Turismo

Sanabria recupera el pulso del turismo atenuado por los incendios

Los visitantes dicen que la zona "merece la pena", mientras que el sector confía en salvar parte de la temporada durante estas semanas

Turismo en el Lago de Sanabria
Turismo en el Lago de SanabriaJ. L. Leal/Ical

Sanabria confía en que la comarca recupere el tono después del fuego y el turismo salve lo que queda de temporada. El fuego quedó controlado a tiempo de poder celebrar en condiciones la Fiesta de las Victorias en Puebla de Sanabria y, pese a lo ocurrido el visitante potencial puede darse cuenta enseguida de que merecía la pena acudir a la zona, a pesar de algunos tramos de paisaje aparentemente distópico.

“Las noticias eran alarmantes y la gente de fuera pensaba que se estaba quemando toda Sanabria. El incendio fue catastrófico y aquí sufrimos humo y cenizas pero nada más, explica Jesús Fuentes. Nacido en Puebla de Sanabria hace 71 años, trabajó toda su vida en Madrid, donde llegó a ser el jefe del servicio de Control de Juegos de Azar de la Dirección General de la Policía, unidad creada en 1978. Jesús, a quien todo el mundo conoce como ‘Susi’, tiene tal apego por su tierra que, además de promocionarla y defenderla, preside la Asociación Eje Sanabria, creada en 2023 para dinamizar la comarca y que cuenta con medio centenar de socios

“Me siento muy identificado con mi pueblo. Lo adoro. Lo llevo en el alma. Tengo unos amigos en Tailandia que me llamaron porque les llegaron informaciones, poco menos, de que estaba ardiendo el pueblo por los cuatro costados. Cuando me llamaban preguntándome qué tal, les decía, pues aquí, tomando una cerveza y disfrutando de un pueblo maravilloso”, señala.

Susi recalca que los veranos en Puebla son espléndidos pero que el invierno es “espectacular” y tiene “un encanto especial”. Además, el frío que, antaño, era tremendo, se ha suavizado mucho y las temperaturas no son tan bajas.

“En las Victorias de este año yo estoy viendo más gente que nunca. El primer día, no se podía andar por la Plaza. No se podía entrar, apenas. Para cruzar, tienes que ir por las callejuelas”, comenta.

Navarra

Miguel Pérez y Ana Juaniz han madrugado y caminan por el centro de Puebla de Sanabria para seguir su camino. Después de recorrer Galicia durante dos semanas, pasaron la noche en Puebla de Sanabria, durante su trayecto de regreso a Navarra, su tierra natal.

“Nos parecía que este pueblo era bonito y hemos dormido aquí. Yo ya lo conocía de una vez, que recorrí en bicicleta la Vía de la Plata desde Mérida. El conjunto monumental es muy bonito y, además, en fiestas hay muy buen ambiente”, asegura Miguel, en alusión a las Victorias, que se celebran estos días en el municipio.

“Estábamos al tanto de los incendios. Veníamos de Verín y el monte quemado imponía un poco desde la zona de Orense. Lo hemos ido viendo en carretera. Estábamos informados pero es muy triste verlo aunque, en esta zona, el pueblo y los alrededores estaban perfectamente. Ha merecido la pena venir”, apunta Ana.

En plena Fiesta de las Victorias, Puebla de Sanabria muestra actividad desde primera hora de la mañana. Ángel Zurdo, de 55 años, trabajador del Bar España, reconoce que los incendios tuvieron un eco mediático que alarmó al turista. “Nos ha afectado mucho, sobre todo las últimas dos semanas de agosto, que desanimó la gente que iba a venir porque pensaba que podía quemarse el pueblo”, relata. “De todas formas, la gente ha vuelto porque ve que Sanabria sigue adelante y tiene mucho que ofrecer. A ver nos acompaña el tiempo y acabamos bien las fiestas. El primer día estuvo a tope y esperamos que todo septiembre y octubre siga como siempre, con mucha afluencia. Noviembre flojea un poco, pero Navidad está funcionando muy bien”, expone.

Valladolid

Begoña Hergueras, de 54 años, y su marido, Fermín Aguado, de 62, procedentes de Valladolid, desayunan plácidamente en el centro de Puebla. Conoce ya la zona y por eso regresa, junto con su marido, y con su perrita, Sombra. “Hemos venido muchas veces toda la familia. Llevo viniendo toda la vida. Esto es precioso. Estábamos informados y sabíamos que, a pesar del fuego en la comarca, podíamos venir”, indica.

“Viendo las noticias en la tele, sentimos una pena muy grande porque venimos mucho por aquí. Venimos al Lago, hemos hecho rutas por el cañón del Cárdena, Presa Rota, la Laguna de los Peces… Puebla es uno de los pueblos más bonitos de España y el entorno natural es impresionante”, rubrica.

Palma de Mallorca

Después de dar unas vueltas por el pueblo y comprobar que el aparcamiento es especialmente difícil en fiestas, Marta Angoso, de 53 años, y Javier Blanco, de 52, deciden aparcar su imponente furgón camperizado en la zona habilitada en el centro de Puebla. Anoche cogieron un ferry en Palma de Mallorca y han cruzado la península para visitar, por primera vez, Puebla de Sanabria. “Sabíamos que se considera uno de los pueblos más bonitos de la zona y que tiene un casco antiguo que merece la pena ver. No tenemos prisa. Venimos con 15 días por delante. Luego, tengo que marchar a trabajar una semana y volvemos otra vez. Siempre cogemos las vacaciones fuera de temporada”, explica.“Supimos de los incendios pero, al final, no duran tanto y quisimos venir”, agrega.

