Cataluña
Antonio Banderas: “No soy alguien escandaloso. El mayor enemigo del éxito es el ansia de conseguirlo”
El actor presenta “A Chorus Line”, el musical con el que ha inaugurado su Soho Caixa Bank, y relativiza sus opciones en los Oscar: “No soy favorito, voy a pasarlo bien y a ver a mis hijos”
Antonio Banderas está de enhorabuena. Después de ganar el sábado su primer Goya al mejor actor, esta tarde cogía un avión a Nueva York para iniciar la fase final de su campaña para los Oscar a mejor actor. “Voy muy tranquilo porque se que no soy favorito. Para ganar un Oscar no sólo tienes que hacer un gran trabajo, sino que tienes que hacer campaña, tienes que estar allí y decir, quiero ganar un Oscar. Para mí la nominación ya es suficiente porque es difícil, sobre todo porque somos una producción pequeña que habla en español, no en la lengua vernácula de los académicos. Yo me he quedado en Málaga haciendo teatro mientras tenía que estar de arriba abajo asegurándome que se viera la película”, señala Banderas.
El actor celebraba precisamente el tercer aniversario de su ataque al corazón el día que recibía el Goya, una coincidencia que Banderas no sabe a quién atribuir. “Quizá es cosa de la virgen de la Esperanza. La verdad es que ha sido una experiencia transformadora y me ha hecho cambiar mi vida en muchas maneras. Precisamente no hubiese podido hacer la película de Pedro sin algo así, con lo que los premios cierran un extraño círculo. Yo soy actor, vivo de mis experiencias y trabajo con mi cuerpo, así que lo que ves es todo lo que soy. Ha sido una vivencia muy profunda a nivel filosófico y muchos aspectos de mi vida anterior han desaparecido. Te vuelves más simple”, afirmó Banderas.
El actor, una de las personalidades más queridas de toda España, se niega a intelectualizar la razón por la que caiga tan bien a todo el mundo, pero afirma estar agradecido e incluso sorprendido. “El mayor enemigo del éxito es la ansiedad para conseguirlo. Cuando te relajas, se abre ante ti una nueva vida. Ahora voy a Nueva York a pasármelo bien y a ver a mi hijos. Sony Classics me arrastrará a hacer multitud de entrevistas para la campaña para los Oscar, pero pienso disfrutar este tiempo”. Su familia es ahora su gran sostén, y esto incluye a Melanie Griffith y su madre Tippi Hendren, a pesar de que hace más de un lustro que se divorciado. “Sí, me hace gracia que digas que es mi familia a pesar del divorcio, pero es verdad, yo las considero parte de mi familia”, señaló Banderas.
El actor pasó esta mañana por el Teatro Tívoli para presentar la primera obra de su flamante teatro, el Soho CaixaBank de Málaga. El Tívoli acogerá a partir del 21 de febrero el mítico musical “A chorus line”, que el protagonizó en Málaga, pero que en la gira cede el testigo a Pablo Pujol. “Este era el plan, utilizarme como reclamo para después devolver el teatro a sus auténticos protagonistas, los actores. La verdad es que el éxtio ha sido espectacular, con 62.000 entradas vendidas en menos de tres meses. Hemos hecho un teatro en el centro de Málaga para llenarlo. Buscamos al gran público y esta obra, que escogí personalmente, simbolizaba todo lo que queremos representar como espacio escénico”.
El teatro estaba dirigido por Lluís Pasqual en sus primeros meses de vida, pero hace unas semanas el director catalán renunciaba al puesto y en carta animaba a Antonio Banderas a coger el testigo. “No hay ningún drama aquí porque esta era la idea desde un principio. Necesitaba la ayuda de alguien como Pasqual que sabe mucho sobre teatro y me ha ayudado a formar un excelente equipo que lleve el teatro, pero sabíamos que una vez arrancáramos él se encargaría de otras cosas. Lo que podéis tener claro es que Pasqual volverá como director escénico. Ya hemos hablado de diferentes proyectos”, comentó Banderas.
“A chorus line” narra la historia de una producción teatral que realiza un casting para encontrar el cuerpo de baile del espectáculo. El director entrevistará en grupo a los 17 aspirantes, que dejarán claro cuál es la fuerza que se necesita para abrirse paso en una profesión tan difícil en la que pocos llegan a disfrutar por completo. “Vi en 1986 una producción americana en que había más gente en el escenario que en la platea. Cometieron el pecado de poner música pregrabada, algo que nosotros no haremos nunca. Aquí puedes ver a 22 músicos en directo, eso es un musical”; señala el actor.
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