Cultura

Los pueblos mágicos que esconden los castillos más impresionantes de España

Las fortalezas ofrecen un viaje único para los amantes de la historia y el patrimonio

Castillo de la localidad abulense de La Adrada
Castillo de la localidad abulense de La AdradaDiputación de ÁvilaDiputación de Ávila

España cuenta con numerosas poblaciones de gran belleza. Y la mayoría cuenta con un magnífico patrimonio monumental que hacen las delicias de los amantes de la cultura y la historia. Algunos de los monumentos más atractivos del momento son los castillos, y algunos de los más impresionatnes de nuestro país se esconden en los "Pueblos Mágicos". ¿Pero que son estos municipos?

Pueblos Mágicos es una iniciativa impulsada por el Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales IDL, entidad sin ánimo de lucro de ámbito nacional fundada en 1997, inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. IDL, desde su fundación ha participado, colaborado o impulsado centenares de proyectos en el Medio Rural en colaboración con ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades y Grupos de Desarrollo Rural en materias de Desarrollo Local, Planificación Estratégica, Promoción y Desarrollo Turístico. También ha liderado y participado en numerosos Proyectos Europeos Leonardo da Vinci, en colaboración con universidades y Organismos Gubernamentales de Francia, España, Polonia, Portugal y Rumania.

La actividad pretende ayudar a los municipios a poner en valor sus recursos locales impulsando el Desarrollo Turístico Local. Analizamos cada territorio en base a diez áreas de trabajo que incluyen Calidad de Vida, Urbanismo, Patrimonio, Fiestas y Tradiciones, Gastronomía y Productos Locales, Paisajes, Naturaleza y otros intangibles que hacen que unos pueblos sean únicos, sean mágicos. Una vez realizado este primer estudio podemos calificar a un pueblo como Pueblo Mágico Seleccionado, en ese momento contactamos con las autoridades locales informándoles de nuestro primer análisis, explicando el programa y comprobando si tienen interés en participar en el mismo.

Una vez que las autoridades locales manifiestan su interés en incluir su pueblo en la Red de Pueblos Mágicos se visita el mismo y junto a las autoridades locales, técnicos de turismo, asociaciones de comerciantes, hosteleros, etc. se hace un trabajo de campo para elaborar el expediente como Pueblo Mágico Candidato y se somete a la consideración del Comité Técnico Nacional de Pueblos Mágicos.

La inclusión de un Pueblo en la Red de Pueblos Mágicos de Españasupone el acceso a los múltiples servicios de Promoción y Desarrollo Territorial que esta ofrece y al uso de la Marca Registrada y Logo de Pueblos Mágicos de España, como distintivo de calidad y singularidad del Municipio.

La Red está formada por 114 pueblos en España. Son municipios con tradiciones milenarias, con productos locales de calidad o con fiestas populares que cada año invitan a participar a todos sus visitantes.

Pues alguno de estos pueblos cuenta con algunos de los castillos más impresionantes de nuestro país, entre los que destacan:

Castillo de La Adrada (Ávila)

Enrique III, a finales del siglo XIV, concedió la villa de Adrada al Condestable Ruy López Dávalos quien mando construir la fortaleza de sillería y mampostería granítica, aprovechando los sillares de una iglesia preexistente. Un templo gótico del que aún persisten, integrados en el castillo, el ábside, el arco de triunfo y algunas columnas y muros.

En el siglo siguiente el edificio experimenta notables reformas, se construye la torre del homenaje y un gran cubo artillero. Gracias a estas obras el edificio se adapta a las nuevas necesidades de protección frente a la artillería, cuyo uso se generaliza en esa época.

Con Juan II el castillo pasa a manos de Don Álvaro de Luna, pero tras su caída en desgracia y ejecución en 1453, volvió a manos de la corona, hasta que su sucesor Enrique IV, lo cede a su favorito, Don Beltrán de la Cueva. Quedará en manos de su familia, con el título de marquesado hasta el siglo XVI. En este siglo, cuando se habían ya olvidado los conflictos interiores, el castillo se transforma en palacio renacentista porticado, según la moda del momento. En el XVII pasa a pertenecer a la casa de Montijo, familia que lo detenta hasta mediados del siglo XIX, en que pasa a la de Alba.

