Virticultura

La zona vinícola pionera en España en garantizar el control de sus vinos y evitar falsificaciones

Una Denominación de Origen al alza que pone en valor un patrimonio vivo donde el viticultor es el gran protagonista

Viñedos de la DO. Bierzo
Viñedos de la DO. BierzoConsejo Regulador BierzoLa Razón

Castilla y León es una tierra vitivinícola, que cuenta con una superficie vitícola de más de 81.000 hectáreas, el seis por ciento del total nacional, y alberga a más de 750 bodegas con alrededor de 19.000 productores de unos vinos únicos que transforman las uvas en productos de alta calidad, la mayoría de los cuales opera en el medio rural.

A lo largo de todo el territorio castellano y leonés hay 17 denominaciones de origen, entre las que se encuentran Ribera de Duero, Toro, Cigales, Rueda o Bierzo, de las que tres son vino de pago, y una figura de calidad como vino de la tierra para todo el territorio, la mención geográfica (I.G.P.) de Vino de la Tierra de Castilla y León.

Más del 90 por ciento de estas 81.000 hectáreas de viñedo están amparadas por figuras de calidad, y el 95 por ciento de las bodegas comercializa vinos bajo alguna D.O.P o I.G.P.

Esto ha convertido a la Comunidad en un referente nacional, ya que uno de cada cuatro vinos de calidad del país, proceden de Castilla y León.

Además, el sector vitivinícola es uno de los pilares fundamentales de la economía de Castilla y León, con una facturación que supera los 1.000 millones de euros y que da empleo a más de 18.000 personas, según la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE).

Castilla y León es una de las regiones más extensas de Europa y está rodeada de viñedos, principalmente en torno a la cuenca del Duero, su principal río, que une a esta tierra con el país vecino de Portugal y da vida a algunos de los vinos más famosos del mundo.

Una Región con una viticultura ancestral y, de hecho, los vestigios más antiguos del cultivo de la viña y la elaboración del vino se vinculan con el mundo prerromano, y en concreto a las culturas célticas de la cuenca del Duero, como así se pone de relieve en el ajuar encontrado en el vallisoletano yacimiento vacceo de Pintia, en Padilla de Duero, pedanía de Peñafiel, cuna de la Ribera de Duero.

Hace apenas un mes se ha terminado la vendimia en Castilla y León, con una buena calidad de la uva y una producción de 274 millones de kilos, en la media de los últimos cinco años.

Pero dicho todo esto, en estas líneas de LA RAZÓN queremos acercar al lector un poco más los vinos de la D.O. Bierzo, que se elaboran en esta comarca leonesa y que siguen creciendo cada año de la mano de la calidad y apoyados por su microclima, sin grandes fluctuaciones durante el año, favorece notablemente el cultivo de la vid.

Una Denominación de Origen que tiene a la uva Mencía como protagonista para los tintos, y, la Godello, para los blancos. Unos caldos que se saborean y se perciben sus aromas en las bodegas.

Una zona con un incipiente turismo rural impulsado por espectaculares enclaves naturales, como los Ancares o Las Médulas, este último creado por el hombre ya que se trata de una explotación de oro realizada por los romanos que hoy en día es Patrimonio de la Humanidad. También una comarca de paso hacia Santiago de Compostela para abrazar al Santo en la que hay el arte mozárabe es también protagonista, de la mano de la iglesia de Santiago de Peñalba y la de Santo Tomás de las Ollas.

El Bierzo es un lugar para que los amantes del vino y la naturaleza lo disfruten con sus cinco sentidos, y un viaje que hay que realizar al menos una vez en la vida.

El viñedo en El Bierzo se caracteriza por una atomización de las parcelas, una propiedad minifundista y terrenos con pendiente, desde los 450 a los 800 metros cuyas lomas orientadas a los cuatro puntos cardinales, según informan en la web del Consejo Regulador.

Y hace unos años, concretamente en 2017, comenzaron un proceso de zonificación con la aprobación del nuevo etiquetado llamado a incentivar la recuperación de viñedos abandonados y fortalecer el sector, además de mejorar del precio del vino, de la uva y del viñedo.

La legislación europea (artículo 67.2 del Reglamento CE número 607/2009) contempla la posibilidad de denominar a los vinos con el nombre del paraje o municipio en el que se ha cultivado la uva, siempre y cuando se pueda demostrar la procedencia a través de la trazabilidad del producto.

Y esto es lo que ha hecho la DO. Bierzo, ya que existen diferencias entre unas zonas y otras, con el objetivo de marcar la trazabilidad del vino, devolver la identidad histórica de la comarca berciana en el mundo del vino recogiendo estas diferencias entre parcelas de las que hablaban los antepasados, y, de paso, garantizar el control del vino para evitar falsificaciones.

Y es que el comercio ilícito y el fraude en el sector del vino sigue al alza. Algo que destruye la integridad de las cadenas de suministro pero, sobre todo, la confianza del cliente, sino que también llega a afectar a la buena reputación de todo un país, especialmente en productos estratégicos para su imagen, como es el vino para España.

La dilución y sustitución de ingredientes, la ocultación del contenido real de los productos y un etiquetado falso o que pueda inducir a error, además de la falsificación son los delitos más comunes que afectan al sector del vino.

Algo en lo que la DO Bierzo planta cara con estas nuevas designaciones, que además permiten que se puedan llamar a los vinos de esta DO con el nombre del paraje o del municipio de procedencia de la uva, pero siempre y cuando se pueda demostrar la trazabilidad del producto.

En este sentido, desde el Consejo Regulador señalan que aunque la exigencia es un 85 por ciento de la uva, en El Bierzo la aumentado al cien por cien para asegurar esta trazabilidad.

Un peregrino atraviesa los viñedos de la DO de Vinos del Bierzo, en Ponferrada
Un peregrino atraviesa los viñedos de la DO de Vinos del Bierzo, en Ponferradalarazon

Así, los vinos de esta DO se diferencian en:

  • Vino de la DO. Bierzo: Elaborado con uvas procedentes de viñedos inscritos de las variedades autorizadas y que cumplen los requisitos respecto a rendimientos máximos, sanidad y maduración de la uva
  • Vino de Villa: El 100% de la uva que se usa debe proceder de parcelas que pertenezcan al municipio en cuestión. El rendimiento de la uva (kilos por hectárea) será un 20 por ciento menor al máximo fijado por la DO.
  • Vino de Paraje: El 100% de las uvas deben proceder del mismo paraje y el rendimiento de la uva será un 25 por ciento inferior al máximo fijado por la DO.
  • Viña Clasificada: El 100% de las uvas han de proceder de una misma parcela o parcelas colindantes de un mismo paraje, y que al menos durante cinco años hayan sido tipificados como vinos de paraje y cuya calidad haya sido verificada con controles por el Consejo Regulador, El rendimiento de la uva será un 30 por ciento inferior al máximo fijado por la DO.
  • Gran Viña Clasificada: Caso similar al anterior pero tipificados con al menos cincoi años como vinos de viña clasificada y cuya calidad haya sido verificada con controles por parte del Consejo Regulador. El rendimiento de la uva será un 35 por ciento inferior al máximo fijado por la DO.