Tribunales

Rebajan en dos años y cinco meses una condena por violación continuada a su hija en Valladolid

La resolución del Tribunal Superior de Justicia viene motivada por la Ley del sí es sí

Exterior de la Audiencia Provincial de Valladolid
Exterior de la Audiencia Provincial de Valladolidlarazon

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha rebajado de trece años y siete meses a once años y dos meses la pena de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Valladolid a un hombre condenado por un delito continuado de violación, con agravante de parentesco, cometido contra una hija del acusado menor de edad.

La resolución del tribunal autonómico, facilitada este martes por fuentes del TSJcyL, establece la rebaja de la pena en aplicación de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como Ley del sí es sí.

La sentencia de la Audiencia consideró probado que el procesado, cuando su hija había llegado a una edad comprendida entre los 10 y los 12 años, adoptó la costumbre de entrar varias veces durante la semana en la habitación de la niña, cuando ella dormía, y le efectuaba tocamientos, unas veces por encima de la ropa y otras introduciendo la mano dentro de la misma.

Así mismo llevó a cabo tocamientos en otras ocasiones, en jornada de tarde, en el sofá del cuarto de estar, cuando la menor y su padre se encontraban solos en el domicilio.

Durante el verano del 2016 la conducta del acusado se intensificó hasta el punto de que entraba casi a diario en la habitación de la niña para realizarle tocamientos.

Cuando la menor se despertaba se oponía a la conducta de su progenitor intentando apartarle la mano y pidiéndole que la dejase. Ante ello, unas veces el procesado le decía que era su padre, otras veces se marchaba, volviendo en alguna de ellas, y en otras ocasiones la sujetaba fuertemente de los brazos o de las manos para poder llevar a cabo los tocamientos que pretendía.

Un día, en el transcurso del verano del año 2016, entró el acusado en el dormitorio de la joven cuando ella dormía y procedió a introducir la mano por dentro de la sábana, intentando meterla en el interior del pijama, momento en el que ella se despertó y consiguió que saliera de la habitación.

Al día siguiente, cuando la niña se encontraba en el sofá, el acusado volvió a intentar meter la mano por debajo del pijama, tratando ella de apartarlo, lo que no consiguió, al agarrarla por la cintura el encausado.

Para llevar a cabo tales hechos el acusado aprovechaba los momentos en los que la madre de la menor, que padece esquizofrenia, estaba durmiendo o fuera del domicilio, de manera que nunca llegó a enterarse de lo que estaba sucediendo.

Dada la situación familiar que tenía y que le daba vergüenza, la víctima no contó lo que estaba sucediendo hasta el día 3 de septiembre del año 2016, cuando se lo digo a una amiga y, al encontrarse a unos policías, se lo expusieron a los agentes, tras lo que la joven presentó denuncia.