Cataluña
Mirada sistémica
Como adicto a las series, entre pañal y pañal en casa hemos encontrado tiempo para descubrir una joya de la televisión, «This is us». No es necesaria una alerta de «spoilers». En esta serie no hay ni dragones, ni super héroes, ni asesinos en serie. Hay una familia común, los Pearson. Pero bien pudieran ser los García o los Sánchez. Personajes de ficción que encarnan a personas reales, con sus emociones, en un viaje en búsqueda de su verdadero yo.
Personas que buscan acallar la voz interior del juez implacable que llevan dentro, tratando de responder las grandes preguntas existenciales.
Nos muestra un pasado escrito a fuego, un presente orgánico y trazos de un futuro incierto.
Somos testigos fieles de cómo sus miedos invisibles, sus creencias limitantes y sus reacciones más impulsivas se proyectan de generación en generación, de forma sistematizada e inconsciente. Desde la mirada de los padres, los hijos se convierten en un testigo constante de quién eres y quién fuiste.
Son espejos reflectores del alma de los personajes. Las distintas secuencias se suceden como el hilo que te permite salir del laberinto del minotauro de los protagonistas. Enfrentándose a lestrigones, cíclopes y Poseidón para llegar a puertos nunca vistos antes con la esperanza de que el camino sea largo.
Porque en esta serie hasta los niños saben que no siempre lo es.
Cuando la mirada de los Pearson se amplia mirando al pasado, la familia presente se reconoce, se amplia, se completa y se organiza en algo nuevo. La libertad individual se presenta como un viaje interior donde la consciencia es el nácar y coral, ámbar y ébano. Unos protagonistas que cuando conocen al yo pasado que vive en ellos ganan la libertad para decidir quién será el yo futuro.
Solo entonces son verdaderamente libres y capaces de comprender lo que significan las Ítacas.
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