Turismo
El "monumento" natural ideal para disfrutar en verano compuesto por más de 110 kilómetros de cuevas
Además cuenta con una de las ermitas más bonitas de España
Parece que estamos cerca de sufrir una ola de calor con temperaturas que pueden superar los 40 grados. Por este motivo hay que buscar alternativas para disfrutar de las vacaciones que están más próximas a llegar, sobre todo para los amantes de la naturaleza, y que no quieren ir a las masificadas playas. Para disfrutar de una jornada fresquita en un paraje natural espectacular y único, existe un complejo kárstico compuesto por más de 110 kilómetros de cuevas para disfrutar de una jornada ideal en familia.
Un complejo kárstico es una forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas, como la caliza, dolomía, yeso, etcétera, compuestas por minerales solubles en agua. Se caracteriza por poljes -depresión de un macizo- en la superficie y sistemas de drenaje con sumideros y cuevas en el subsuelo. También se ha documentado para rocas más resistentes a la meteorización, como la cuarcita, dadas las condiciones adecuadas.
El drenaje subterráneo puede limitar el agua superficial, con pocos o ningún río o lago. En regiones donde el lecho rocoso disuelto está cubierto (tal vez por escombros) o confinado por uno o más estratos rocosos no solubles superpuestos, los rasgos kársticos distintivos pueden darse sólo en niveles subsuperficiales y pueden faltar totalmente en la superficie. El concepto de karst fue introducido en 1893 por el geógrafo serbio, especializado en geomorfología, Jovan Cvijić en su libro Das Karstphänomen, según informa Wikipedia.
Pero no hace falta irse tan lejos para disfrutar de uno de estos complejos más impresionantes del mundo, uno de los 10 más grandes. Simplemente hay que ir a la provincia de Burgos y disfrutar de Ojo Guareña. Se trata de espectacular conjunto calizo-dolomítico del Cretácico Superior en el que podrá conocer las peculiaridades de las gentes que, durante la Prehistoria, habitaron este paisaje kárstico, así como encontrar elementos materiales de la Edad Media.
Permite disfrutar de su paisaje, con un relieve en superficie que da continuidad geológica al sistema de cuevas, por ser una zona de importancia arqueológica, existiendo muestras de arte rupestre o restos humanos en sus cavernas, desde el paleolítico hasta nuestros días, por el interés científico de su fauna cavernícola, por su sistema fluvial, con ríos como el Guareña, Trema y arroyo de Villamartín que siguen modelando el karst, y que permite conocer unos pueblos bien conservados que marcan el límite entre el valle y el monte.
Principales cuevas
En los más de 110 kilómetros de cuevas, hay alguna que destaca por encima de todas:
- Cueva Ermita de San Bernabé: La visita a esta cavidad consiste en un recorrido de aproximadamente 400 metros de galería y una de sus peculiaridades, la ermita de San Tirso y San Bernabé excavada en la entrada de la cueva. La visita a su interior pretende ser un acercamiento al resto del Complejo Kárstico de Ojo Guareña, en la que pueda observarse el resultado del modelado kárstico, consistente en la disolución de la roca calcárea por la acción del agua durante millones de años.
A la derecha de la entrada a la Cueva se encuentra la Sala del Ayuntamiento; actualmente se utiliza en actos representativos y el día del Romería. Durante el recorrido de la cueva, se presenta una proyección de 10 minutos de duración.
Ermita
El espacio más destacado de esta cueva es la ermita, que está situada junto a la entrada principal del Complejo de Ojo Guareña y es parte de las cuevas. Se desconoce la fecha de su construcción, unos la sitúan en los siglos VIII-IX, pero Gómez Grinda cree que es del siglo XIII. Comenzó estando dedicada a San Tirso sólo. En el siglo XVIII reúne las dos advocaciones. Las reformas de acondicionamiento comienzan a mediados del siglo XVII.
Las bóvedas poseen pinturas, algunas deterioradas por las filtraciones del agua de las corrientes de la gran cueva. También hay frescos y un retablo. El conjunto fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional el 23 de abril de 1970. El sábado más cercano al día 11 de junio, día de San Bernabé, se celebra la fiesta.
- Cueva Palomera: Sus características ofrecen un entorno perfecto para llevar a cabo distintas actividades de aventura, y visitas espeleológicas con el fin de no perderse ni un solo detalle de este conjunto situado en la Comarca de las Merindades de Burgos.
Su fácil acceso permite realizar varios recorridos para todo tipo de público, siempre conservando sus valores geomorfológicos y la riqueza arqueológica y biológica que posee en su interior. Caminando entre impresionantes estalactitas y estalagmitas, el turista disfrutará de un paraje único fruto de la naturaleza.
El recorrido total es de unos 2,5 kilómetros. Hay posibilidad de hacer un recorrido más corto, de 1,5 kilómetros y que llega hasta Sima Dolencia. En las visitas destacan los recursos:
- Dolina de Palomera: En la que destaca los valores geomorfológicos y botánicos.
- Rampa de Palomera: Destacan los valores geomorfológicos, arqueológicos y faunísticos (fauna acuática).
- Sala Edelweiss: Caben destacar los valores geomorfológicos y faunísticos (fauna acuática).
- Base de Sima Dolencias: Destacan los valores geomorfológicos.
- Zona del Gour de las Hojas: Valores faunísticos (fauna acuática). El recorrido pasa por las proximidades de los puntos OG-15 y OG-8.
