Literatura

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Núria Pradas gana el XL Premi Ramon Llull con las primeras animadoras de Disney

El jurado otorga a “Tota una vida per recordar”, los 60.000 euros del galardón al que se presentaron 64 originales

Carme riera, Carles Casajuana, Gemma Lienas, Pere Gimferrer, Núria Pradas, Emili Rosales y Isona Passola
Carme riera, Carles Casajuana, Gemma Lienas, Pere Gimferrer, Núria Pradas, Emili Rosales y Isona PassolaMiquel GonzalezMiquel González/Shooting

En 1942, Retta Scott se convirtió en la primera mujer en formar parte del equipo de animación de una película de Disney. El filme era «Bambi» y Scott culminaba así un larguísimo trayecto personal para poder cumplir sus sueños y conseguir la equiparación artística con cualquiera de sus colegas artistas. Cuando la hija de Núria Pradas, estudiante de animación, le contó esta historia de superación, la escritora supo que allí había todos los elementos que le interesaban: la lucha de la mujer, el corazón de la historia de los años XX y un mundo del cine de animación que, gracias a su hija, empezaba a serle muy cercano. No tuvo dudas, allí había una novela, y de las buenas, o al menos una que le ha servido para ganar la XL edición del Premi Ramon Llull, el mejor valorado de las letras catalanas con 60.000 euros. «Parte del premio se lo debo a mi hija, sin duda, pero es que la lucha de estas mujeres pioneras de la animación me pareció admirable», comentó ayer Pradas tras hacerse público el galardón.

Bajo el título «Tota una vida per recordar», la novela nos presenta a Sophie Simmons, una chica de 16 años, con una beca para estudiar en la Julliard Art Institute, que deja atrás a su familia y se instala en Los Ángeles, en los años del crack, para cumplir su sueño, ser animadora. Sin embargo, pronto verá que éste es un mundo de hombres y no lo tendrá nada fácil. Reducida a realizar primero tintados y luego color y sombreado, verá que si quiere conseguir entrar en ese mundo de hombres, no podrá aceptar sólo lo que le den, sino que tendrá que luchar por lo que quiere.

La novela mezcla personajes ficticios con otros reales, como el gran Art Babbit, el auténtico padre de Goofy, estrella de la animación de entonces, que dijo aquella célebre frase de: «animar es soñar con lápiz». Además, asistiremos a los estragos de la crisis económica, a la huelga de animadores de 1940, y a dos estrenos que marcaron para siempre la historia de la animación, «Dumbo» y «Blancanieves y los siete enanitos». «Cuando buscaba información para la novela me topé con el titular de un periódico tras el estreno de Blancanieves que ponía: “Tres años de trabajo, una hora para disfrutarlo y toda una vida para recordarlo”. Allí vi la fuerza que tenían estas películas y su influencia en las diferentes generaciones que siguieron a aquel estreno. Es un mundo fascinante», señala Pradas.

La escritora, gran especialista en literatura infantil y juvenil, saltó al mundo adulto con el «cross over» «Sota el mateix cel» en 2012 y a partir de aquí toda su literatura ha estado centrada en historias de mujeres luchadoras frente a un mundo que las niega su valor. «No escribo novelas feministas, pero sí que soy una mujer feminista que al escribir deja sueltas todas sus convicciones. Lo que me interesa es explicar una historia, no firmar un alegato», dijo Pradas.

64 novelas se presentaron a un premio que saltará a las librerías el 4 de marzo. El jurado estaba compuesto por Carles Casajuana, Francesca Cristoffanini, Pere Gimferrer, Gemma Lienas, Isona Passola, Carme Riera y Emili Rosales. y valoraron la mezcla de novela histórica, novela sentimental y alegato feminista.