Lago de Sanabria

Los turistas disfrutan de Puebla de Sanabria y siempre visitan el Parque Natural del Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto. En la playa de Arenales, en el mayor lago de origen glacial de la península ibérica, Julia San José, de 34 años, natural de Badajoz y residente en Mérida, y Joaquín Gonsalves, de 44 años, natural de Salamanca y residente en Cáceres, disfrutan del desayuno. Están solos en la playa, bajo un sol que se refleja en aguas cristalinas. “Es la primera vez que venimos. Vamos un poco sin rumbo. Tenemos el lago para nosotros. Es absolutamente impresionante. Nos ha sorprendido”, apunta Joaquín.

“Hemos escuchado que había una zona bastante afectada por los incendios, pero no es por aquí, que está todo verde. Los hosteleros nos comentan que les ha afectado mucho que, desde mediados de agosto, se acabó todo. A mí también me ha tocado fuego en Extremadura y se ha notado también en el turismo”, anota Julia.

Sobre una peña, tienen una rosca de pan recién horneado, un aguacate y magdalenas, que Julia se apresura a ofrecer. “Hemos estado en Vigo de Sanabria y, muy guay, ha venido un panadero con su pan artesanal. La verdad es que levantarse y encontrarse al panadero está muy bien”, valora Joaquín.

Portugal

El sol empieza a estar más alto y en la playa de La Viquiella ya hay bastante gente, con preeminencia de grupos de turistas que vienen desde Portugal. “”, dice Tina Ferreira, de 54 años, natural de Vimioso, acompañada por Fátima Pinto, de 56 años y procedente de Oporto. “Hemos venido seis veces. Oímos hablar de los incendios, pero sabíamos que esto estaba bien igual. Vamos a ver lo que encontramos por ahí. Improvisamos en todo. Esto nos queda muy cerca”, señala esta última.

No hay mucha gente junto a la entrada al cañón del Tera, en Ribadelago Viejo, uno de los recorridos más conocidos hasta la presa de Vega de Tera, que reventó el 9 de enero de 1959 y provocó la muerte de 144 ribalagueses.

Una clienta del chiringuito que es parada obligada reprocha al redactor de ICAL el tratamiento informativo de los incendios forestales. “Teníais que haber venido antes y no decir, poco menos, que estaba ardiendo el Lago. Eso ha hecho que deje de venir la gente”, dice. “Yo ya he hablado mucho y nadie me ha dado nada”, apostilla un hombre.

Al volver en dirección a El Puente de Sanabria, vale la pena desviarse unos kilómetros para acercarse a San Martín de Castañeda, una de las localidades que tuvo que ser desalojada, aunque allí se quedaron 25 personas para asegurarse de que sus casas no corrían peligro. El Rey Felipe VI y doña Letizia visitaron la Casa del Parque en ese municipio para interesarse por el estado de la zona y el sentir de sus habitantes.

Pasado San Martín de Castañeda, al cruzar el puente sobre el río Tera, en dirección a la ‘Laguna de los Peces’, como reza el primer rótulo, o ‘Laguna de Peces’, como indica el último, se percibe claramente el cambio de tonalidad del paisaje, donde los grises y el negro han hecho desaparecer parte de los verdes.

Tomas la carretera a San Martín de Castañeda, cruzas el puente sobre el rio Tera en dirección a la Laguna de los Peces y empieza el panorama desolador. Tonos grises y negros en vez de verdes

Tras detenerse en el mirador Neveira y, especialmente en el último tramo, en el que alguna escoba intenta reverdecer y ambas márgenes de la carretera ofrecen tonos oscuros, queda patente lo que ha ocurrido por allí. No obstante, el trasiego por la estrecha carretera es considerable y hay que orillarse con frecuencia ante la cantidad de vehículos descienden.

Laguna de los Peces

Antes de llegar a lo alto, un llamativo cartel advierte ‘Peligro de incendio. Zona protegida por videovigilancia’. Es inevitable sacar la foto, ya que la zona en la que está la advertencia presenta un color negro intenso tras el paso de las llamas.

En el aparcamiento desde el que se domina la Laguna hay una veintena de vehículos, uno de ellos de Medio Ambiente, ya que la vigilancia sigue siendo estrecha, con media docena de agentes medioambientales desplegados por la comarca.

“No venía aquí desde el pasado mes de noviembre. No me lo imaginaba así. Todavía huele a quemado y hay zonas en las que se reaviva. Ahí ves el humo. Ya se lo hemos dicho a los de Medio Ambiente, que están ahí”, comenta Ana Laperal, de 65 años y natural de Zamora. Ha venido con su familia y piensan comer en San Martín de Castañeda y hacer un recorrido por la zona.

Dos agentes medioambientales escrutan el terreno con prismáticos. “Estamos acudiendo a todas las zonas donde hay turbera porque se reactiva y tenemos que comprobar que no se salgan de los límites establecidos”, explica a Ical Miguel López. “No hay llama visible, pero hay focos. Lo importante es que la gente no se salga de los caminos porque, al pisar el negro, igual te quemas un pie porque hay zonas que están ardiendo bajo tierra”, previene.

Al bajar hacia San Martín, una vaca, con su ternero al lado, va a paso rápido por la carretera, seguida por tres perros.

El nivel de circulación aumenta a medida que transcurre la mañana. Sanabria mantiene su pulso y recupera el turismo al filo del otoño mientras procura recuperar la totalidad de su esplendor.