Cultura
‘Valladolid con carácter’ propone un “safari tipográfico” por el singular patrimonio de los rótulos de la provincia
El libro, editado por la Diputación, está coordinado por Laura Asensio, con fotografías de Miriam Chacón y José Ignacio Gil, y asesoramiento de Carlos de Miguel
Tres años después de que viera la luz un primer volumen, donde se repasaba el valioso patrimonio gráfico que conforman los rótulos de la ciudad, ‘Valladolid con carácter’ expande a la provincia su exploración del legado visual con la aparición de un segundo volumen, centrado esta vez en la riqueza diseminada por los pueblos vallisoletanos.
El nuevo libro, editado esta vez por la Diputación de Valladolid, está coordinado por Laura Asensio, que ha contado una vez más con la complicidad de la fotógrafa de Ical Miriam Chacón y de José Ignacio Gil en el apartado fotográfico, y con el asesoramiento de Carlos de Miguel para un proyecto que ella misma definió como “un safari tipográfico”.
El presidente de la institución provincial, Conrado Íscar, aseguró en declaraciones recogidas por Ical que el libro es fruto de “un trabajo meticuloso y apasionado”, que busca “divulgar este singular patrimonio”, que “se ha integrado en la retina de los ciudadanos y que constituye una parte fundamental de la memoria colectiva y de la identidad cultural de la provincia”.
El libro documenta, cataloga y geolocaliza los elementos tipográficos que forman parte del paisaje urbano y rural: letreros, luminosos, carteles de negocios, bares y tiendas, realizados en hierro, chapa, piedra, madera o cerámica. Se estructura en ocho capítulos, correspondientes a las distintas comarcas vallisoletanas: Tierra de Campos, Montes Torozos, Campiña del Pisuerga, Páramos del Esgueva, Tierra del Vino, Tierra de Pinares, Campo de Peñafiel y Tierras de Medina. Con este proyecto, la Diputación pretende lanzar “una invitación a mirar nuestras calles con otros ojos, a descubrir la belleza en lo cotidiano y a valorar la historia que se esconde detrás de cada letra”.
Por su parte, Asensio agradeció la implicación de la Diputación desde que, año y medio atrás, le plantearon la propuesta de brindar al lector “un paseo por los pueblos de la provincia, que son un precioso escaparate de la vida rural castellana”. Además, invitan a “reflexionar sobre el devenir de nuestro patrimonio grafico y la memoria colectiva que representa” a través de unos rótulos que “hablan de la memoria de los comercios y de experiencias compartidas por varias generaciones” a través de algunas creaciones “icónicas” y otras “más humildes” que ofrecen “información relevante” sobre la vida en los pueblos y el protagonismo que en ella tenían servicios como el teléfono, el telégrafo o el teleclub.
A través de “materiales y técnicas muy diversas”, la publicación recopila “letras que aportan singularidad a nuestro paisaje” y piezas que tienen interés “tanto como elemento gráfico como por su importancia social como testigos de una época”, que “interfieren en la calidad de nuestro paisaje”. Así, en el libro puede apreciarse que “agricultura y ganadería son el motor principal de la vida rural”, y por sus páginas aparecen desde placas que dan nombre a las calles, hasta la iniciales que algunos vecinos ponían a las puertas de su hogares cuando acaban la construcción, pintadas de los quintos, verjados especialmente significativos o el trabajo de artesanos que a lo largo de las décadas han desempeñado su oficio de rotulistas “con destreza y dedicación”.
Por su parte, Miriam Chacón explicó que para elaborar el libro se repartió con José Ignacio Gil las ocho comarcas de la provincia, y si bien iniciaron su trabajo en las poblaciones más grandes de cada una de ellas, poco a poco fueron expandiendo su radio de acción hasta fotografiar 148 de los 225 municipios con que cuenta la provincia en lo que consideró “un trabajo bastante exhaustivo y tedioso, que requiere mucha paciencia” y cuyo fruto convierte a Valladolid en “la provincia mejor documentada tipográficamente hablando”. “Es un trabajo que esperamos que os guste, consultéis y del que es un orgullo formar parte, porque es necesario poner en valor y mirar un poco más lo que nos rodea con ojos nuevos”, apuntó.