Refuerzo a la conservación de especies de flora amenazada en León y Palencia

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio publicó en la plataforma de contratación del Estado la licitación para el desarrollo de actuaciones de conservación de especies de flora amenazada en los Parques Naturales de Babia y Luna, en la provincia de León, y de la Montaña Palentina, en la provincia de Palencia, por un importe total de casi 170.000 euros, con cargo a los fondos Next – Generation EU, y un plazo de ejecución de once meses.

Las actuaciones consistirán en la protección física con vallados perimetrales de enclaves con presencia de especies de flora amenazada, la instalación de abrevaderos alternativos para el ganado, señalizaciones de sendas, trabajos forestales de mejora de hábitats en cubetas perilagunares y divulgación de la importancia de las especies amenazadas objeto de las actuaciones mediante la instalación de cartelería informativa.

Las actuaciones se desarrollarán tanto en la provincia de León como de Palencia. En León, la zona de actuación se sitúa en el Parque Natural de Babia y Luna, dentro de los términos municipales de Cabrillanes, San Emiliano y Sena de Luna y al término municipal de Los Barrios de Luna. Por su parte, en Palencia, la localización de las actuaciones se centra mayoritariamente en el Parque Natural de la Montaña Palentina, pero también se actuará de manera puntual en el Paisaje Protegido de Covalagua.

Las actuaciones a desarrollar supondrán también la mejora ambiental de cuatro zonas húmedas catalogadas de interés especial, tres de ellas en León, como son la Laguna Grande, Laguna de los Verdes y Laguna del Lago, y una en Palencia, la Laguna del Campillo.

Dentro de las especies objeto de las actuaciones destacan aquellas incluidas en las categorías en peligro de extinción o vulnerable del Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla y León como Androsace cantabrica, Echium cantabricum, Artemisia Chamaemelifolia subsp. Cantabrica, Luronium natans, Piluraria globulifera y Eryngium viviparum.

Algunas de estas especies son endemismos de la cordillera cantábrica que precisan de actuaciones urgentes para asegurar el mantenimiento y supervivencia de las escasas poblaciones detectadas.