- Sala del Cacique: Destacan los valores geomorfológicos.
- Museo de Cera: Valores principalmente de carácter geomorfológico. Se complementan con otros de interés arqueológico (trazos impresos y tizonazos en bóveda) y de fauna acuática (OG-1, punto de fauna acuática).
Todo este “monumento” está considerado como un impresionante Espacio Natural. El Espacio Natural forma parte de la gran unidad morfoestructural de la Cordillera Cantábrica, que en su sector oriental se caracteriza por la cobertera mesozoica de considerable espesor, plegada y creando formas suaves que enlazan con el Pirineo. En esta cobertera caliza, los procesos de karstificación han sido muy importantes, constituyéndose Ojo Guareña como uno de los mejores exponentes, labrado el complejo en los materiales del Cretácico Superior, afectados por el plegamiento, fallas y fracturas de edad Alpina.
Vegetación
Además de poseer un indiscutible interés espeleológico, en su interior se han localizado varios santuarios prehistóricos y numerosas especies de invertebrados cavernícolas, de los cuales varios son nuevas descripciones. En la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica se alza un impresionante cejo rocoso formado por un potente paquete de calizas y dolomías coniacenses, que descansa sobre un impermeable substrato de margas y calizas arcillosas. Los ríos Guareña y Trema se han introducido en el interior de este espeso macizo del Cretácico Superior.
Esta zona se encuentra a caballo entre la Región Eurosiberiana y la Mediterránea. En líneas generales posee unas formaciones vegetales naturales bien conservadas, aunque el intenso proceso de antropización ha supuesto una considerable transformación del territorio.
Los hayedos se reducen a formaciones de pequeña extensión, localizados en valles umbríos y húmedos en la zona de ladera, asociados a ellos los escasos abedulares son, en muchos casos, una etapa secuencial regresiva del hayedo afectado por incendios.
Por el contrario, el encinar ocupa amplias extensiones en la banda meridional del Espacio Natural, en ocasiones constituyendo masas mixtas con el quejigo que aparece formando masas puras en la base de las cuestas calizas que limitan por el Sur la depresión de Espinosa de los Monteros. Los melojares, explotados por el hombre a lo largo de los siglos, presentan en la mayor parte de los casos, diversos estadios seriales de degradación a favor del matorral.
Cuando se trata de masas bien conservadas su sotobosque suele ser rico, apareciendo en él especies como el acebo, el avellano, el espino albar, junto a los melojares existen importantes manchas de roble albar (Quercus petrea), tanto asociado al melojo como puras.
El matorral está compuesto por diversas ericáceas (E. cinerea, E. vagans, E. arborea), leguminosas y plantas espinosas (Ulex europaeus, Cytisus scoparius, Genista florida, Genista hispanica). No se pueden olvidar los ecosistemas artificiales constituidos por los pinares de repoblación principalmente de Pinus sylvestris y las plantaciones de chopos que han reducido los antiguos bosques de galería y saucedas, señala la web de la Fundación de Patrimonio Natural de Castilla y León.
Fauna
Las distintas especies presentes en este Espacio reflejan su pertenencia a una zona de transición entre la España Atlántica y la Mediterránea, a ello se une la fauna muy particular y específica del Complejo Kárstico de Ojo Guareña.
La fauna ictícola está condicionada por la existencia de numerosos ríos y arroyos a lo largo de todo el complejo kárstico, dominando en sus aguas las poblaciones de salmónidos. Los anfibios y reptiles aquí presentes son comunes a otros espacios de la R.E.N.: sapo partero, rana bermeja, tritón alpino, tritón palmeado, culebra viperina, culebra de collar, culebra bastarda, lagarto verde, lagarto ocelado, eslizón tridáctilo, lución, culebrilla ciega, ... son algunas de las especies.
Desde el punto de vista ornitológico, este Espacio se configura como una zona de singular interés, especialmente destacable para las aves rapaces (águila real, buitre leonado, alimoche) que aquí nidifican aprovechando los cantiles rocosos labrados por la erosión que ofrecen repisas, abrigos y oquedades aprovechables por ellas.
Junto a éstas, otras especies como el pito negro, pico picapinos, pico menor, azor, gavilán, ratonero común, águila culebrera, halcón peregrino, halcón abejero, cárabo, búho real, perdiz roja, codorniz, ... no se pueden olvidar. La diversidad de biotopos se refleja en la distribución de los mamíferos, efecto especialmente notable en la comunidad de micromamíferos, así especies de carácter atlántico (la musaraña tricolor, la musaraña enana, el ratón espiguero, el topillo rojo, ...) conviven junto micromamíferos más indiferentes a las variables climáticas como son el topo común, topo ciego, musgaño patiblanco.
Esta diversidad se ve reflejada también en el resto de la comunidad de mamíferos: marta, garduña, gineta, turón, comadreja, gato montés, conejo, liebre, corzo, jabalí, etc. sin olvidar las varias especies de murciélago que utilizan el Complejo Kárstico como área de cría o reposo y refugio invernal.
La variedad de hábitats del complejo kárstico ha propiciado el desarrollo de una fauna invertebrada cavernícola única en el mundo, con al menos 115 especies de invertebrados terrestres y 187 especies de invertebrados acuáticos, de los que 36 son especies endémicas y 34 son nuevas especies para la ciencia.
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