Sucesos
Muere de forma repentina José Luis Cienfuegos, el director de la Seminci
Hondo pesar en Valladolid y en el mundo del cine tras tres décadas consagradas a la dirección de algunos de los festivales más importantes de España
Hondo pesar en Valladolid por la muerte en Madrid de forma repentina por un ictus a los 60 años del director de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (seminci), José Luis Cienfuegos, tras tres décadas consagradas a la dirección de algunos de los festivales más importantes de España, que culminó en la 70 edición de Seminci.
El Ayuntamiento de Valladolid expresa sus condolencias a la familia y amigos de Cienfuegos en estos momentos de dolor y de tristeza para la ciudad y el mundo del cine.
El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, que ha sido quien ha anunciado el fallecimiento del que ha sido director del festival cinematográfico en sus tres últimas ediciones y que acababa de cerrar hace unas semanas su última edición lamentó también el fallecimiento de Cienfuegos y puso en valor su “lealtad” así como “su capacidad para que Seminci adquiriera cada vez más peso desde el punto de vista que importa: ser el gran festival de cine de autor”.
Carnero destacó a Cienfuegos como “amante del arte, del cine de autor, de la vida y de las personas”. “Un entusiasta, una persona llena de ilusión y amiga de sus amigos”, concluyó el alcalde de Valladolid, para quien “Seminci y la ciudad de Valladolid siempre recordará a José Luis Cienfuegos”.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha expresado que lamenta "profundamente" el fallecimiento de Cienfuegos (Avilés, Asturias, 1964), que define como "una gran pérdida para Valladolid, para la cultura de Castilla y León y para la Seminci, referente internacional del cine".
Subió la apuesta por el documental
El fallecimiento repentino del entusiasta José Luis Cienfuegos frustra este martes de diciembre un trienio de la Seminci marcado por el diálogo cultural, la provocación y el compromiso con variadas causas sociales y humanitarias.
Como si se tratara de una de esas paradojas cinematográficas que tanto abundan en este festival vallisoletano, Cienfuegos tomó las riendas en 2023 convencido de que la Seminci estaba "más viva que nunca", tras un impás forzado por la salida de su antecesor, Javier Angulo, y la convocatoria de un concurso público que sirvió de criba y de garantía de potencial.
Defensor a ultranza del diálogo entre espectador, industria y cineastas, buscó en estos años potenciar una imagen de modernidad del festival y también el respaldo de los creadores, para defender sus películas en persona.
Subió la apuesta por el documental, convencido de que las nuevas tendencias de este género debían de tener cabida en la programación, al igual que un diálogo temporal entre obras del pasado que se proyectaban hacia el futuro con rompedoras propuestas, por las que siempre apostó.
Con la 70 edición recién clausurada, Cienfuegos se mostró orgulloso de haber recuperado espectadores de forma significativa en las últimas ediciones, marcadas por acuerdos para favorecer la difusión y promoción del festival como lugar de encuentro de críticos y de los fanáticos 'seminceros.
Larga trayectoria
Cienfuegos comenzó su trayectoria en el departamento de prensa del Festival de Gijón, dando el salto a la dirección del certamen en 1995. En los 16 años que estuvo al cargo, convirtió la cita asturiana en la puerta de entrada en nuestro país para los cineastas más arriesgados y estimulantes, impulsando las nuevas tendencias que surgían a nivel global, y prestando especial atención al pasado fílmico.
En 2012 pasó a dirigir el Festival de Sevilla, convirtiéndolo también en punta de lanza para esos autores que estaban marcando el pulso del cine contemporáneo, y reforzando sus lazos con la industria española y europea.
2023 marcó su llegada a Valladolid, sin duda el mayor reto de su carrera, según informó Seminci en un mensaje publicado en sus redes sociales y recogido por Ical. Durante tres ediciones, plasmó su sello inconfundible en la dirección, siendo fiel a la historia y el espíritu que han caracterizado Seminci, llevando además al festival a una necesaria renovación.
Así hasta la 70 edición, sin duda una de las más exitosas de la larga trayectoria del certamen, perfecto exponente de la concepción que tenía de los festivales: lugares de diálogo y conocimiento a través de una programación ambiciosa y heterodoxa, estableciendo puentes vibrantes entre los creadores y el público, y sobre todo, espacios útiles y relevantes para la industria y los cineastas.
Cienfuegos adoptó una mirada poliédrica, destacando el papel fundamental que los distribuidores, productores, la crítica y los medios tienen en el impulso del cine de autor. Transformó radicalmente la manera de hacer festivales en nuestro país, haciendo de ellos lugares habitables en los que el cine se convertía en el pilar para la celebración de la cultura y de la vida.