Deporte

El refugio de Bahamontes durante sus últimos años en plena Tierra de Campos

‘El Águila de Toledo’ residía en este pequeño pueblo vallisoletano de apenas cien habitantes muy especial para él desde que estallara la pandemia de la covid

Federico Martín Bahamontes en Villanueva de San mancio
Federico Martín Bahamontes en Villanueva de San mancioDestino Tierra de CamposLa Razón

Federico Martín Bahamontes, el primer ciclista español en ganar un Tour de Francia, ha muerto este martes a los 95 años en tierras vallisoletanas. En concreto, en su residencia de Villanueva de San Mancio, de apenas 90 habitantes, en la provincia de Valladolid, donde residía desde el año 2020 con motivo de la pandemia del COVID-19.

Un lugar cercano a Medina de Rioseco muy especial para él desde el cual no ha dejado nunca de seguir el mundo del ciclismo.

Un lugar, en plena comarca terracampina, al que antes de establecer su residencia Federo Martín Bahamontes iba de vez en cuando visitaba a su familia vallisoletana, a Victoria y a Vicky, su hija castellana.

Su vida en este municipio era tranquila. Dormir bien y muchas horas; desayunar fuerte, hacer tareas de jardinería o de bricolaje, algo que le gustaba mucho y le relajaba además de mantenerle activo, antes de tomar el aperitivo y pasear por el pueblo, repleto de casas rurales.

Su retiro para descansar en el que ha recibido numerosas visitas, desde Pedro degado a Induráin pasando por grupos de ciclistas que sabiendo que vivía allí pasaban por el pueblo para intentar conocerle.

Residía con un cuidador y su Victoria Sahagún pasaba días con él de forma puntual.

El apodado como ‘El Águila de Toledo’ fue fue uno de los siete corredores nacionales que consiguieron alzarse con el maillot amarillo de la ronda francesa a lo largo de su historia. Lo hizo en 1959, por delante de los franceses Henry Anglade y Jacques Anquetil.

Bahamontes vivía lejos del mundanal ruido en este pequeño municipio vallisoletano situado a orillas del río Sequillo, en la confluencia con el arroyo de Mijares y que permite un bonito paseo junto al Canal de Castilla.

Es un lugar tranquilo en pleno centro de la provincia en el que se puede respirar aire puro. Un lugar ideal para quienes realizan senderismo y quienes desean alejarse de los ruidos de las grandes ciudades.

De hecho, la ganadería es el principal sustento económico del municipio, donde existen y se celebran viejas tradiciones como la matanza, lo que ha conseguido que los jamones y chorizos de Villanueva de San Mancio sean reconocidos en toda la comarca.

Una localidad que, según cuentan las leyendas, se creó después de que un hombre llamado Mancio, uno de los 72 discípulos de Jesucristo, murió mártir en las cercanías de Évora, y que tras la invasión árabe su cuerpo fue peregrinando de un sitio a otro hasta llegar a Asturias. Permaneció allí hasta que en el año 1070 a un hombre llamado Gutierre Téllez de Meneses se le apareció San Mancio y le dijo: "Vete a Asturias y trae mi cuerpo a Castilla". Y así lo hizo, pero al llegar donde ahora está la iglesia del pueblo no le ejaron pasar con los restos del santo, así que edificó allí, junto con los monjes benedictinos de Sahagún un monasterio donde descansara para siempre. A su alrededor, se fue asentando un grupo de gentes que finalmente formó una "villa nueva", según informan en la web municipal.

De su patrimonio destaca la iglesia de Santa María.

Visitas a hospitales

Las principales salidas a Valladolid del ganador del Tour fueron a varios centros hospitalarios para tratarse de algunas dolencias o pequeños percances como la ruptura del quinto metatarsiano del pie derecho que en abril de 2020 le ocasionó la caída de un tablero sobre su pie derecho.

La última, recién cumplidos los 94 años, cuando ingresó en el Hospital Benito Menni para tratarse de una rotura de origen osteoporósica.