Sociedad

"Pink", el primer rostro de un europeo busca ser portada de la revista Nature en 2023

Se tratga "del hallazgo de antigüedad más interesante de los cuarenta y cinco años de Atapuerca", afirma Eudald Carbonell

Yacimiento de Atapuerca
Visita a los yacimientos de Atapuerca.PortalónRicardo OrdóñezIcal

Los restos del rostro del primer europeo, hallados en los yacimientos de la sierra de Atapuerca (Burgos) durante la campaña de excavaciones de 2022, buscan convertirse en la portada de la revista Nature la próxima primavera como uno de los hitos que ha cambiado la historia de la evolución humana.

'Pink', el nombre dado al último gran descubrimiento burgalés, es "el hallazgo de antigüedad más interesante de los cuarenta y cinco años de Atapuerca", ha explicado Eudald Carbonell, codirector de los yacimientos junto con José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell.

Se trata de una "pieza increíble", de entre 1,3 y 1,4 millones de años, que se localizó el pasado verano en el yacimiento de la Sima del Elefante, y de la que este año se esperan encontrar nuevos restos. José María Bermúdez de Castro ha explicado que los huesos de la cara son muy finos, así que "ha sido un milagro que se hayan conservado".

Por ese motivo lo que confían en encontrar estas semanas de excavaciones son restos del cráneo, más consistente, y quizás dientes o la mandíbula. Y, cuando se complete la campaña de 2023, se pondrán a trabajar en el artículo científico con el objetivo de poder publicarlo en Nature para la próxima primavera.

"Vamos a ver qué pasa este año", ha indicado Bermúdez de Castro, y si aparecen más restos se sumarán a la publicación, que quieren tener preparada para finales de año. Luego llegará el proceso de revisión por parte de los colegas, pero si todo va según las previsiones, el artículo científico podría estar publicado en primavera y el objetivo es conseguir ser portada de la prestigiosa revista.

Cascada de hallazgos

El descubrimiento del rostro del primer europeo ha sido la "guinda" para los codirectores Carbonell y Bermúdez de Castro, que están viviendo las que serán las últimas campañas de excavaciones en Atapuerca antes de dejar paso a las nuevas generaciones.

La vida de los yacimientos de Atapuerca está garantizada para muchos años, han aseverado, pues van a seguir apareciendo fósiles, y de gran valor histórico, dado que se abre un nuevo ciclo de investigación. La campaña de excavaciones de este año, que arrancó a mediados de junio, va a tener una "vertiente histórica fundamental", ha explicado Carbonell.

El codirector ha señalado que "se está acabando un ciclo de peritaje" en el sistema kárstico y de rellenos de Atapuerca, pues va a ser complicado encontrar registros más antiguos del millón o millón y medio de años. Y al mismo tiempo se entra en una secuencia principal, que generará "una cascada de hallazgos importantísimos", con la posibilidad de encontrar homínidos en prácticamente todos los yacimientos del proyecto.

Atapuerca ha alcanzado un grado de madurez que, de ahora en adelante, "puede haber un hallazgo importante cada año", ha apuntado Bermúdez de Castro. Se trata de hallazgos que "están cambiando de verdad la historia de la evolución humana en Europa y Asia", ha insistido Carbonell antes de poner como ejemplo los restos de ese rostro del primer europeo

Un equipo extraordinario

José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell cierran entre la campaña de 2023 y la de 2024 su ciclo en Atapuerca, "muy contentos" y con mucha "tranquilidad". Dejan la investigación de los yacimientos burgaleses en manos de un "equipo extraordinario", que "va a seguir funcionando de manera increíble", ha destacado Bermúdez de Castro. Es un equipo de profesionales, muy bien formados y con amplia experiencia, que garantiza la continuidad del proyecto Atapuerca al menos durante las dos próximas generaciones, han añadido.

Gran Dolina

Las excavaciones en el yacimiento de Gran Dolina, uno de los más destacados de la sierra de Atapuerca (Burgos), han llegado al nivel TD6, la gran "joya" del proyecto de investigación y en el que se esperan encontrar nuevos restos de homo Antecessor.

La codirectora del proyecto Atapuerca, Marina Mosquera, ha asegurado este jueves que "están muy cerca, pero muy cerca" de poder abordar el estudio del nivel TD6, en el que en 1994 se encontraron los primeros restos de homo Antecessor. Se trata de la unidad más singular del yacimiento de Gran Dolina, con una antigüedad de 850.000 años, y que los excavadores llevan años deseando poder investigar tras haber analizado los niveles superiores.

A preguntas de los periodistas en la visita a medios de comunicación realizada a los yacimientos de Atapuerca, Mosquera ha reconocido que "en alguna zona ya han llegado al TD6 y han descubierto una parte del nivel". Ahora habrá que esperar a que avancen los trabajos para saber si, al final de la actual campaña de excavaciones, hay alguna sorpresa, como indican todos los indicios.

Mosquera ha recordado que "el cambio de paradigma" se vivió en 1994, cuando se hallaron aquellos primeros restos, pero ahora están en un momento arqueológico muy interesante. Se trata de ahondar en la historia de esos homínidos, de saber quiénes son, qué les pasó, cómo ocuparon el territorio o qué conflictos existía entre los diferentes grupos.

"Es una gran responsabilidad", ha admitido la codirectora, pero también un trabajo "emocionante", cuyos frutos se irán viendo a medida que avanzan las excavaciones.

TD7 y el pie de hipopótamo

Mientras tanto, el trabajo en Gran Dolina se centra este verano en el nivel superior, TD7, con una antigüedad de 800.000 años, en el que se busca presencia humana. El investigador Andreu Ollé, coordinador de las excavaciones en Gran Dolina, ha explicado que el TD7 es muy rico desde el punto de vista paleontológico y se han documentado una gran cantidad y variedad de restos de fauna.

Sin embargo, las evidencias antrópicas son "muy, muy escasas, tan solo una lasca de cuarzo", ha apuntado Ollé, y ha recordado que en el nivel anterior, TD8, había presencia humana pero sin un nivel de ocupación intenso. Las excavaciones ya realizadas en el TD7 han sacado a la luz muchos restos de herbívorOs, pero también de carnívoros como un león y osos, además de los animales más comunes como ciervo, caballo o bóvido. Ollé ha destacado el pie entero de un hipopótamo, que acaban de empezar a destapar y ha avisado de un cambio a un clima más cálido, subtropical, lo que aporta información interesante sobre la cronología histórica.

La campaña de excavaciones en Gran Dolina se completa este verano con el trabajo en el nivel TD4, el más antiguo con más de un millón de años, y que es la primera entrada a la cueva del grupo de humanos. Los investigadores confían en completar el trabajo este mismo año o, como muy tarde, el próximo verano. En el nivel "quedan restos de bastantes carnívoros y herbívoros pero también hay presencia humana, más abundante que el TD7", pero sin ocupaciones intensas pues se trataba de entradas puntuales de humanos.