Política

El PP pide la dimisión del ministro Óscar Puente por "despreciar" a Castilla y León

Bendodo participa en la Junta Directiva del partido en León, donde asegura que Sánchez ha convertido a España en "Sanchistán", un país a su medida y servicio

Bendodo llega a la sede del PP de León junto a Ester Muñoz, Vázquez, Suárez-Quiñones y Silván, entre otros
Bendodo llega a la sede del PP de León junto a Ester Muñoz, Vázquez, Suárez-Quiñones y Silván, entre otrosCampilloIcal

El vicesecretario nacional de Política Autonómica y Municipal del Partido Popular, Elías Bendodo, ha visitado este martes la provincia de León, donde ha mantenido un encuentro con la Junta Directiva del PP leonés.

Después atendía a la prensa y aprovechaba para reclamar la “reprobación alta y clara” del ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, por “despreciar e insultar” a Castilla y León al referirse a ella como “un geriátrico al aire libre”.

“Espero que se retracte de sus palabras y que los dirigentes del Partido Popular en la Comunidad le digan alto y claro que aquí se viene a ayudar la tierra y no a insultarla”, decía, en declaraciones recogidas por Ical.

Igualmente, el dirigente popular volvía a pedir la dimisión, “si puede ser hoy mejor que mañana”, del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, después de que el Partido Socialista de Cataluña “se haya negado a respaldar la celebración de un minuto de silencio” por el asesinato de dos guardias civiles en Barbate.

“Sánchez ha convertido a España en Sanchistán al crear “un país a su medida y a su servicio, en el que los delincuentes son los que hacen las leyes, mientras que el Gobierno protege a los violadores, persigue a los jueces y amnistía a los que cometen el delito de terrorismo”, denunciaba.

También advertía de la maquinaria del barro que ha puesto en marcha el Gobierno y el PSOE estos días con motivo de las elecciones gallegas, "dedicándose a dar patadas y lanzar falsedades contra el PP para ver si consigue que no gobierne”.

Elías Bendodo estuvo acompañado en su visita a la provincia de León por la presidenta de los ‘populares’ leoneses, Ester Muñoz, y por el secretario autonómico del partido, Francisco Vázquez, quien celebraba orgulloso que el PP "es un partido ganador a pesar de que haya otros muchos que se unen a los derrotados para intentar subvertir el orden establecido”.

Para Vázquez, el Partido Popular es “el único partido constitucionalista que queda en España” porque “defiende la libertad y la igualdad y rechaza los privilegios que tienen otros y la discriminación y el despilfarro que luego hay que pagarlo los demás”. Un partido “democrático” que “pone por delante la democracia”, basada en “elecciones libres, separación de poderes y en que el Gobierno de las mayorías respete a las minorías, es decir, la opinión de lo que están en la oposición”, informa Ical.

El secretario autonómico también aprovechó su presencia en León para recordar el PP “defiende la legalidad constitucional y de las leyes pero también la seguridad jurídica y la responsabilidad política de los gobernantes”. En este sentido, aludió al Artículo 9.3 Constitución en el que “se prohíbe la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos”, y a los Decreta de 1888 como “leyes destinadas a proteger a los ciudadanos y a sus bienes contra los abusos y las arbitrariedades del poder”.

“Esas arbitrariedades son precisamente las que ahora se sufren en España, porque un acto arbitrario engendra desigualdad y desviación del poder y es una corrupción política”, dijo el ‘popular’, convencido de que el PP es “el único que defiende el consenso constitucional de la transición española y soporta un Gobierno abrasado por los pactos políticos que ha firmado, que atentan gravemente contra la Constitución y que avergüenzan a nivel internacional”.

“Aquí, en León, que fue donde se intentó acabar con la arbitrariedad de los poderes públicos es desde donde se la puede atajar diciendo que no nos gusta lo que dice el Gobierno porque va contra la esencia del Parlamentarismo y de la Democracia”, concluyó.