Salud
«La mujeres víctimas de una mutilación genital pueden recuperar su clítoris»
El Clínic realiza 30 cirugías de reconstrucción de clítoris y Dexeus a 105, pero el número de afectadas, sólo en Cataluña, asciende a más de 18.000
En 2010, Khajedtou Sow, nacida en Mauritania pero residente en Cataluña, quería volver a su país con su hija para despedir a su madre, que había fallecido. Al comunicarlo a los servicios sociales le dijeron que no podía viajar con la niña. Cuando la asistenta social le explicó por qué, lo entendió todo. Tenían miedo que fuera sometida a una mutilación genital, una práctica arraigada en su país. Pero si algo tenía claro Sow es que su hija no pasaría por una experiencia como esa. «Jamás le haría eso», subraya. «Porque a mi me lo hicieron y es un peso que he llevado siempre», explica nerviosa desde el Hospital Clínic, con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se celebra mañana 6 de febrero.
Para Sow no es fácil contar su experiencia. Por eso se apoya en los doctores que la acompañan, Francesc Carmona, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Clínic y Mariona Rius, la doctora que le ha reconstruido el clítoris. Pero ha dado el paso porque cuando a ella le propusieron entrar en el circuito que la sanidad pública creó para detectar y tratar a las mujeres residentes en Cataluña que han sido víctimas de una ablación se sintió muy sola. «Me hablaron de que podía operarme, pero no conocía a ninguna mujer que lo hubiera hecho y la primera vez que me dieron hora para pasar por quirófano, no me atreví a ir. Tenía mucho, mucho miedo y no sabía como me sentiría después», explica.
Apoyo para otras mujeres
Finalmente, Sow encontró apoyo en su jefa. Y el pasado 21 de enero, la doctora Rius la operó. «La intervención es sencilla. Dura entre 30 y 40 minutos y sólo requiere, como máximo, 24 horas de hospitalización. Las mujeres que hemos operado han pasado la noche en el hospital, porque no son de Barcelona. Aquí les hacemos las primeras curas y luego hacemos un seguimiento junto al equipo de su centro de atención primaria», resume la doctora.
La mayoría de casos que han intervenido en el Clínic son de una mutilación tipo dos, las mujeres tienen parte de los labios inferiores y del clítoris cortados, cada intervención es personalizada porque en origen, la mutilación se hace con cualquier utensilio, sin higiene ni conocimiento
«Sow es muy valiente contando su historia», agradece el doctor Carmona. Ha dado este paso por todas las mujeres víctimas de una mutilación genital que no saben que se pueden operar o que tienen miedo. Desde 2015, año en que se creó este circuito para víctimas de ablación, el Clínic, centro público de referencia en Cataluña, ha operado sólo a 30. Carmona subraya el «sólo», porque se calcula que en Cataluña puede haber 18.000 afectadas.
Un peligro para la salud
La ablación se practica aún en 28 países, entre otras cosas porque se cree que potencia la fertilidad, es un rito de paso de niña a mujer o porque la religión obliga, aunque el Corán no habla de la circuncisión femenina. La verdad es que es una práctica muy dolorosa física y psicológicamente que tiene graves consecuencias para la salud: infecciones, esterilidad o dificultades en el parto que pueden provocar la muerte del bebé o la mamá. Desde hace dos años, médicos y servicios sociales hacen charlas a las comunidades. Muchos hombres quedan sorprendidos al saber los riesgos que conlleva. Y desde entonces, llegan más casos al Clínic. Pero han de llegar muchos más.
Dexeus pionera
Aunque la sanidad pública de Cataluña creó en 2015 el circuito para detectar y tratar a las mujeres que habían sufrido mutilación genital, fue la Fundación Dexeus Mujer la que, en 2007 puso en marcha el primer Programa de Reconstrucción Genital, impulsado por el ginecólogo Pere Barri Soldevila, el primero que hizo este tipo de intervención en España.
El programa de Dexeus Mujer ha atendido a un total de 161 mujeres, de las que 105 han necesitado la reconstrucción, un 65 % de ellas residentes en Cataluña, que es la Comunidad Autónoma que concentra un mayor número de afectadas.
El perfil de las mujeres a las que han reconstruido el clítoris en Dexeus Mujer es el de una joven de origen africano, con una edad media de 28 años, que nació en España o reside aquí desde su infancia o adolescencia.
Por países de origen, un 23 % han nacido en España, un 24 % en Senegal, un 10 % de Mali y otro 10 % de Gambia, mientras que el resto proceden mayoritariamente de otros países africanos, como Costa de Marfil, Guinea-Bissau, Nigeria, Burkina Faso, Etiopía, Egipto, Ghana y Kenia.
Según ha explicado Pere Barri, el objetivo de la intervención es restituir anatómicamente el clítoris y otros órganos afectados, y recuperar su aspecto y capacidad sensitiva, algo que consiguen en más del 75 % de los casos
Un proceso “muy traumático”
“La reconstrucción supone un gran paso para que estas mujeres se sientan mejor con su propio cuerpo, pero hasta ahora lo viven como un tabú, ya que es un ritual que forma parte de la tradición, aunque la mayoría admiten que ha sido un proceso muy traumático”, ha señalado el ginecólogo.
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