Cultura
¿Qué catedral gótica española está considerada como una de las más espectaculares de Europa?
Cuenta con el reconocimiento de Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad
España cuenta con un amplio, variado y rico patrimonio cultural. Algunos de sus monumentos están considerados como algunos de los más bellos del mundo. Sus recursos que destacan en la mayoría de los estilos arquitectónicos, pero en el gótico nuestro país cuenta con auténticas joyas, hasta tal punto que una de ellas, según los expertos, está considerada como uno de los templos más espectáculares de toda Europa.
La arquitectura gótica se difundió en España a finales del siglo XII, con relativa prontitud desde su nacimiento en Francia. Su consolidación fue progresiva, combinándose en sus primeros momentos los elementos arquitectónicos románicos y góticos. Desde sus inicios hasta llegar al periodo del alto gótico, la arquitectura española se mantuvo fiel a los modelos franceses.
Sin embargo, algunas características como la insistencia en tipos de plantas de estilo románico o la conservación de elementos decorativos de influencia mudéjar condujeron a la formación de variantes estilísticas locales, este proceso se acrecentó a finales del siglo XIII y durante el siglo XIV, en los que apareció una amplia diferenciación en las formas arquitectónicas y decorativas regionales.
El desarrollo de la arquitectura en España durante estos siglos reflejó las diferentes circunstancias históricas a las que estaban sujetos los diversos reinos hispanos. Así sobre todo en el sur de España el desarrollo del gótico se adoptó algo tardíamente. Por su parte la prosperidad económica en Cataluña estimuló la construcción civil en esta zona. A finales del siglo XV surgió un estilo panaespañol, característico del círculo de los Reyes Católicos, que nació del encuentro de estructuras tardogóticas europeas con decoraciones mudéjares y motivos renacentistas.
Son muchos los ejemplos que existen de este estilo en nuestro país, pero la que está considerada como la más espectácular en España, y una de las más de Europa, es la Catedral de Burgos. Es conocida como la Catedral de Santa María y fue declarada Monumento Nacional el 8 de abril de 1885 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 31 de octubre de 1984. Es además el templo de mayor rando en Castilla y León al tratarse del único templo que siendo catedral metropolitana es a la vez basílica.
Se trata de una Seo que comenzó a construirse en 1221, siguiendo patrones góticos franceses. Tuvo numerosas modificaciones en los siglos XV y XVI, como las agujas de la fachada principal, la capilla del Condestable y el cimborrio del crucero, elementos del gótico flamígero que dotan al templo de su perfil inconfundible. Las últimas obras de importancia (la sacristía o la capilla de santa Tecla) pertenecen al XVIII, siglo en el que también se modificaron las portadas góticas de la fachada principal.
En la catedral se conservan obras de artistas extraordinarios, como los arquitectos y escultores de la familia Colonia (Juan, Simón de Colonia y Francisco); el arquitecto Juan de Vallejo, los escultores Gil de Siloé, Felipe Vigarny, Rodrigo de la Haya, Martín de la Haya, Juan de Ancheta y Juan Pascual de Mena, el escultor y arquitecto Diego de Siloé, el rejero Cristóbal de Andino, el vidriero Arnao de Flandes o los pintores Alonso de Sedano, Mateo Cerezo, Sebastiano del Piombo o Juan Ricci, entre otros muchos.
El diseño de la fachada principal se relaciona con el gótico clásico francés de las grandes catedrales (París o Reims). Consta de tres cuerpos rematados por dos torres laterales de planta cuadrada. Las agujas caladas de influencia germánica se añadieron en el siglo XV y son obra de Juan de Colonia. En el exterior son sobresalientes también las portadas del Sarmental y la Coronería, góticas del siglo XIII, y la portada de la Pellejería, con influencias renacentistas-platerescas del XVI. El alzado interior del templo toma como referencia a la Catedral de Bourges.
Numerosos son los tesoros arquitectónicos, escultóricos y pictóricos de su interior. Entre ellos destacan:
- El cimborrio gótico-plateresco, alzado primero por Juan de Colonia en el siglo xv y reconstruido por Juan de Vallejo en el xvi, siguiendo planos de Juan de Langres.1
- La Capilla del Condestable, de estilo gótico isabelino, en la que trabajaron la familia Colonia, Diego de Siloé y Felipe Vigarny.
- El retablo gótico hispano-flamenco de Gil de Siloé para la Capilla de Santa Ana.
- El gran cuadro sobre tabla La Sagrada Familia de Sebastiano del Piombo.
- La sillería del coro.
- Los relieves tardogóticos de la girola, de Vigarny.
- Los numerosos sepulcros góticos y renacentistas.
- La renacentista Escalera Dorada, de Diego de Siloé.
- El Santísimo Cristo de Burgos, imagen de gran tradición devocional.
- La tumba del Cid Campeador y su esposa Doña Jimena, su carta de arras y su cofre.
- El Papamoscas, estatua articulada que abre la boca al dar las campanadas de las horas.
Pero Burgos no es solo su Catedral, sino que cuenta con una gran riqueza monumental, entre la que destaca:
- El Arco de Santa María: La puerta de la ciudad, presidida por el emperador Carlos V junto con otros personajes relevantes de la historia de Burgos como son los jueces de Castilla: Laín Calvo y Nuño Rasura; el conde Fernán González y Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid. El Arco de Santa María da paso a dos iconos de la ciudad, como son la Plaza de San Fernando, si lo atraviesas, o el Paseo del Espolón, si decides seguir la ribera del río bajo los árboles trenzados.
