Valladolid, cantera de ingenieros industriales

Valladolid puede presumir y de hecho lo hace de ser una cantera de relevancia de ingenieros industriales en España. Algo que ha conseguido la ciudad con el paso de los años gracias a la implicación de la Universidad con una cátedra pero también de las grandes empresas industriales que han operado y operan en la capital del Pisuerga, y que tienen un importante peso en la economía, como es el caso de Michelin.

Una firma que desde hace años entrega unos premios, ya consolidados y muy reconocidos, a los mejores trabajos de fin de curso de los estudiantes de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de Valladolid, en distintas modalidades, como innovación, calidad total y organización de los estudiantes . Unos galardones que este año han recaído en cinco estudiantes.

Así, el primero de los premios, al mejor trabajo fin de estudios en innovación, calidad y organización, ha sido para Valeria Natalia Sagastume Abarca, por su proyecto ‘Estandarización e implementación de sales and operation planning de Saeta’.

El galardón al mejor trabajo fin de estudios de carácter investigador se lo ha llevado el estudiante Guillermo Fernández Ordóñez, con el trabajo titulado ‘Técnicas y estrategias de interpolación para la resolución de problemas formulados en términos de EDOs de 2º orden en el ámbito de la ingeniería industrial’.

El premio al mejor trabajo fin de estudios sobre organización industrial ha sido para Jorge Abia Morán, por el ‘Estudio de la capacidad productiva de un proceso de renovado de neumáticos mediante simulación con Witness Horizon’.

El galardón al mejor trabajo fin de estudios sobre calidad es para el estudiante Pablo Miranda Rey por ‘High-pressure phase equilibrium in a Carbon Dioxide-Acetone-Isopropanol’.

Por último, el premio al mejor trabajo fin de estudios sobre innovación ha sido concedido a María Parra Vallecillo por su trabajo ‘Desarrollo de una interfaz cerebro-ordenador orientada al control domótico mediante realidad virtual’.

El acto se celebraba en la Sala Fray Pío de la Consejería de Educación, con la presencia también de la consejera, Rocío Lucas, y el director de la Fábrica de Valladolid, Michelin España-Portugal, Bruno Arias. Además de a los estudiantes se ha reconocido también a los profesores que han tutorizado los trabajos premiados, que han estado acompañados por la vicerrectora de Estudiantes y Empleabilidad de la Universidad de Valladolid, Cristina de la Rosa; el director de la Escuela de Ingenierías Industriales, Jesús Ángel Pisano; el director de la Cátedra Michelin Valladolid, Alfonso Redondo, y la directora de Personal de la Fábrica de Valladolid, Michelin España-Portugal, Juana María Gómez.

Prácticas duales

El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo, aprovechaba su intervención en esta entrega de premios para poner en valor la Cátedra y el convenio que la UVa mantiene con Michelin, así como su implicación en la formación universitaria de los futuros ingenieros. "Es una de las ocho empresas que se han adherido al Itinerario de Prácticas Duales de los grados en Ingeniería Mecánica y en Electrónica Industrial y Automática ofertando prácticas duales con una duración de hasta 1.050 horas, con aproximadamente 225 horas de formación en la empresa", destacaba, en declaraciones recogidas por Ical.

La consejera de Educación, por su parte, aseguraba que estos premios son un buen ejemplo de los "excelentes frutos" que rinde la colaboración público-privada en materia de transferencia de conocimiento. “Con ellos, no sólo reconocemos el talento de nuestros alumnos, sino también la valía y el compromiso de nuestros docentes universitarios", destacaba la consejera, convencida de que estos galardones, además, sirven para testar el alto grado de formación que alcanzan nuestros alumnos, también en la educación superior.

Finalmente, Bruno Arias reconocía el “esfuerzo” de la UVa por acercarse al mundo empresarial con nuevas fórmulas de colaboración y agradecía el trabajo continuado de la Escuela de Ingenierías Industriales, y en especial de la Cátedra Michelin. “Este trabajo en equipo ha sido fundamental en el pasado y se nos antoja imprescindible para hacer frente a los retos del futuro.

En este sentido, se refería a los retos relacionados con las nuevas tecnologías habilitadoras, y afirmaba que se van a necesitar profesionales con unas competencias muy específicas y cambiantes en el tiempo.