El desafío independentista

Puigdemont: “El 155 es la crónica de un golpe de Estado moderno”

Denuncia que su aplicación fue una venganza “xenófoba” contra todos los catalanes y califica la DUI de la "única opción digna”

Former Catalan leader at the Chamber of Commerce in Brussels
El ex presidente Carles Puigdemont en una imagen reciente.STEPHANIE LECOCQEFE

El ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reaparecido hoy en el Parlament por videoconferencia para dar sus explicaciones en la comisión de investigación sobre el artículo 155 con dos propósitos claros: autoreafirmarse y redoblar las críticas contra el Estado. En un relato duro y repleto de reproches, el dirigente de Junts per Catalunya ha defendido en varias ocasiones que la aplicación del artículo 155 rebasó “los límites de la propia Constitución” y lo ha tildado de “venganza”. “Es la crónica de un golpe de Estado moderno que no necesita ningún militar que saque tanques a la calle”.

“El Estado escribió una de las páginas más negras de la Historia reciente” [...] “España volvió a ser oscura y tenebrosa, y el octubre de 2017 puso la patria por encima de la justicia y los derechos”. Así ha empezado su discurso Carles Puigdemont desde un despacho del Parlamento Europeo, dejando claras las intenciones y su desafío desde el inicio.

Sin ninguna autocrítica por el 1-O ni la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017 -“no se podrá pasar página hasta que el Estado pida perdón”, ha asegurado-, Puigdemont ha ido más allá en el relato y ha acusado al Estado de “querer hacer daño” y de “castigar” con su aplicación: “Decidieron a consciencia perjudicar a los 7,5 millones de catalanes, dieron la espalda a todo un pueblo, incluso a aquellos que defienden de forma legítima la permanencia en España”. Unos hechos que ha tildado de “comportamiento xenófobo”.

Pese a la ristra de reproches, el líder de Junts per Catalunya apenas ha ofrecido nuevos detalles sobre lo acontecido en otoño de 2017 ni sobre su posterior huida a Bruselas. Puigdemont, eso sí, ha mantenido en todo momento que su opción fue convocar elecciones, algo que planteó y “defendió" en el seno del Govern y en su grupo parlamentario. “Recibí las críticas de sectores que hoy dan lecciones de moderación y me acusan de radical”, ha lanzado en un mensaje dirigido hacia ERC y hacia las acusaciones de “traidor” por parte de Gabriel Rufián con el famoso tuit de las “155 monedas de plata”.

“Si el Estado hubiese dado las garantías, yo hubiera convocado elecciones pese a las incomprensiones y el tacticismo de algunos”, ha asegurado en otro dardo velado a Esquerra. Así, Puigdemont se ha reafirmado en su idea de que la declaración unilateral de independencia (DUI) era la “unica opción digna y democrática” ante el 155.

El ex president ha exigido en varias ocasiones la autodeteminación y ha llegado a decir que le “encantaría perder un referéndum de independencia”. “Sería la constatación de que se han respetado nuestros derechos y de que hemos ejercido el derecho de autodeterminación”, ha argumentado. Pese a defender la consulta pactada y volver a poner los ejemplos de Escocia o Montenegro, el líder independentista ha asegurado que esta es la “vía preferente”, pero “no la única posible”, abriendo la puerta así a la vía unilateral.

Recelos ante el nuevo Gobierno

Puigdemont recela de que el diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez vaya a servir para acabar con la “represión” contra los independentistas, aunque ha admitido que percibe un “talante” diferente al que mostró el Ejecutivo del PP en otoño de 2017.

“Admito que el tono, el talante, el lenguaje y la potencialidad del Gobierno de coalición no es el mismo que el de un Gobierno del PP”, ha dicho durante su intervención en la comisión del Parlament. El que fuera president durante el referéndum ilegal del 1-O ha destacado que la participación en el Gobierno de Unidas Podemos -a los que ha definido como herederos de un espacio que no gobernaba “desde la Segunda República”- hace que mire al Ejecutivo estatal de forma diferente.

Sin embargo, ha advertido de que “si al final la represión es la misma” y se niega a los catalanes “el derecho a ejercer la autodeterminación” dará igual el color de quién gobierne, informa Efe.