Este monumento fue sede del Ayuntamiento y del Museo Provincial. Hoy en día alberga el Museo de Farmacia y un espacio abierto a las exposiciones temporales. Además, se puede subir a su torreón y disfrutar de una vista de pájaro de la ribera del río Arlanzón. Imprescindible detenerse a admirar todos sus detalles en tu paseo por Burgos.
- Paseo del Espolón y Templete: En pleno centro de la ciudad, junto al río Arlanzón, el Paseo del Espolón se construyó en la segunda mitad del siglo XVII y discurre a lo largo del Arco de Santa María, el Ayuntamiento o el Teatro Principal.
A la misma altura también encontrarás el Paseo del Espoloncillo, en la margen izquierda del río, en los que la vegetación y el paisaje de sauces llorones, álamos blancos, tejos y acacias forman este monumento natural, en el que se encuentra su característico Templete. Una de las mejores zonas verdes de Burgos para pasear sin perder de vista sus iconos más destacados.
- Puente de San Pablo y el Cid: La parte sur de Burgos y la Plaza del Cid están unidas por el puente de San Pablo, uno de los monumentos de Burgos más característicos gracias a su llamativa ornamentación. Sobre sus cimientos se levantan ocho esculturas relacionadas directamente con el Cid. Es por ello que esta zona de la ciudad es conocida como la Vía Cidiana.
Obra medieval que data de 1242, esta obra arquitectónica recibió su nombre al hallarse cerca del antiguo Convento de San Pablo, que se levantaba sobre el terreno en el que ahora se encuentra el Museo de la Evolución Humana. En su paso por la zona, todo el mundo debe prestar atención a las esculturas que en él se encuentran, una manera sencilla y bella de seguir aprendiendo sobre la historia de Burgos y de España.
Las ocho estatuas del Puente de San Pablo guían el camino hasta la escultura que la preside: El Cid. El trabajo más fidedigno a la imagen real del Cid Campeador se encuentra presidiendo a la plaza que lleva su nombre. Triunfante, señalando con la Tizona la salida hacia Valencia, esta estatua del héroe castellano ecuestre fue esculpida en bronce por Juan Cristóbal en 1955. Un céntrico icono de la ciudad que homenajea la importancia de este personaje histórico en Burgos.
- El Castillo: Las vistas desde el Mirador del Castillo son, sin duda, unas de las más espectaculares de todo Burgos. Con la ciudad a los pies del visitante, la Catedral luce imponente. Un lugar donde deleitarte durante horas, y de disfrutar de los atardeceres más bonitos. Hasta la subida es bella, pues los empinados escalones no te impiden ir echando la vista atrás para disfrutar del ascenso y de la Catedral desde todas sus perspectivas, además de la Iglesia de San Esteban y del Centro de Arte Contemporáneo de Burgos (CAB).
Siguiendo el sendero y dejando atrás el Mirador, se llega al Castillo, donde se puede observar en el interior del alcázar por las galerías del pozo medieval más profundo de Europa, o disfrutar de su agradable entorno, que en los últimos años está destinado al ocio.
- Casa del Cordón: El Palacio de los Condestables, conocido como la Casa del Cordón, es un edificio que ha acompañado a Burgos en muchos de sus acontecimientos históricos. Entre ellos destaca el recibimiento de los Reyes Católicos a Cristóbal Colón después de su regreso del segundo viaje a América, o el fallecimiento del rey Felipe el Hermoso. Uno de los monumentos en Burgos plagado de historia que, en la actualidad, sirve como sede al Cultural Cordón, un espacio cultural que sigue favoreciendo la difusión de este bien tan preciado entre la sociedad.
- Museo de la Evolución Humana: En pleno centro de Burgos encontramos un escape a la Sierra de Atapuerca. Un referente a nivel mundial sobre la historia de nuestros antepasados. El MEH no es solo un lugar de exhibición, también es un centro divulgativo de primer orden, innovador y atractivo para todo tipo de público, dotado de una arquitectura espectacular y simbólica.
Y para poner el broche de oro en una visita a la capital burgalesa hay que probar su gastronomía, y es que Burgos está considerada como el "Mejor Destino Gastronómico Nacional", por sus ricos platos entre los que destaca la morcilla, una delicatessen para el paladar más exigente, realizada con sangre de cerdo y arroz a los que se añade manteca, cebolla, pimentón, pimienta, sal y otras especies como el orégano.
Otro plato típico es la olla podrida. Contundente es la palabra. Un guiso donde destacan las alubias rojas pero acompañadas por un aluvión de carnes, chorizo, panceta, oreja y morro de cerdo. Tampoco nos olvidamos de los "cojonudos", una tapa típica burgalesa, donde en una rebanada de pan descansan una rodaja de chorizo picante, un huevo de codorniz y un pimiento picante. Tampoco pueda faltar la sopa castellana y la sopa burgalesa, esta última con dos ingredientes básicos como son el cordero y en cangrejo.
Más platos contundentes con la carne como protagonista. Los asados como lechazo, cochinillo y cabrito. Su único secreto hacerlo en un horno de leña.
Y si nos vamos a los postres, aquí tenemos el postre del abuelo, la leche frita, las yemas de Burgos y las perrunillas, sin olvidarnos de otro muy popular pero reciente como es el chevalier.
Y todos ellos bañados con los ricos vinos de la provincia, más concretamente de la Denominación de Origen de la Ribera del Duero o del Arlanza.
✕
Accede a tu cuenta para comentar