Javier Camarena presenta sus nuevos roles del repertorio francés en un gran recital en el Liceo

Ronaldo Infelsse era un melómano islandés que había oído cantar al tenor Javier Camarena 134 veces, pero era incapaz de escuchar a sus hijos. Amaba la voz del mexicano, adoraba su color, su poderío, su delicadeza. ¿No amaba la voz de sus hijos? No, la tenían algo aflautada y cuando cantaban La Cenerentola de Rossini era un horror, aunque era peor cuando no cantaban, sólo le pedían el desayuno. ¿Papá, si cantásemos como Camarena nos querrías más?, preguntó su hijo pequeño y Ronaldo no tuvo ninguna duda, “¡siiií!”. La voz del tenor mexicano era el principio en que basaba toda su vida. ¿Sus hijos? Los quería mucho, hay que ser justos, pero seguía teniendo voces horribles, qué le íbamos a hacer. Cuando dijeron a Ronaldo que Camarena iba a dejar el bel canto y centrarse en el repertorio francés se puso tan contento que hasta abrazó a sus hijos por primera vez. Hasta sus hijos amaron a Camarena, que les había devuelto el cariño de sus padres.

El tenor mexicano Javier Camarena iniciará este sábado en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona una gira de recitales por España con un repertorio de avance de lo que será su carrera en los próximos años. Junto al pianista Ángel Rodríguez, Camarena iniciará en Barcelona esta gira para festejar los 20 años de reapertura del Liceu, y luego viajará a San Sebastián, Oviedo, València, Madrid y Málaga este enero. «Estreno piezas que serán parte clave de mi repertorio a futuro», señaló ayer.

Después de quince años volcado en el repertorio belcantista, en los próximos cinco años tiene previsto centrarse en el repertorio francés. «Es un paso lógico», dijo ya que el bel canto le ha dado las bases técnicas que le permiten abordar el repertorio francés, que resulta mucho más introvertido, de emociones contenidas, y no es tan explosivo en cuanto a la posibilidad de expresión como el italiano. «La contención de la emoción da un lugar más preponderante a la parte musical y melódica», concluyó. Como novedad, Camarena anunció la preparación de un nuevo disco que saldrá en la segunda mitad de 2020 y la voluntad de volver pronto al Liceo con ópera escenificada

El p.rograma que ha considerado muy exigente, el repertorio estará integrado por el arias destacadas de óperas como ‘Romeo y Julieta’, ‘La favorita’, ‘Le roi d’Ys’, ‘La fille du régiment’, ‘I Capuleti e Montecchi’, ‘Lucia di Lammermoor’, ‘Martha’ y ‘La traviata’, y ha destacado que le gusta mucho la oportunidad de hacer este recital a piano que permite “una atmósfera mucho más íntima”.

“Me permite dialogar con el público y tener una retroalimentación, ha añadido Camarena, que se identifica más con los recitales y con la cercanía con los espectadores.

“No es que quiera hacer show, es que me gusta que el público se integre conmigo”, y ha avisado que buscará oportunidades de charla y participación del público en estos recitales.

BUTACAS SOBRE EL ESCENARIO

El concierto cuenta con las entradas prácticamente agotadas y, de hecho, el Liceu ha colocado detrás del piano 80 butacas más para ampliar aforo --de las que quedan por vender unas 30--.

Según ha explicado el director artístico del Liceu, Víctor García de Gomar, al agotar las entradas ha obligado al teatro a colocar estos asientos sobre el escenario, algo insólito, que solamente ha pasado antes con Luciano Pavarotti y Jonas Kaufmann: “No me lo creo”, ha añadido el tenor, agradecido de tanto interés por parte del público.

El cantante volverá a Barcelona con otro recital el 18 de enero de 2021 pero en el Palau de la Música: “Me he ausentado esta temporada pero para la próxima estará de vuelta con una ópera completa”.

Sobre su conexión con el público catalán, ha destacado su gran cariño por éste: “Mi relación ha sido muy bella desde el inicio”, ha dicho el tenor, recordando que tras ‘L’elisir d’amore’ consiguió que los espectadores del quinto piso, a los que se ha referido en broma como el hueso duro de roer, le dieron su reconocimiento.

“Desde el inicio ha sido una relación muy bella que se ha seguido alimentando y ha ido creciendo”, ha añadido Camarena, afirmando que el Liceu es uno de los teatros donde más disfruta de sentarse y de relacionarse con el público.

“EXPERIENCIA ATERRADORA”

Sobre el concurso de canto Tenor Viñas, que se celebra este fin de semana en Barcelona, ha recordado que fue la primera vez que cruzó el charco para ir a Europa: “Fue el primer gran concurso y el último que hice en mi parte de estudiante”, y ha añadido que hasta por aquello Barcelona es significativa para él.

Aunque lo ha recordado como una “experiencia aterradora”, ha destacado que le permitió aprender muchísimo porque logró una beca para aprender y seguir avanzando.