Los museos que se esconden en el mundo del vino

Castilla y León es tierra de vinos y gran productora de caldos de calidad. Un sector compuesto por 13.000 viticultores y más de 750 bodegas inscritos en una denominación de origen protegida que generan entre 18.000 y 19.000 puestos de trabajo, lo que ello supone de empleo, riqueza y población en el medio rural, que es donde se asienten la mayoría de las bodegas.

la Comunidad cuenta con un total de 13 comarcas con Denominación de Origen Protegida (DOP) en las que el vino destaca por encima de todo y define su paisaje y economía.

Un gremio que sigue al alza, y en el que las exportaciones han aumentado el último año un 40 por ciento. De hecho, hoy en día uno de cuatro vinos de calidad que se elaboran en España son de Castilla y León, cuando hace tres lustros era uno de cada diez.

Y el último informe Nielsen revela que los vinos de Castilla y León con Denominación de Origen (D.O.) desbancaron, primera vez en 2022, a los Rioja como líderes del mercado nacional de alimentación y hostelería al lograr hacerse con una cuota de mercado en ventas del 27,6 por ciento, 0,7 puntos por encima del dato de 2021.

Pero, además, destaca el efecto tractor que este sector tiene sobre otras muchas industrias como son la de la madera, el vidrio, el corcho, la fabricación de equipos industriales y especial hincapié en el sector turístico que con el nombre de enoturismo atrae cada año a millones de turistas a las nada menos que nueve Rutas del Vino distribuidas por Castilla y León.

Turistas que buscan desconectar del mundanal ruido mientras degustan un vino espléndido, comen estupendamente en la despensa más rica de España, que es esta Región, y, de paso, se deleitan con el paisaje y una arquitectura espectacular.

Y es que Castilla y León puede presumir también de contar con algunas de las bodegas más modernas y vanguardistas en lo arquitectónico que, sin embargo, reivindican y apuestan por la tradición y el terruño. Bodegas que se han convertido en auténticos museos, diseñadas por prestigiosos arquitectos, que han dejado su impronta para el recuerdo.

En estas líneas queremos dar a conocer algunas de las más importantes y emblemáticas de la Comunidad.

Bodegas Portia (Gumiel de Izán, Burgos)

Inaugurada en octubre del 2010, la creación de Bodegas Portia es el proceso pausado de materializar una idea, ponerle cimientos para que se sostenga en el aire, según apuntan desde este imperio vitivinícola. «Aquí surge de la tierra lo que es el cobijo, el hábitat y la antesala de los vinos que en ella se elaboran», apuntan.

Diseñada por el prestigioso estudio de arquitectura Foster & Partners, la Luz, la materia y el alma protagonizan este icono de la arquitectura del mundo del vino.

Su impresionante estética y su arquitectura luce imponente junto a la autovía A-1 a la altura del municipio burgalés de Gumiel de Izán, que se conjugan a la perfección con la personalidad de sus vinos, de estilo moderno, de gran potencia, riqueza y elegancia. Una bodega de las más visitadas en nuestro país y que ofrece al enoturista, además de una visita guiada, catas y menús en de su restaurante.

Lo decía el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, durante una visita a la bodega el pasado mes de junio. «Bodegas Portia es uno de los ejemplos más impresionantes de enoturismo de calidad, del que esta Comunidad, con nueve rutas del vino certificadas, es referente en España».

Protos (Peñafiel, Valladolid)

Bajo las faldas del castillo de Peñafiel, sede del Museo Provincial del Vino, y en pleno corazón de la Ribera de Duero, se encuentra otra de las joyas de la corona vitivinícola de España: Bodegas Protos, la más visitada en la Ribera de Duero y de las que más en España, que se ubica también en un lugar histórico, como es junto a una antigua calzada romana. cercana al arroyo Botijas.

Diseñada por Richard Rogers tuvo como objetivo principal diseñar un nuevo edificio de bajo impacto ambiental, inspirado en las tradicionales bodegas subterráneas de la región y que uniera mediante un túnel a la bodega vieja. El elemento visual más llamativo de la bodega desde el exterior es su cubierta. Ello se debe a la excepcional situación de la bodega al pie del Castillo de Peñafiel.