El castillo sufrió una notable ruina a los largo del siglo a lo largo del siglo XX, hasta que a principios del siglo XXI se acomete su rehabilitación que ha llevado aparejada transcendentes excavaciones arqueológicas.

En 2004 se inauguró la importante obra de restauración del castillo y en su interior el Centro de Interpretación Histórica. Éste, pretende profundizar en la identidad del Valle del Tiétar, su cultura, su historia y sus características medioambientales.

El centro de Interpretación explica al visitante, a lo largo de doce salas, la historia de los primeros pobladores del valle de cuyo nombre tenemos referencia, los vettones, y diferentes aspectos de su vida en los castros. También se ilustra el paso por El Tietar de los romanos, visigodos, musulmanes, los señoríos medievales o el mundo rural tradicional, apoyándose en maquetas, textos, ilustraciones y audiovisuales.

Castillo de Tiedra (Valladolid)

El Castillo de la localidad vallisoletana de Tiedra formó parte de la frontera entre León y Castilla, perteneciendo siempre al reino leonés. La fortaleza entró en el lote que presentó El Cid a Doña Urraca para que liberara Zamora en nombre de Sancho II, que perdió la vista en el asedio en 1072.

Juan II confiscó la villa y fortaleza en 1430, utilizándola como prisión del obispo de Palencia, entre otros. Más tarde pertenecería al señorío de los Girón, luego ha pertenecido a la casa de Osuna, y ahora es propiedad municipal. Tras la restauración de 2013 se ha recuperado la muralla y el patio interior, y la torre del homenaje ha recuperado las cuatro plantas.

Los paños norte y oeste formaban parte de la muralla en cuyo recinto se albergó la primera villa de repoblación. Es la parte más antigua. Hubo una segunda fase de construcción cuando se elevó la torre. Las ladroneras superiores, la bóveda con sus arcos fajones y el acceso a la escalera corresponden a finales del siglo XIII y comienzos del siglo XVI.

El recinto defensivo tiene dos torreones circulares. Por uno de los extremos arranca una muralla que tal vez fuera la cerca de la población que albergara el albacar. No hay ruinas visibles por lo que esta teoría solamente podría apoyarla una excavación arqueológica. El complejo se extiende sobre la plataforma de un cerro que domina una gran extensión de tierras.

La torre del homenaje tiene veinte metros de altura; es de planta rectangular con unos muros de 2,5 metros de espesor. Conserva las ménsulas donde se apoyaron las vigas que en muchos casos sostenían los cadalsos (parapetos o buhardas de madera). En la última restauración se hizo una recreación de estos elementos arquitectónicos. La puerta está a unos metros del suelo como era costumbre en los castillos defensivos, para impedir al enemigo el acceso fácil.

Castillo de Las Navas del Marqués (Ávila)

Situado a 1300 metros de altitud, en la parte más alta de la villa abulense de Las Navas del Marqués, el Castillo Palacio Magalia fue mandado construir por Pedro Dávila en torno a 1533 – 1540. Aunque los orígenes de estructuras defensivas en este espacio son anteriores, como lo demuestra la torre del homenaje del siglo XV.

Pedro Dávila y Zúñiga, Quinto Señor de Villafranca y Tercer Conde del Risco, será el Primer Marqués de Las Navas. Un privilegio que le otorga Carlos I en 1533 por la ayuda prestada a la Corona ante los levantamientos comuneros. Tras este nombramiento, él y su esposa, María de Córdoba, ordenan la construcción del Castillo Palacio Magalia y el Convento de Santo Domingo. El castillo pronto se convertirá en centro político y administrativo del marquesado y de la villa.

Estuvo habitado durante dos centurias por los descendientes de su primer marqués, hasta que éstos entroncaron con los Medinaceli, en el siglo XVIII, y pasaron a vivir más cerca de la corte. Así, el castillo fue poco a poco deteriorándose hasta que, a comienzos del siglo XX, fue vendido a la Unión Resinera Española (Luresa) junto con los terrenos de la villa.

