Sociedad

Una vuelta al pasado: Las plazas de pueblo más bonitas de España

Estos espacios llenos de historia y tradición son los puntos de encuentro de los vecinos de estos municipios

Gente paseando por las calles de Pedraza, en Segovia
Calles de PedrazaNacho ValverdeEuropa Press

Los pueblos tiene un encanto particular. Quien no recuerda esa visita a sus abuelos para disfrutar de unos días de descanso. Ahora los pequeños municipios son cada vez más apreciados por los residentes de las grandes ciudades por la calma y tranquilidad que transmiten. Y si algo hay importante en los pueblos, son sus plazas, en las que todavía, se ven a los más pequeños jugar a la pelota o andar en bicicleta.

Alrededor de estos espacios fueron creciendo y desarrollándose las localidades y, en cierto modo, siguen teniendo las mismas funcionalidades además de atesorar los estilos arquitectónicos que han marcado cada época. También forman parte del conjunto patrimonial del municipio y suelen atesorar los monumentos más representativos. Desde la antigüedad hasta nuestros días, se han convertido en lugares de encuentro, ocio, comercio y confluencia de culturas.

Pocos lugares definen mejor a un pueblo que sus plazas. La vida de muchos pueblos, ya sean grandes o pequeños, se articula alrededor (y dentro) de sus plazas más importantes, que actúan como orgulloso punto de encuentro de sus vecinos y como faro que guía a sus visitantes.

Plaza de La Alberca (Salamanca)
Plaza de La Alberca (Salamanca)IcalIcal

A continuación algunos ejemplos de las plazas de pueblos más bonitas de España, repletas de historia y tradición. A lo mejor no son las más conocidas, pero si son las más espectáculares y las que mejor representan la vida en el medio rural español.

De entre las miles que hay en España destacan:

- La Plaza Mayor de Pedraza (Segovia): Se trata de una típica plaza castellana y en la que destacan las famosas casas asoportaladas, que corresponden a tres caserones del siglo XVI, a los que se adosaron los soportales un siglo después, con elementos probablemente reaprovechados del castillo. En sus fachadas campean los escudos de los Ladrón de Guevara, partido del de Ortés y el de los Salcedo Reinoso, partido del de Muñoz Morales.

Su interior alberga uno de los monumentos más importantes de la localidad, la iglesia de San Juan Bautista la cual destaca por su torre. Se ha convertido en uno de los centros neurológicos por servir como lugar de reunir de amigos y de bares y restaurantes.

La Calle Real sirve de unión entre la Playa Mayor y la Puerta Real. Es la calle principal de Pedraza y pasear por ella es una de las actividades obligatorias durante su visita. Alberga varios edificios de piedra de gran importancia y antigüedad con son: la Casa Grande y la Casa de Pilatos, ambas construidas durante el siglo XVI y XVII.

- Plaza Mayor de Puebla de Sanabria (Zamora): Entre castaños y robles surge imponente la villa medieval de Puebla de Sanabria. Su Plaza Mayor se encuentra en la zona alta de la villa, justo detrás del castillo. En ella se encuentran dos importantes edificios, el del Ayuntamiento y la iglesia parroquial del Azogue, junto a la Ermita de San Cayetano.

El resto de edificios que rodean la plaza son casonas de piedra de dos alturas, caracterizadas por sus floridos balcones repletos de geranios y corredores de madera. Ideal para ver discurrir el tiempo degustando alguna de las especialidades típicas de la zona.

Durante el mes de agosto el centro de la localidad zamorana acoge un espectacular Mercado Medieval, uno de los más importantes de España.

- Plaza Mayor de Ayllón (Segovia): Se trata de una plaza porticada típica del estilo arquitectónico castellano. Está rodeada por edificios con soportales y balcones de madera, lo que le confiere un aspecto pintoresco y tradicional. La uniformidad arquitectónica y la piedra como material predominante le dan al enclave un encanto único.

Desde la Plaza se observa la torre de La Martina en lo alto del Cerro que preside la villa y la espadaña de la iglesia de Santa María la Mayor. En el centro de la Plaza Mayor se encuentra La Fuente, testigo de la historia y el avance de un pueblo y sus costumbres. Fue construida en 1892 para conmemorar el IV Centenario del descubrimiento de América.

- Plaza Mayor de La Alberca (Salamanca): La plaza ocupa el centro de la localidad con la fuente y crucero del siglo XVIII, en cuyo fuste están labrados los símbolos de la Pasión o “arma Christi” (látigo, tenazas, escalera, esponja, etc.) con efigie del Crucificado por un lado y de la Virgen en el opuesto, trasladado aquí desde el Tablado, en 1940.

