Medio Ambiente
La superficie arbolada calcinada cae más del 88% este año en Castilla y León
El 80% de los fuegos se quedan en conatos
"Excelente y excepcional". Así calificó el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, la campaña de incendios forestales, durante su comparecencia, a petición propia, en las Cortes regionales.
Al respecto, informó de que a superficie arbolada calcinada cayó más del 88 por ciento este año en la Comunidad, con un total de 795 hectáreas quemadas, al contrario que en los ejercicios precedentes, donde predominaron los grandes incendios forestales (GIF), aquellos que superan las 500 hectáreas, y que en 2023 brillaron por su ausencia.
El consejero expuso que se han contabilizado unos “números muy favorables”, con 923 incendios, frente a una media de 1.400 en el último decenio (un 34 por ciento menos), entre los que hay fuegos con actuación en otras autonomías, con una superficie forestal afectada de 3.700 hectáreas, frente a una media de en torno a 20.000. Esto se debe, manifestó, a las lluvias, a la responsabilidad de la población y a la eficacia del operativo.
A pesar de que los primeros meses del año el número de siniestros superaba la media de los mismos meses del decenio, a partir de junio, gracias precisamente a esas lluvias, se revirtió la tendencia, manteniéndose así en los meses sucesivos, muy por debajo de los habitual en los meses de junio a octubre, según explicó.
A su vez, las lluvias tempranas de septiembre (la precipitación acumulada de septiembre supera el promedio mensual en un 106 por ciento) han propiciado que la vegetación no haya llegado a niveles de estrés hídrico muy elevados, con la consiguiente disminución en cuanto a la aparición de igniciones y su propagación. Sin embargo, continuó, fue el tercer verano más cálido desde 1913.
La “buena noticia”, calificó Suárez-Quiñones, se une a los conatos, aquellos incendios que se quedan en solo una hectárea o menos, dada la “actuación rápida del operativo”. Así, este tipo de fuegos supuso el 82 por ciento, 14 puntos menos que la media del decenio, lo que constata “números relevantes”, en una Comunidad “montañosa, extensa y con grandes distancias de unos puntos a otros”, en una campaña en que se puesto en marcha el nuevo operativo de extinción y prevención de incendios forestales, nacido de la reforma de los acuerdos del Diálogo Social, suscritos en septiembre de 2022. Este primer año, prosiguió, ha contado con unas “importantes reformas en todo tipo, en estructura, en personal, en medios, en organización, en aspectos normativos que se están cambiando” y que ha conllevado una inversión de 145 millones de euros en 2023, frente a los casi 50 millones de presupuesto de 2015 o 65 de 2022.
Igualmente, la intencionalidad está detrás del 55 por ciento de los fuegos y han bajado ligeramente las causas imprudentes y por descuidos, si bien se han elevado las naturales. Por tanto, llamó la atención sobre la precaución y la concienciación en el futuro.
En cuanto a los niveles de protección, es decir, cuando se dan incendios que afectan a personas, a bienes y a valores distintos a los forestales, “solo se han declarado 13 de nivel (diez de 1 y tres de 2), cuando la media son 30”. Los tres más graves se han producido en San Bartolomé de Rueda (León), Fornillos de Aliste (Zamora) y Arcos de Jalón (Soria).
Respecto al origen, el consejero advirtió una disminución del número de incendios por negligencias y accidentes, un total de 231 siniestros, que pasan del 30,16 por ciento de media del último decenio a un 25 por ciento, cifra muy por debajo de la media del decenio, que es de 422 siniestros. Y un incremento porcentual moderado de los que tienen su origen en causas naturales (rayos), un total de 83 (120 de media). Se mantienen en la media los originados con intencionalidad, 514 incendios provocados de forma intencionada, el 55,69% del total.
Como es habitual, el oeste de la Comunidad concentra el mayor número de incendios forestales y superficie quemada, con el 64,6 por ciento de los fuegos (104), dos de cada tres hectáreas quemadas (2.249) y el 80 por ciento de la arbolada (635 hectáreas) en las provincias de León, Salamanca y Zamora, “provincias a las que se añaden un año más la de Ávila, con 101 incendios y 560 hectáreas, y Burgos, con 99 y 412 hectáreas.
En cuanto al operativo, manifestó que, en su máximo nivel de despliegue, durante la época de peligro alto, ha estado integrado por 4.715 efectivos profesionales forestales (3.411 de personal público y 1.304 de empresas privadas), con un incremento de 175 efectivos respecto a 2022. A ello sumó el consejero 34 medios aéreos ubicados en la Comunidad (22 helicópteros y un avión, más cinco helicópteros y seis aviones del Ministerio) a los que se suma el resto de medios aéreos del Estado con despliegue nacional.
Además, se contabilizan 209 cuadrillas, terrestres y helitransportadas; 325 autobombas (192) y vehículos Pick-up (133); 37 bulldozer y tractores de cadenas para ataque de incendios y repaso de cortafuegos (una más en Salamanca) y 271 puestos y cámaras de vigilancia.
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