Sanidad

Sal poca y siempre yodada: el consejo de los endocrinos en el Día del Tiroides

Así lo recomienda la Sociedad Castellano Leónesa de Diabetes, Endocrinología y Nutrición

Usar sal yodada evita el riesgo de déficit cognitivo en los fetos
Usar sal yodada evita el riesgo de déficit cognitivo en los fetoslarazonLa Razón

La poca sal que se use para aderezar los alimentos debe ser siempre yodada, según ha aconsejado este miércoles la Sociedad Castellano Leonesa de Diabetes, Endocrinología y Nutrición (SCLEDYN) coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Tiroides.

En un comunicado, la SCLEDYN ha observado que hay evidencia científica suficiente que alerta de la relación de los Trastornos por Déficit de Yodo y numerosas consecuencias para la salud en todas las etapas de la vida, que van desde aumento de la incidencia de abortos y deficiencias neurológicas en recién nacidos al desarrollo de bocio e hipotiroidismo en adultos.

Esa falta de yodo radica en su escasez en la mayoría de los alimentos, al parecer debido a que el deshielo masivo tras las épocas de glaciaciones lavó el terreno, concentrando la mayor parte del yodo del planeta en los mares y océanos, con lo que solo se consume ese mineral en cuantía significativa cuando comemos pescado, marisco o algas.

La SCLEDYN ha recordado que para evitar esa carencia alimentaria, desde hace años, la OMS y otros organismos internacionales, como UNICEF, han abogado por la yodación de la sal por ser el alimento de consumo más generalizado en todo el mundo.

Además, plantean no únicamente la yodación de la sal de mesa, sino que también sea yodada la sal de consumo animal, así como la que se utilice en la industria alimentaria, ya que los países que desde hace muchos años han seguido esta recomendación han erradicado por completo los trastornos por deficiencia de yodo, han explicado desde la sociedad castellanoleonesa.

En concreto, en España un real decreto de 1983 regula la yodación de la sal, y recoge que la sal yodada es aquella "a la que se le ha añadido yoduro potásico, yodato potásico, u otro derivado yodado autorizado por la Dirección General de Salud Pública, en la proporción conveniente para que el producto terminado contenga 60 miligramos de yodo por kilogramo de sal".

La recomendación de consumo de sal yodada es general, para toda la población, con especial relevancia en mujeres gestantes porque el embarazo supone un aumento considerable de las necesidades de yodo y por las implicaciones que la deficiencia de yodo pudiera acarrear sobre el feto, y sólo se debería excluir de esta recomendación a personas con problemas de hipertiroidismo.E