Teatro

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Un fin de año para brindar bajo los focos

Los teatros vuelve a abrir la última noche del año para atraer a un público que busca nuevas experiencias, de «West side story» al Mago Pop pasando por el gran Joan Pera

West Side Story
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Ricardo Altúnez había desaparecido. Faltaban unas horas para el fin de año y nadie podía localizarle. Su móvil estaba apagado y nadie lo había visto en las últimas seis horas. Intentaron preguntar dónde estaba a su novia, una chica muy rara llamada Beatriz Ordoval, pero tampoco contestaba al teléfono, ni siquiera abría la puerta de su casa. Los padres de Ricardo tampoco parecían estar en ningún lado y sus hermanos pequeños, Lolo y Álvaro, tampoco. ¿Dónde estaba Ricardo Altúnez y por qué todas las personas que le conocían no estaban en ningún lado justo a las pocas horas de que empezase el año?

Empezaron a buscar a gente que no tenía relación directa con Ricardo, pero sí tangencial. Buscaron a su peluquero, Susito, un andaluz muy salado, pero también había desaparecido. Nacho Melendez, el hombre de la panadería que Ricardo compraba todas las mañanas tampoco estaba por ningún lado y Carmen Espinosa, la jefa de Ricardo Altúnez, así como Oliver, Sigrid y el grandullón Chenco Álvarez, sus compañeros de trabajo, no daban señales de vida.

Empezaron a preguntar a los padres de Carmen Espinosa, una chica muy familiar que tenía una relación muy directa y sin secretos con sus padres, si sabían algo de ella o de Ricardo Altúnez, pero nada, los padres de Carmen tampoco estaban localizables. ¡Por amor de Dios, sólo faltaba una hora para fin de año, dónde estaba todo el mundo! No hubo más remedio que ir a la policía, pero, oh, no, allí tampoco había ningún policía, había una silla de esparto, pero de qué servía eso.

Las calles estaban en silencio, Faltaban dos minutos para fin de año y allí no había nadie. Y de repente, no sólo no había nadie, sino que nadie los buscaba tampoco, porque quién quedaba. Por suerte dieron las campanadas y el ruído empezó a aumentar en todas las esquinas, en todos las calles, en todos los barrios, ¿en todos los teatros? Sí, en todos los teatros. Ricardo Antúnez salió del Teatro Victoria feliz y contento con su novia bajo el brazo. Y detrás estaban sus padres. Sus hermanos no, estaban en el Coliseum. Susito, el peluquero, había preferido ir al Poliorama y la jefa de Ricardo, Carmen Espinosa, se había roto un tobillo por la tarde y estaba en urgencias, así que tenía un humor de perros, pero sus padres sí que habían podido ir al Tívoli a ver «West Side Story».

La tradición de pasar la noche de fin de año en el teatro es cada vez más extendida y ahora no hay espacio escénico que no suba allí a sus actores e intente entretener a rabiar a sus espectadores y brindar con ellos para un buen año. Y eso que este año se puso en riesgo en parte por la amenaza de huelga de los trabajadores de los teatros del Grup Balañà, que acusaban a la compañia de «la vulneración de los salarios mínimos y las condiciones de trabajo» establecidas en el convenio de locales de espectáculos públicos de Cataluña. Los trabajadores decidieron ayer desconvocarla tras alcanzar un acuerdo con la compañía en el marco de una reunión de mediación de la Generalitat.

El acuerdo contempla mejoras salariales, días de libre disposición, que no existían hasta ahora, actualización de pluses y antigüedades y complemento de convenio para funciones matinales y actos eventuales. Los espectadores podrán así disfrutar hoy y mañana de «La tienda de los horrores», en el Coliseum; «Pel davant i pel darrera», en el Borràs; y «West side story, el musical», en el Tívoli.

Un año difícil

Los teatros cierran así un 2019 convulso tras la debacle que supuso la sentencia del 1-O y las protestas que sacudieron las calles, un deja vu espeluznante, ya que lo mismo ocurrió dos años antes con el 1-O y lo que ocurrió después. Quien no entiende de problemas es el Mago Pop y su «Nada es imposible» que volverá esta noche a su Victoria para celebrar con sus incondicionales el 2020. Ya que si la magia no salva al mundo del colapso qué lo hará, ¿la independencia?

Los teatros del Grup Focus también programarán sus grandes éxitos en nochevieja. El Goya, por ejemplo, tendrá «Escape Room», el último gran éxito de Joel Joan. Por su parte, el Condal acogerá una función muy especial de «El pare de la núvia», con un Joan Pera que es todo un anfitrión para este tipo de celebraciones. Quien sí se tomará un descanso será «Jerusalem» en el Romea, pero no pasa nada, el 1 de enero estarán al pie del cañón, que acabar el año en el teatro es casi tan bueno como empezarlo.

Por lo demás, hay un poco de todo. Quien quiera acabar 2019 con flamenco podrá visitar Los Tarantos con Laura Santos Project o puede ir al El Palacio del Flamenco. En el Eixample Teatre continúa la exitosa «Sex Escape. ¡Una comedia en 69 minutos!» y el Cir Raluy hace función de tarde, que no es exactamente lo mismo que nochevieja, pero bueno. Y en el Teatre Guadí habrá una función especial de fin de año de «Dos divas y un destino», un musical que es todo un do de pecho. Así que si no encuentra a alguien en fin de año, tranquilos, es que está en el teatro.