El oro que aún se esconde en este río de España con unos paisajes idílicos

Los ríos, a lo largo de la historia de la humanidad, se han convertido en lugares esenciales para el asentamiento de poblaciones. No hay ninguna capital grande en el mundo que no sea atravesada por distintos cauces. Ríos que llevan vida, que atraviesan parajes espectaculares, que son un remanso de paz, y que en muchas ocasiones esconden auténticos tesoros. Hay que remontarse a la época romana cuando las huestes de este imperio se establecieron en la península ibérica y comenzaron a sacar provecho de los numerosos recursos naturales que existían sobre todo en la zona norte de España, concretamente en la provincia de León.

Las Médulas es un claro ejemplo. Una macroobra hidráulica donde trabajaron miles y miles de personas, derrumbando montañas que arrastraban a través de una obra de ingeniería sobresalientes miles y miles de litros de agua que arrastraban pepitas de oro. Y a pesar de los años transcurridos, a día de hoy, algunos de los ríos de la zona todavía cuentan con pequeñas trazas de oro y no son pocas las personas que se acercan hacia esta zona para realizar bateas de oro.

Nos estamos refiriendo al río Eria, afluente del río Órbigo que discurre por las provincias de León y Zamora, y que nace en los montes de Teleno. Aguas transparentes, alternando raseras y tablas y discurriendo entre praderas y zonas rocosas alternadas por pinares, chopos y humeiros. Cuenta con una extraordinaria población de trucha autóctona. Pero su característica principal es que es uno de los ríos auríferos más ricos de la provincia leonesa y son muchos los ciudadanos que atraídos por la "fiebre del oro" se desplazan hacia su discurrir para comprobar si encuentran alguna pepita que llevarse de recuerdo.

Río de leyendas, lo cierto es que sus aguas continúan, aunque en menor medida, oro procedente de la Sierra del Teleno y una de las localidades donde más bateo de este preciado metal se hace es Truchas, pero siempre haciéndolo con técnicas estudiadas para no dañar el transcurso del mismo.

Pero si el río esconde tesoros, su discurrir por tierras leonesas es también un auténtico tesoro, debido a los impresionantes paisajes por donde viajan sus aguas. Parajes idílicos, dinos de postal, bosques, y pueblos pintorescos que atraen a cientos de personas amantes del medio ambiente y del senderismo. En la comarca de La Cabrera, nos podemos detener en pueblos como Corporales, Bañillo, Truchas, Quintanilla de Yuso o Manzaneda, mientras que en la comarca de Valdería destacan entre otros tantos Castrocontrigo o Nogarejas.