Cultura

Un paseo por los castillos más espectaculares y mejor conservados de España

La provincia cuenta con un total de 22 fortalezas dignas de visitar

Castillo de la localidad vallisoletana de Peñafiel
Castillo de la localidad vallisoletana de PeñafielAyuntamiento de PeñafielAyuntamiento de Peñafiel

España es tierra de castillos. Las mejores fortalezas de la Edad Media se encuentran en nuestro país. Y hay una provincia que dispone de una increíble ruta para visitar en familia, en la que se encuentran algunos de los monumentos más impresionantes y mejor conservados. Estas edificaciones jugaron un papel fundamental durante la época de la Reconquista, la Edad Media y el Renacimiento. España cuenta con cerca de 2500 fortificaciones.

La mayor concentración de castillos se localiza en la provincia de Jaén,​ ya que está considerada, junto con Siria y Palestina, el lugar del mundo con mayor número de torres, atalayas, fortalezas y castillos por kilómetro cuadrado debido a su ubicación estratégica en las diferentes batallas entre musulmanes y cristianos en su conquista de al-Ándalus.

Otro núcleo importante de concentración de castillos es la histórica región de Castilla, que a esta circunstancia debe precisamente su nombre. En el año 800, primer momento en que aparece en la historia la denominación de Castilla.

Y de esta última Comunidad Autónoma una de las provincias con mayor número de fortalezas y mejor cuidadas es Valladolid, con un total de 22 fortificaciones. Por este motivo, la Diputación, que preside Conrado Íscar, va a impulsar un Plan de Sostenibilidad Turística Castillos de Valladolid, que supondrá un avance en la mejora de la competitividad de su destino turístico y una apuesta por un nuevo modelo más sostenible, digital y que aumente su capacidad de cohesionar el territorio.

Permitirá además diversificar la oferta turística de la institución provincial vallisoletana y desestacionalizar el flujo de viajeros que visitan esta tierra, contribuyendo a mejorar los beneficios y el empleo generado por nuestra industria turística en el conjunto del territorio.

Basado en cuatro ejes, que se centran en la transición verde y sostenible, le eficiencia energética, la transición digital, y la competitividad, el Plan permitirá estructurar la oferta turística de nuestro territorio en los castillos y su entorno, y apoyándose en otros recursos y productos turísticos consolidados en la provincia como son la gastronomía, las rutas del vino, el turismo cultural y patrimonial, la Semana Santa o el turismo de naturaleza.

Partiendo de esa combinación de recursos se ha establecido el hilo conductor observa, disfruta y cuenta, que tiene previstas diferentes actuaciones, desde las iniciativas que permitan observar e interpretar el paisaje o incluso los cielos, hasta el disfrute de actividades experienciales en torno a los castillos, culminando con la comunicación entendida desde un punto de vista amplio.

El recorrido por las 22 fortalezas puede comenzar por el Castillo de Peñafiel: Comenzó a levantarse en el siglo X, aunque su aspecto actual es producto de las importantes intervenciones que tuvieron lugar durante los siglos XIV y XV. Esta fortaleza medieval fue declarada Monumento Nacional en 1917 y en la actualidad se ha convertido en todo un emblema para el enoturismo de la Ribera del Duero, al encontrarse ubicado en su patio sur el Museo Provincial del Vino.

 

Una visita al Museo Provincial del Vino es un recorrido por la historia y la cultura del vino que acerca al turista las técnicas de producción y elaboración de alguno de los caldos más afamados del mundo. En la sala de catas es posible realizar una degustación guiada de diversos vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, así como asistir a cursos y catas profesionales.

Castillo de la Mota: Se encuentra situado en una elevación del terreno —mota—, que domina la villa y toda su extensa comarca. Se edificó con el característico ladrillo rojizo propio de la zona, empleándose la piedra únicamente para pequeños detalles, como troneras, escudos, etc. Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) el 8 de noviembre de 1904.

 

Hoy en día la fortaleza es propiedad de la Junta de Castilla y León, y en ella se compaginan dos usos diferentes: la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León utiliza las instalaciones interiores para realizar cursos, conferencias y otras actividades culturales de diversa índole; mientras que la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Medina del Campo desarrolla el uso turístico.

Uno de los rincones más especiales es el Peinador de la Reina, donde dicen que Juana (La Loca) se atusaba el cabello mientras esperaba a su esposo; cuentan que sus ojos se dirigían a las ventanas pero su mirada estaba perdida.

