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Puigdemont y Borrell se enzarzan de nuevo

El ex president de la Generalitat lleva las críticas del ex socialista al tribunal belga que decidirá sobre la euroorden

Carles Puigdemont hearing at Justice Court in Brussels
Carles Puigdemont hearing at Justice Court in BrusselsSTEPHANIE LECOCQEFE

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig han puesto en conocimiento de la Cámara del Consejo, el tribunal de primera instancia de Bruselas que debe decidir sobre las euroórdenes, las críticas del exministro de Asuntos Exteriores español y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, a la justicia belga.

En un comunicado en la cuenta de Twitter del expresidente catalán recogido por Europa Press, han reaccionado así después de que Borrell afirmara que si las autoridades judiciales de Flandes "aún no han tenido a bien hacer caso a la orden europea de una conocida etarra a la que se le reclaman delitos de sangre y sigue en Bélgica tranquilamente porque los jueces no han considerado oportuno que sea juzgada en España, si eso ocurre desde hace años, no debe extrañar que ocurra otras cosas".

Según el expresidente catalán, han informado de estas manifestaciones a la Cámara del Consejo porque "es de ellos de quien se está dudando", para que se tengan en consideración a efectos de presunción de inocencia y, a su juicio, de la falta de garantías que tendrían en caso de ser entregados a una justicia más dócil a los deseos de Borrell, dicen textualmente.

También han puesto en conocimiento de sus abogados estas palabras "para las oportunas acciones legales en su contra que, en todo caso, se ejercerán ante la jurisdicción belga, de cuya independencia solo duda el señor Borrell".

Además, han cursado una queja a la Comisión Europea porque consideran que estas manifestaciones "atentan directamente contra la directiva comunitaria de la presunción de inocencia".

"DESPRECIO" A LA JUSTICIA BELGA

Según Puigdemont, Comín y Puig, el "desprecio" de Borrell hacia las autoridades judiciales belgas es impropio de alguien que ocupa un cargo representativo en la Comisión Europea, por lo que no les extraña que hubiera países reticentes a su nombramiento, apuntan.

Los tres coinciden en que el sistema de euroórdenes funciona diariamente “sin ningún tipo de inconveniente a excepción de los que existen, como es lógico, cuando se utiliza para persecución política, y en esos casos, es normal que no obtengan los resultados esperados por Borrell”.