El edificio consta de dos elementos principales: la base anclada en el terreno, y la envolvente ligera y espaciosa que se asienta encima. Sobre ese «pódium» de hormigón se asientan una serie de crujías de arcos parabólicos de madera de cubierta curva y cerramiento de vidrio permitiendo una relación visual interior-exterior con algunas de las zonas de producción, sirviendo como planta de acceso pública a zonas de tienda y exposición. Dichas crujías dotan al edificio de su imagen mas representativa reinterpretando la forma de nave productora con el apilamiento horizontal de barricas en las bodegas.

La mayor parte de las instalaciones destinadas a la elaboración y maduración del vino se encuentran enterradas en el terreno.

La experiencia enoturística permite conocer sus instalaciones, su proceso de elaboración y su historia, así como degustar sus vinos tintos, blancos, rosados y ecológicos. Además, cuenta con un espacio gastronómico llamado Ágora de Protos, donde se puede disfrutar de la cocina local, con el lechazo como protagonista, maridada con sus vinos.

Valdemonjas (Quintanilla de Arriba, Valladolid)

En la localidad vallisoletana de Quintanilla de Arriba, en el corazón de la Milla de oro de la Ribera del Duero, se encuentra el pago de Valdemonjas, una bodega que sorprende por su moderna arquitectura en un lugar ancestral, cuyos vinos de calidad están marcados también por los sus suelos y las diferentes altitudes de los viñedos o terruños que componen su repertorio.

Entre lo vanguardista, destaca que el diseño del edificio permite generar a la bodega su propia energía eléctrica con paneles fotovoltaicos integrados en cubierta. Sistemas pasivos de control solar, ventilaciones cruzadas naturales de los espacios, que permiten prescindir de sistemas de aire acondicionado, con el ahorro energético derivado. La nave de crianza, enterrada, abovedada y construida según los cánones de la tradición permite mantener temperaturas y humedad sin aporte de sistemas externos de climatización.

Además, la cubierta inclinada permite recoger las aguas de lluvia y almacenarlas en unos amplios aljibes subterráneos. Desde la bodega apuntan que estas aguas son filtradas y tratadas para poder reutilizarse en todos los procesos de limpieza y sanitarios de la bodega. En el interior, la joya de la bodega es la sala de barricas, que conserva y mima los vinos sin necesidad de energía. Está construida en forma de bóveda de cañón, realizada con ladrillos tradicionales árabes y argamasa porosa de cal, al estilo de las bodegas tradicionales y cuenta con un bonito muiral del artista vallisoletano Julio Sendino, que completa la sala y une el vino con el arte.

Bodega Belondrade y Lurton (La Seca, Valladolid)

En la localidad vallisoletana de La Seca, dentro de la DO Rueda, a escasos kilómetros del río Duero y en el corazón de lo que se conoce como el “Triángulo de Oro de Rueda”, se encuentra esta excepcional y emblemática bodega que elabora unos vinos blancos de calidad elaborados con la variedad de uva verdejo típica de la zona. Su diseño es vanguardista y cuenta con un patio de barricas espectacular que conduce a la nave principal además del área de trabajo compuesto por un laboratorio, la sala de calderas y los aseos.

Cepa 21 (Castrillo de Duero, Valladolid)

Nada más pasar Peñafiel y en dirección a Aranda de Duero, en Burgos, en plena cuna ribereña, se encuentra a mano derecha esta bodega espectacular. Un lugar único que desprende magia, donde se puede pasear entre viñedos y empaparse del alma de unos vinos que no dejan indiferente a nadie.

El edificio, acorde a los tiempos, cuenta con una arquitectura moderna y vanguardista y de la mano de José Moro, fusiona la tradición vitivinícola y la innovación con el objetivo de elaborar vinos basados en el terroir propio de la zona.

La bodega tiene unas instalaciones completamente equipadas con una sala de catas con vistas asombrosas a la sala de barricas, con una terraza para contemplar la naturaleza en todo su esplendor. Cepa 21 ofrece varias experiencias de enoturismo par conocer cada rincón de la bodega e incluso un restaurante en el que disfrutar de manjares y de sus excelentes vinos.