Agricultura
UPA-COAG exige de nuevo la inclusión de toda la Comunidad en el cuadro de afectación alta por la sequía
Lamenta que en Burgos, León, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora solo se cobrará el 50% de la ayuda para los cultivos herbáceos de secano
La Alianza UPA-COAG reclamó de nuevo al Gobierno de España que todas las provincias de Castilla y León pasen a ser consideradas zonas de ‘afección alta’ de sequía en los herbáceos de secano dentro de su paquete de ayudas directas.
La opa recuerda que sólo Ávila, Salamanca y Segovia, junto con el condado de Treviño en la provincia de Burgos, percibirán el importe unitario máximo de la ayuda por la sequía a los cultivos herbáceos de secano, que asciende a 43,5 euros por hectárea subvencionable.
Sin embargo, las seis provincias restantes, Burgos, León, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora, han quedado encuadradas en las zonas de `afectación media´ y por lo tanto tan solo tendrán derecho al 50 por ciento de la ayuda que asciende a 21,8 euros por hectárea subvencionable.
La Alianza UPA-COAG considera que el Gobierno debe incluir en el cuadro de afectación alta a todas las provincias de Castilla y León que quedaron fuera en este primer borrador de Orden, puesto que “han sufrido también las consecuencias de una climatología extrema que ha afectado de forma extraordinaria a la cosecha de los herbáceos en secano”.
En este sentido, reclaman “responsabilidad” al Ejecutivo central para que el conjunto de Castilla y León pase a ser zona de afección alta de sequía, y por lo tanto que la cuantía asignada a los agricultores de determinadas provincias no sea la mitad de la que llegará a los agricultores de Ávila, Salamanca y Segovia.
Asaja
Por su parte, el presidente de Asaja Castilla y León criticó las “limosnas” de las instituciones públicas, como se refirió a las ayudas anunciadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y, de forma paralela, por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, habida cuenta de que el campo en la Comunidad se encuentra, desde su punto de vista, y una vez comenzada la cosecha, en una situación “catastrófica, de ruina y de cierre de explotaciones!” por la falta de rentabilidad.
Dujo cifró la cosecha entre 2,5 y tres millones de toneladas de cereal, lo que supone, “la peor de los últimos 30 años”, junto a la de 2017, pero agravada por “los mayores costes de producción de la historia”. Según explicó, el coste por hectárea se ha duplicado desde los 500 hasta los 1.000 euros. Una situación extendida por el resto del país, lo que provocará que los ganaderos tengan que exportar la mayoría del cereal para alimentar a su cabaña.
Haciendo una extrapolación, Asaja cifra en 2.000 millones de euros las pérdidas en 2023 para agricultores y ganaderos, mientras que las ayudas del Ministerio y la Junta se quedan en 216, lo que apenas cubre un once por ciento. De ellos, unos 116 corresponden al Gobierno central que, según Dujo, reparte 712 en todo el país lo que otorga un 16 por ciento a Castilla y León. “Por número de hectáreas y cabezas de ganado, somos la Comunidad más afectada. Sin embargo, el Gobierno de España nos ha maltratado, ubicando al sector ganadero en una intensidad media de sequía, mientras que en agricultura, sucede lo mismo con seis provincias, las de la mitad y norte”, manifestó.
Según aclaró el presidente de Asaja en Castilla y León, los ganaderos establecidos en territorios catalogados con una intensidad alta de sequía reciben 143,48 euros por cabeza de ganado, mientras que si esta intensidad se rebaja a media, como ocurre en León, Palencia, Burgos, Zamora, Valladolid y Soria, la cifra se queda en la mitad, 71,74 euros en el caso del vacuno. Por oveja, se queda en 7,95 euros, por vaca de leche unos 27 euros y por oveja de lecha apenas cuatro. Siempre la mitad de la ayuda para la catalogación del territorio, informa Ical.
En este sentido, Donaciano Dujo cifró en unos 35.000 euros las pérdidas por explotación ganadera y unos 28.000 en ovino, sobre todo, según matizó, por la falta de pastos y el encarecimiento de los forrajes. “Con eso, solo 7.000 euros de ayudas, 6.000 en ovino. Mientras en otras comunidades, casi el doble”, señaló.
Como cálculo global, a Castilla y León le van a corresponder unos 58 millones de ayudas ganaderas, mientras si la intensidad de la sequía hubiera sido catalogada como alta, llegarían más de 117 millones. “Tenemos el 18 por ciento de las explotaciones de España. Extremadura, que tiene 2.245 explotaciones menos, va a cobrar 48 millones más. Se ve claramente que el reparto de las ayudas ganaderas, que se hizo en campaña, fue un reparto político, no un reparto de ayudas a un sector que las necesita tanto en Castilla y León como en el resto de España”, criticó.
En el caso de la agricultura, “más de los mismo”, ya que, según indicó, las explotaciones tendrán unos 60.000 euros de merma en ingresos respecto a un año normal. Las ayudas ascienden a 268,7 millones en total, de los que a a Castilla y León llegarán 58. “Son insuficientes, discriminatorias para seis provincias castellanas y leonesas. No arreglan la situación de precariedad que el sector agrícola tiene. Europa ha concedido 81 millones de euros a España por esta crisis, pero el Gobierno los va a destinar a la fruta y a los cultivos de cáscara en comunidades del centro y del sur. A Castilla y León, ni un solo euro”, lamentó.
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