen en jaque a los profesionales sanitarios. Como el que se vivió el pasado fin de semana cuando dos jóvenes de unos veinte años de origen magrebí -uno de ellos reincidente y con problemas de salud mental- se acuchillaron entre ellos en una pelea, según desveló después la investigación, ya que al principio aseguraban que se habían autolesionado ellos mismos. Estas dos personas entraron al centro sobre las cinco y media de la tarde ensangrentados y a gritos exigiendo ser atendidos mientras proferíabn insultos y amenazas a todo aquél con el que se cruzaban, ante la estupefacción de las personas que estaban en ese momento en la sala de espera, niños incluido, según cuentan a LA RAZÓN trabajadores de de este servicio de Urgencias.

Uno de ellos presentaba diversos cortes en la zona abdominal y el otro en un pie y dejaron la puerta de entrada al centro, le ventanilla de atención a los pacientes y la sala de espera de pediatría llena de sangre. A final acudieron varias patrullas de la Policía Nacional y trasladaron a los jóvenes al Hospital Clínico para ser atendidos de las heridas. Ninguno de los dos quiso presentar denuncia pero el caso está bajo investigación judicial.

"Entra mucha gente sin documentación, sobre todo marroquíes, algunos incluso con el DNI de otras personas, que vienen a por pastillas y tranquilizantes y si no se las das te amenazan", señala un trabajador sanitario de este centro de La Pilarica a este periódico, quien denuncia la soledad en la que trabajan en las guardias nocturnas y asegura que tiene miedo de algún día pueda ocurrir una desgracia. Por ello, piden que al menos pueda haber un vigilante de seguridad o que se instalen cámaras para que se pueda ver desde dentro del centro a las personas que acuden al centro.

Este caso de los dos magrebíes no es el único que ha ocurrido el fin de semana pasada¡o, ya que el dia anterior, el sábado, otro hombre entró con una actitud agresiva y gritando también exigiendo que le atendieran ya sin tener documentación alguna.

Lo que ha pasado en este centro de La Pilarica no es una excepción, ya que hace poco un médico fue agredido en el centro de salud de Laguna de Duero por negarle a una paciente la receta de un productocosmético que había comprado en una farmacia, y otro hombre rompió la mampara de la recepción del centro de salud del barrio de Arturo Eyries poco después de haber provocado un altercado un bar cercano y a pesar de encontrarse esposado y sujeto por agentes de la policía.

"La situación se está volviendo insostenible porque tenemos que lidiar cada día con muchas personas que están fuera de si y estoy empezando a pensar en pedir una baja porque la tensión y el miedo son cada vez mayores", señala un trabajador, que tampoco ve que se vaya a solucionar esta falta de seguridad en un centro de salud que, según dice, está viejo y obsoleto también.