¿Conoces la única localidad de España que empieza por la "w"?

Existen en España un total de 8.131 municipios. Y de todos ellos solo uno empieza por la "w". Una curiosidad más dentro de la toponomía española y vamos a explicar la razón de esta rareza.

Para ello nos desplazamos a la provincia de Valladolid, a unos 17 kilómetros de la capital, y en plena comarca de los Montes Torozos. Allí s se encuentra Wamba, una pequeña localidad de tan solo 300 habitantes. Un consejo, la carretera es ideal para practicar el ciclismo, por las distintas rutas que hay alrededor tanto desde Villanubla como desde Ciguñuela o Zarárán o Torrelobatón.

¿Pero de dónde viene es nombre? Pues del rey godo Wamba, erigido monarca en esta misma localidad allá por el año 672. A la muerte del rey Recesvinto los nobles elegía a Wamba ese mismo día.

Pero además del nombre, el pueblo es muy conocido por contar con una de las pocas iglesias de estilo mozárabe que se conservan en la actualidad, la iglesia parroquial de Santa María. Sus orígenes se remontan al siglo VII y en el siglo XII pasó a depender de los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén. E l templo es que uno de sus elementos más antiguos es un capitel bizantino de mármol o columnas con capiteles con formas humanas y vegetales. También en distintas estancias aparece de la Cruz de Malta, en color blanco y con ocho puntas.

Asimismo, cuenta con dos tumbas. Una de estilo gótico del siglo XVI que encierra a don Andrés del Arroyo y a su esposa y en la Capilla de la Reina descansa Urraca de Portugal, hija del Alfonso I, primer rey de Portugal, y que llegara a ser reina consorte de León y que años más tarde entraba en la Orden templaria retirándose al monasterio de Wamba.

El osario

Pero Wamba también es conocida por las miles de tibias, fémures y calaveras que se hacinan desde el suelo y hasta una bóveda, perfectamente ordenados en una de las dependencias de lo que fue en su día un importante monasterio cisterciense. Se trata del osario más grande de Europa.

“Como te ves, yo me vi, como ves te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás”, se puede ver grabado en las dependencias en un ambiente, podemos decir, bastante tétrico, y que asemeja a los relatos de Dante de su “Divina Comedia”.

La teoría es que los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén se instalaban en estas tierras vallisoletanas y parece ser que es cuando comienzan a enterrar aquí los restos de sus hermanos fallecidos.

Resulta todo un espectáculo el observar tantos cráneos y sonrisas cadavéricas colocados de tal forma que parece que se están riendo del visitante. Pero son muchas las incógnitas que rodean a este osario.