Castillo de Íscar: La repoblación de la localidad vallisoletana fue iniciada por Alfonso VI (1086): al amparo de la villa fortificada se crea una Comunidad de Villa y Tierra que fue alternativamente de los reyes de Castilla y de León hasta el siglo XIV, o de los señores de las casas de Lara y de Haro, hasta que Enrique II las dona a Juan González de Avellaneda (1371). Hasta el siglo XIX perteneció al os los Condes de Miranda del Castañar.

El castillo se eleva, sobre las ruinas de fortalezas anteriores. Su parte más antigua (del siglo XIII), son los restos de murallas y la estructura de la torre del homenaje. Tuvo un foso que defendía el acceso desde el páramo. En el siglo XV se refuerza la torre y se añade un cuerpo que daba acceso a la torre a través de un puente levadizo.

En el lado opuesto se construyó un gran espolón defensivo flanqueado por dos pequeñas torres, en una de las cuales aparecen los escudos de Pedro de Zúñiga y Avellaneda y de su esposa, Catalina de Velasco y Mendoza, que permiten datar la obra entre 1478 y 1493.

 

Se levantó una barrera artillera con cuatro cubos circulares con troneras, se añadieron al recinto primitivo otros tres cubos iguales y se construyó una bóveda de crucería en el interior de la torre, reforzada después con una columna central. También se reconstruyó el muro sur de la torre insertando un nuevo cubo en la muralla.

Castillo de Fuensaldaña: El visitante se puede adentrar en la historia de los castillos y déjate llevar a través del tiempo en esta experiencia que combina con perfecta armonía lo histórico y lo tecnológico, ofreciéndote una moderna línea expositiva en referencia al interesante y mágico mundo de los castillos.

El Castillo de Fuensaldaña pertenece a la denominada Escuela de Valladolid, un tipo arquitectónico correspondiente a algunas fortificaciones construidas en la segunda mitad del siglo XV, caracterizadas por tener planta cuadrada y, sobre todo, por una gran torre del homenaje.

 

Comienza a edificarse en el siglo XIII, pero es en el siglo XV cuando adquiere su actual aspecto, como residencia señorial de los Vivero. De planta cuadrada, posee torres circulares en las esquinas, y en uno de sus lienzos, una gran torre del homenaje rectangular, que en planta sobresale dentro del patio de armas. Ha tenido diversos usos palaciegos y también fue sede de las Cortes de Castilla y León. Hoy es un centro de interpretación de los Castillos.

Archivo General de Simancas:Fundado por Carlos I en 1540 en el castillo de Simancas, es el primer y más antiguo archivo oficial de la Corona de Castilla.​ El edificio, construido por Juan de Herrera, conserva gran parte de la documentación producida por los órganos de gobierno de la Corona de Castilla y posteriormente de la Monarquía Hispánica y del Reino de España hasta Isabel II.

La evolución cronológica de la institución ha estado marcada por el devenir de la Corona de Castilla. Uno de los principales hitos se produjo en 1588, cuando Felipe II otorgó la Instrucción para el Gobierno del Archivo de Simancas, un documento clave para entender la gestión tanto de este archivo como de otros de la península.​ Por otro lado, los momentos de pujanza o de retraimiento de la monarquía castellana quedaron reflejados en forma de llegada de documentos o carestía de recursos. También los daños sufridos durante la Guerra de la Independencia tuvieron importantes repercusiones en lo que hoy es la institución.

 

En su interior se desarrollan no solo tareas de conservación y catalogación de los documentos que alberga, sino que además es un museo y un lugar en el que se puede investigar a partir de sus fondos. Estos son muy extensos y se organizan en casi treinta secciones. En la actualidad es un organismo dependiente del Ministerio de Cultura de España.​ Por ello, la Unesco le otorgó la distinción de Patrimonio de la Humanidad en 2017 dentro de su categoría Memoria del mundo.

Castillo de Montealegre de Campos:Fue construido en un principio en el siglo XIII por Alfonso Téllez de Meneses y sus altos muros nunca fueron conquistados. Famoso por haber sido siempre inexpugnable, es una de las fortificaciones medievales más impresionantes de la provincia de Valladolid.

Pasó luego a la familia de los duques de Alburquerque, teniendo un papel importante en los enfrentamientos entre Pedro I y los seguidores de Enrique de Trastámara. Fue Isabel Téllez de Meneses, mujer de Juan Alonso de Alburquerque, que había sido valido de Pedro I, quien defendió el castillo. En 1365 murió el último Meneses, sin descendencia, por lo que el rey Enrique II donó todas sus posesiones a su hermano el conde Sancho. Sirvió de refugio a los comuneros durante la guerra de las Comunidades.