La plaza es de planta rectangular irregular rodeada de edificaciones de dos, tres o cuatro plantas sobre pies derechos de madera o columnas de piedra, formando un recinto asoportalado de gran carácter pese a la reconstrucción de algunos edificios, que salvo excepciones han conservado la disposición original.

Es una de las plazas más fotografiadas de España.

- Plaza Mayor de Medinaceli (Soria): Es una típica plaza castellana porticada de grandes dimensiones y con forma rectangular. Es el centro de Medinaceli y es el escenario de lugares tan importantes como la antigua Alhóndiga, del siglo XVII y el Palacio Ducal, obra capital de la arquitectura del siglo XVI.

- Plaza del Pópulo de Baeza (Jaén): Una fuente con cuatro leones que arrojan agua por su boca da nombre a esta plaza, al menos uno de sus nombres, porque este enclave de Baeza también es conocido como la Plaza del Pópulo. Además de la fuente, aquí se encuentra la antigua carnicería, hoy edificio judicial, el arco de Villalar y la puerta de Jaén, engarzadas con la casa del Pópulo, edificio plateresco que alberga la Oficina de Turismo.

La plaza se terminó de reorganizar en los años sesenta, fecha en la que algunos de los elementos urbanos son reubicados. Anterior a esta nueva disposición, la conocida como plaza Baja era una prolongación de la plaza del Mercado o Paseo. Próximo a este espacio se encontraba la plaza del Pescado, con los Bodegones de la ciudad, donde se vendía vino, pescado y carne.

- Plaza Mayor de Teguise (Lanzarote): También conocida como plaza de San Miguel, se encuentra en el centro de Teguise, lugar presidido por la iglesia matriz de Lanzarote dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe. La plaza fue representada por Leonardo Torriani hacia 1590, y por Pedro del Castillo en 1686, entre otros.

Tras varias mejoras, a principios del siglo XX se consigue una estructura muy parecida a la actual y se incorporaron las esculturas de los dos leones que diseñó Francisco Spínola Gómez. Hacia los años 40 se le incorporó la fuente y los bancos construidos con piedras de Arucas, contribuyendo principalmente Luís Ramírez González.

Uno de los atractivos de la Plaza Mayor de Teguise es su mercado dominical, conocido como el Mercadillo de Teguise. Este mercado es famoso en todo Lanzarote y atrae a lugareños y viajeros por igual. Ofrece una amplia variedad de productos locales, artesanías, ropa y alimentación. Un lugar donde se puede disfrutar de una animada atmósfera para descubrir la cultura local.

- Plaza Mayor de Trujillo (Cáceres): Conforma un espacio arquitectónico de gran belleza y monumentalidad, es el centro neurálgico de la ciudad donde confluyen todos los caminos, en ella predomina la arquitectura de los siglos XV y XVI y está rodeada de edificios de gran interés turístico.

En el centro de su Plaza se encuentra la estatua de Francisco Pizarro, realizada en bronce, conquistador del Perú. Trujillo fue poblada tras su reconquista por ilustres personajes, en su mayoría procedentes del norte de la península.

- Plaza Mayor de Almagro (Ciudad Real): La plaza medieval de este pueblo manchego sufrió una notable transformación a lo largo del siglo XVI, coincidiendo con la llegada a Almagro de los Fúcar - castellanización del apellido flamenco Fugger -, banqueros súbditos del emperador Carlos V, a quienes se les había arrendado las minas de azogue de Almadén como privilegio por el apoyo económico de la banca familiar durante las guerras de Europa.

Se levantaron nuevos edificios en la plaza y se debe a ellos la influencia de las galerías acristaladas, con recuerdos septentrionales, que ennoblecen y dan un aspecto singular a los dos lados mayores de esta Plaza Mayor de Almagro, denominación con la que tradicionalmente se le ha conocido, aunque en distintos momentos haya recibido otros nombre como de la Constitución, de la República, Real o de España, tras la última Guerra Civil. En la década de 1960 se comenzó su restauración que concluyó en 1967, tal como figura en una placa colocada en el edificio del Ayuntamiento. La obra, dirigida por el arquitecto Francisco Pons-Sorolla, devolvió al singular conjunto la nobleza y el esplendor del siglo XVI. De planta rectangular irregular, uno de sus lados mayores se abre en la parte correspondiente al Palacio Maestral, y según planos antiguos tiene 125 varas de longitud por 44 de anchura, es decir, 104,5 por 37 metros, aproximadamente.