Ganadería
El ovino profundiza en su crisis con la pérdida de una cuarta parte de los animales y los ganaderos en el último lustro en Castilla y León
La comparativa entre la leche producida a principios de 2018 con la actual también arroja una caída del 15,8%, pese a que el precio recibido se ha incrementado un 78,5% en el mismo periodo
La crisis que atraviesa en Castilla y León el sector del ovino, principalmente el de leche, continúa durante el presente año, como demuestran las cifras de entregas y la encuesta de ganado ovino-caprino, que reflejan una caída de una cuarta parte tanto en el número de ganaderos como de animales durante el último lustro en la Comunidad.
Los altos costes de los piensos, unidos a la factura eléctrica y la tardanza en que esas subidas se vieran repercutidas en el precio percibido por los ganaderos durante las entregas de leche han influido en el agravamiento de una caída sostenida durante los últimos cinco años y que, en relación al número total de animales de ovino existentes en Castilla y León, ha supuesto una bajada del 24,2 por ciento en un lustro, según reflejan los resultados, recogidos por Ical, de la Encuesta de Ganado Ovino realizada por la Subdirección General de Análisis, Coordinación y Estadística del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En concreto, en noviembre de 2017, la Comunidad contaba con 3,02 millones de cabezas de ganado ovino, principalmente en las provincias del oeste de Castilla y León, ya que entre León, Zamora y Salamanca agrupaban más de la mitad. Actualmente, por el contrario, y con datos recogidos por la Encuesta del Ministerio hasta noviembre de 2022, el número de cabezas de ganado se ha reducido en más de 730.000, hasta alcanzar los 2,29 millones.
Las caídas provinciales, en términos globales, son lideradas por Zamora, con una pérdida de 150.000 animales que, no obstante, no evita que siga ejerciendo como el principal territorio de este tipo de ganadería, con más de medio millón de cabezas, casi una cuarta parte del total. Sin embargo, en términos porcentuales, el mayor descenso es el experimentado por Valladolid (32,3 por ciento), seguida por Burgos (30,8 por ciento), Soria (27 por ciento), Segovia (25,9 por ciento), Palencia (24,4 por ciento), Salamanca (23,36 por ciento), Zamora (21,86 por ciento), Ávila (20,9 por ciento) y León, con un descenso del 18 por ciento hasta los 381.086 animales.
Caída de ganaderos y producción pese al aumento del precio
Otros dos descensos que abundan en esta crisis son los referidos al número de ganaderos y a la producción, principalmente en relación al ovino de leche, como muestran los datos, también recogidos por Ical, de las declaraciones de leche, elaborados por la Subdirección General de Producciones Ganaderas y Cinegéticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En relación a los ganaderos, y tomando la misma secuencia temporal que con el número de animales, la reducción es del 27,6 por ciento desde los 2.086 de noviembre de 2017 a los 1.510 del mismo mes de 2022. Una caída que es aún mayor, del 30,5 por ciento, si se comparan los 2.300 ganaderos que realizaron entregas de leche de ovino en febrero de 2018 y los 1.598 que lo hicieron en el mismo mes del presente año.
Más reducida es la caída en la producción. De hecho, es apenas significativa en el mes de noviembre en la comparativa entre 2017 y 2022, de un 0,8 por ciento desde los 13,18 millones de litros producidos hace cinco años a los 13,07 de 2022. No obstante, analizando los datos de febrero de este año y comparándolos con febrero de 2018, la reducción es del 15,8 por ciento.
Todo ello contrasta con la subida en el precio medio que perciben los ganaderos en el momento de realizar la entrega de la leche, de un 41,3 por ciento en la comparación entre noviembre de 2017 y 2022, y de un 78,5 por ciento entre febrero de 2018 y el mismo mes de 2023. No obstante, esos incrementos se han producido especialmente durante el último año. No obstante, en mayo de 2022 el precio, de 92 céntimos por litro, era apenas 2,5 céntimos mayor que el de noviembre de 2017, pero desde entonces ha crecido hasta los 1,37 euros que se pagaron por cada litro de leche a los ganaderos en febrero de este año.
Menos incidencia en el caprino
También se redujo, aunque en términos mucho más contenidos, el número de cabezas de ganado caprino en la Comunidad. En concreto, Castilla y León cuenta actualmente con 140.300 animales de este tipo en sus explotaciones ganaderas, por los 153.585 existentes hace un lustro, lo que supone una caída del 8,65 por ciento.
El descenso, no obstante, es mayor en el número de ganaderos. Así, la comparativa entre 2018 y el año actual arroja una caída del 16,16 por ciento hasta los 249 ganaderos de caprino de leche que existen actualmente en la Comunidad, por los 297 de hace cinco años. Ese descenso se refleja también en la producción, de un 9,6 por ciento, desde los 2,01 millones de litros que se producían de esta leche en Castilla y León en febrero de 2018 a los 1,82 que entregaron los ganaderos en el segundo mes del presente año.
Como sucede con el ovino, esta realidad contrasta con la situación de los precios percibidos, si bien, también como acontece con el sector anteriormente mencionado, se debe al crecimiento experimentado en los últimos meses, que como denuncian los ganaderos “llega tarde” para compensar los años pasados con ventas a pérdidas y el crecimiento exponencial de los costes en piensos y electricidad.
En cualquier caso, actualmente el premio medio de la leche producida y entregada en Castilla y León en el sector del caprino es de 1,1 euros, más de dos tercios por encima de los 65 céntimos que se pagaban por un litro hace cinco años.
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