 

En el año 1908 los señores Lucinio del Corral y Flórez y Florencio Alonso compran el castillo a la condesa de Añover de Tormes con objeto de vender la piedra al Estado para la construcción del ferrocarril aunque finalmente dicho proyecto no se llevó a cabo y la fortaleza permaneció intacta.

En los años 1960 se rodó parte de la película "El Cid" con Charlton Heston. El poeta de la Generación del 27 Jorge Guillén, con ancestros de Montealegre de Campos, le dedicó un poema al Castillo de Montealegre de Campos.

En el siglo XXI el castillo fue renovado y restaurado por la Fundación del Patrimonio y, posteriormente, abierto al público como Centro de Interpretación de la Edad Media y de los castillos. Recuperado para el uso cultural, ha servido de escenario para conciertos y representaciones teatrales. El castillo de Montealegre ofrece hoy día un sencillo Centro de Interpretación de la Edad Media y, desde luego, es impresionante el paisaje que se puede contemplar desde su adarve. Se halla parcialmente restaurado y su interior, que alberga dicho Centro de Interpretación del Medievo, se puede visitar entre abril y septiembre.

El patio de armas acoge en verano conciertos programados dentro de las Veladas de los castillos, organizadas por la Diputación de Valladolid. La restauración del Castillo de Montealegre para acondicionarlo a la visita pública y la creación de un Centro de Interpretación sobre la historia de la fortaleza y la de la localidad ha supuesto la recuperación y revalorización de un bien patrimonial tan significativo que hasta no hace demasiado permanecía cerrado por problemas de conservación y de seguridad.

Castillo de Villafuerte de Esgueva: Construido en el siglo XV, fue residencia de la familia Franco, judíos conversos provenientes de Toledo, que adquirieron el señorío de Villafuerte.​ Se construyó siguiendo el modelo de castillo llamado escuela de Valladolid.

 

Actualmente es propiedad de la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Está bastante completo, pero en proceso de restauración. La torre del homenaje está restaurada y amueblada. Es un castillo señorial acomodado al estilo de otros de la época, como el de Fuensaldaña y el de Torrelobatón.

Castillo de Torrelobatón: Se impone sobre los Montes Torozos y es visible desde varios kilómetros a la redonda. Se ha convertido en el símbolo de Torrelobatón. Es uno de los castillos de Castilla y León mejor conservados. Fue declarado Patrimonio histórico en 1949. ​También se rodaron aquí algunas escenas de la película "El Cid" de Charlton Heston.

Se comenzó su construcción en el siglo XIII con la intención de vigilar el valle del Hornija. Perteneció a los Enríquez, almirantes de Castilla (1455-1473) por lo que en la torre del homenaje se aprecian los blasones de esta familia. Debido a esto, también es conocido como el castillo de los almirantes.​ Se construyó en su totalidad a mediados del siglo XV y gracias a Gómez de Isla, que trabajaba en la Catedral de Palencia siguiendo el modelo de castillo llamado escuela de Valladolid.

La torre del homenaje tiene en la fachada los escudos de la familia de los Enríquez, almirantes de Castilla (un león debajo, la divisa de las áncoras o anclas marinas en la orla y dos castillos separados). También aparecen los escudos de Juana de Mendoza, de Diego Fernández Quiñones y María de Toledo. El blasón principal es colocado por don Fadrique y permitido por Juan II.

 

Tuvo un papel importante en la guerra de las Comunidades de Castilla, al ser escenario de una gran victoria de los comuneros, al vencer estos tras ocho días de asedio a la fortaleza en febrero de 1521. Los defensores de este fueron rodeados en la torre del homenaje. Los daños causados al castillo fueron reparados en 1535 en una reconstrucción de gran dificultad que le da sus almenas tipo buzón de la actualidad. Y es el último lugar en el que los comuneros dejaron huella, tras partir rumbo a Toro el 23 de abril de 1521 y ser alcanzados en Villalar, derrotados y ajusticiados.

En el siglo XVIII los Enríquez dejan de poseer la villa y, por tanto, el castillo. Pero este estuvo ligado a este linaje hasta el siglo xix. En los años 1950 pasa a depender del Servicio Nacional de Trigo (SENPA) del Ministerio de Agricultura, haciendo de almacén de cereales. El 1 de abril de 2003 la Junta de Castilla y León cede el castillo a Torrelobatón.

Tras ser rehabilitado y acondicionado, desde 2007 alberga el Centro de Interpretación de la Guerra de las Comunidades, promovido por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, la Fundación Castilla y León y el Ayuntamiento de la localidad vallisoletana.