Quim Torra

Torra enfila la desobediencia y suenan tambores de elecciones anticipadas

El presidente de la Generalitat avisa de que mientras el hemiciclo catalán “no diga lo contrario”, seguirá ejerciendo sus funciones como máximo responsable de la Generalitat

Quim Torra se enfila hacia la desobediencia a la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) y podría arrastrar al presidente del Parlament, Roger Torrent.El presidente de la Generalitat ha anunciado hoy que pediría a Torrent que convocara un Pleno extraordinario para mañana como respuesta y así ratificarse en el cargo –mediante una votación–, y ha avisado de que no dejará de ejercer sus funciones como máximo responsable de la Generalitat mientras mantenga el respaldo del Parlament. El presidente del Parlament ha asumido la petición de Torra y ha fijado la sesión parlamentaria para estar tarde a partir de las 17 horas.

Si bien, Torrent ha convocado una comparecencia de Torra, por lo que no habrá ningún tipo de votación. La decisión de la JEC todavía está sin efectos hasta que no se notifique al presidente de la Generalitat, por lo que mañana todavía es probable que pueda mantener su acta de diputado y comparecer. Si bien, el nuevo escenario que se abre sitúa de nuevo en una situación de riesgo a Torrent, ya que es el máximo responsable del Parlament y, previsiblemente, JxCat tratará de forzar la legalidad como ya ha ocurrido en otras ocasiones, particularmente con Carles Puigdemont y su investidura telemática. En esta línea, Torrent, que ha evitado siempre incurrir en cualquier desafío a la Ley, a través de las redes sociales, también ha explicado que ya está estudiando todas las vías para defender los «derechos» de Torra como parlamentario.

«A mí solo me inhabilita el Parlament», ha dicho Torra hoy en una declaración institucional hecha en el Palau de la Generalitat tras una reunión extraordinaria del Govern. «Mientras el Parlament no diga lo contrario, continuaré siendo diputado y presidente de Cataluña y ejerciendo las funciones de mi cargo. Soy diputado y president», ha asegurado, desafiando así al Estado. Asimismo, Torra también ha informado de que se defenderá judicialmente contra esta decisión «autoritaria» y formulará todos los recursos posibles. «Llegaremos hasta el final para defender las instituciones de este país allí donde haga falta. En España y Europa», ha afirmado el president.

«Hace falta que la cámara se pronuncie claramente para rechazar esta resolución de la Junta Electoral que vulnera la ley», ha asegurado. «Una vez más se quiere alterar la voluntad política de los catalanes por vías irregulares absolutamente antidemocráticas. Quieren quitar y poner presidentes dejando de lado la democracia», ha afirmado el president, que ha recibido el respaldo de cientos de manifestantes que se han congregado en la Plaza Sant Jaume –donde se encuentra el Palau de la Generalitat–, convocados por la Asamblea Nacional Catalana, que también ha organizado una protesta para mañana ante el Parlament.

En esa manifestación se han registrado dos episodios destacables. El primero, cuando Torra ha salido para darse un baño de masas y entregar a los manifestantes la pancarta –a favor de la libertad de los presos y «exiliados»– que colgaba en el Palau de la Generalitat y que le ha costado la inhabilitación. Y, el segundo, cuando han arriado la bandera española del edificio de la Generalitat por primera vez. A los cinco minutos se ha vuelto a colocar.

En cuanto se confirme oficialmente la inhabilitación de Torra, vía notificación, el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, asumirá la presidencia y, previsiblemente, arrancará la cuenta atrás para la convocatoria de elecciones. Se abrirá, primero, un periodo de diez días para investir a un candidato. Si ese candidato –de JxCat, porque es al partido que corresponde la presidencia–, no logra el apoyo suficiente, habrá otros dos meses para volver a intentarlo. De no conseguirlo –JxCat y ERC no cuenten con mayoría absoluta y necesitarían a la CUP–, se convocarán automáticamente las elecciones.