Cultura
Las ruinas de uno de los monasterios más relevantes de León que atraen a cientos de turistas
Acaba de recibir uno de los premios de patrimonio de Europa Nostra por la intervención que se está llevando a cabo en los últimos años
Castilla y León, tierra de patrimonio y de un amplio catáologo de bienes culturales que el paso del tiempo ha dejado en el olvido. Uno de estos casos, lo encontramos en la provincia de León, un monasterio en ruinas, que atrae a cientos de visitantes y que ha logrado uno de los Premios Europeos Nostra por la intervención desarrollada en este recinto, y que ha incluido investigación arqueológica, consolidación y rehabilitación para las visitas turísticas.
Se trata del Monasterio de San Pedro de Eslonza, un antiguo cenobio benedictino, en las cercanías de Santa Olaja de Eslonza y que llegó a convertirse en el sgundo monasterio más importante de la provincia. Fundando en el año 912 por el rey García I de León, a partir de los cimientos de una ermitra dedicada a San Vicente Levita, fue destruido por Almanzor en 988, para posteriormente ser reedificado en 988 por la infanta Urraca de Zamora, que le otorgaría numerosas donaciones.
Hasta el siglo XVI la vida del cenobio transcurría sin grandes contratiempoos, pero es entonces cuando hay que acometer una reforma del edificio monacal. Así se construyeron tres portadas renacentistas y un amplio claustro y en sus hornacinas inferiores imágenes de San Adrián y Santa Natalia y arriba de San Bernardo y San Benito, hoy todas ellas desaparecidas. En este monasterio pasarían varias etapas de su vida Gaspar Melchor de Jovellanos y el padre Jerónimo Feijóo.
Con la desamortización de Mendizábal llegó el fin para el Monasterio que fue vendido en subasta pública por 40.000 reales, y a partir de aquí llegaron los saqueos continuos para llegar a una ruina a pesar de que en 1931 fuera declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional.
Hubo algunas propuestas de rehabilitarlo ya en el siglo XX y contruir allí un centro psiquiátrico provincial, que no llegó a materializarse y parte de sus restos arquitectónicos fueron desmontados y utilizados para la construcción de la Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva.
Ahora, se ha rehabilitado para visitas turísticas, y la ruina del monasterio se ha convertido en un elemento clave del paisaje de la zona. Y ahora, el refuerzo de este premio europeo refuerza la apuesta de las zonas despobladas de dotar de recursos económicos un patrimonio que fue histórico y que merece la pena conocer.
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