En 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico. En la actualidad está gestionado por el INAEM (Instituto de las Artes Escénicas y de la Música) aunque se cede al Ayuntamiento de Las Navas del Marqués para la realización de visitas guiadas y otros eventos culturales como el Festival Internacional de Música de Las Navas del Marqués. Además, su interior alberga piezas de gran valor como: cuadros del Museo del Prado, un sello con la firma de Santa Teresa.

Castillo de Arévalo (Ávila)

El Castillo de la localidad abulense de Arévalo, también conocido como Castillo de los Zúñiga, es una fortificación del siglo XV. La fortaleza se alza en un extremo de la población al borde de una zona amesetada, sobre la confluencia de los ríos Arevalillo y Adaja. El castillo presenta una planta pentagonal irregular, rematada en cada esquina con pequeñas torres circulares, salvo en el caso de la torre del homenaje, que fue construida sobre un torreón previo de estilo mudéjar.

Su estructura, en la que se advierte influencia italiana, es solo una parte del original, como puede apreciarse en el grabado de Francisco Javier Parcerisa. Está formado por dos recintos yuxtapuestos: uno rectangular y otro triangular. Las esquinas están defendidas por torreones circulares, la torre del homenaje de proporciones colosales y un quinto cubo no conservado, enmascarado por una restauración que introdujo elementos arquitectónicos arbitrariamente.

Los muros son en su parte inferior de sillería, material proveniente probablemente de un castillo anterior, y en la superior de ladrillo, elemento característico de la comarca. La torre del homenaje, de planta semicircular peraltada, es toda de sillería, aunque actualmente muestra remates de ladrillo como fruto de la restauración aludida, que hizo desaparecer el parapeto curvilíneo con troneras, construido en el siglo XVI al adaptar el castillo a prisión.

A lo largo de su parte superior se suceden garitas y matacanes ciegos similares a los del Castillo de Coca, lo que hace presumir que sean obras del mismo arquitecto anónimo. Su emplazamiento esta desfigurado, ya que por la parte que da a la población, la más débil por su accesibilidad debía haber un foso, complemento esencial para sus cañoneras a ras de suelo. La guerra de Sucesión española y la de la Independencia lo van arruinando paulatinamente, desvinculándose de la propiedad real en las Cortes de Cádiz (1812), siendo aprovechado su recinto para cementerio, según señala Wikipedia.

Castillo de Mombeltrán (Ávila)

El Castillo de Mombeltrán o Castillo de los duques de Alburquerque es un monumento de la localidad abulense de Mombeltrán. Fue erigido por Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque, sobre el último aterrazamiento de la sierra, en una posición estratégica que domina todo el barranco. Por detalles de los escudos que ostenta, Cooper data el desarrollo de las obras entre 1462 y 1474, atribuyéndolo al arquitecto Juan Guas por semejanza con los castillos de Belmonte y el Manzanares el Real.

El conjunto está formado por una barbacana de muro bajo con gran talud que va delimitando el cuerpo de planta rectangular con torres angulares, todo rematado con merlones cuadrados que, en el núcleo central, se levantan sobre hileras de arquillos a modo de ménsulas, meramente decorativas, sin ninguna función defensiva.

Es probable que en un principio tuviera foso, pero en el siglo XVI coincidiendo con la reforma emprendida por Francisco Fernández de la Cueva, segundo duque de Alburquerque, al adaptar el castillo a residencia, se debió rellenar, suprimiendo entonces el puente levadizo y construyendo la portada renacentista por la que se accede al castillo en la actualidad.

El interior se encuentra muy deteriorado, con patio central columnado alrededor del que se disponen las habitaciones de residencia, capilla y servidumbre. Las torres presentan techos abovedados que, en la del homenaje, completada con pisos desmontables de madera, impedía el acceso de los asaltantes por el interior de la torre. Una portada renacentista del siglo XVIII con sus garitas se alza frente al puentecillo.

El castillo ha permanecido vinculado a la Casa de Alburquerque a través de los siglos hasta la actualidad, habiendo sido habitado ocasionalmente por sus titulares. Como todos los castillos españoles, se encuentra protegido desde el 22 de abril de 1949 con la figura de Bien de Interés Cultural, siendo su actual propietario Juan Miguel Osorio y Bertrán de Lis.