Cataluña
¿Fueron los neandertales los primeros artistas?
El Museo de Arqueología acoge una exposición que rastrea el inicio de la comunicación simbólica del hombre
El 11 por ciento del ADN de los seres humanos proviene de los neandertales. Esto es, nunca se extinguieron por completo en realidad, a pesar del dominio genocida del homo sapiens. Desde los años 200.000 y 40.000 antes de Cristo, fueron una fuerza fulgurante, un pulso vivo contra las corrientes naturales para establecer una primera cultura, ¿un primer arte? Los primeros pigmentos se datan de hace 200.000 años, así como los primeros instrumentos, incluso los primeros símbolos simples. Ah, pero no eran homo sapiens y esto los descalifica. No podemos hablar de ellos como artistas.
La lógica de la historia se basa en establecer conclusiones a partir de la finalidad. Es decir, si los neandertales desaparecieron, si «ganaron» los homo sapiens, entonces los neandertales no tenían valor alguno. Dicen que los vencedores escriben la historia, pero eso es falso. La historia es el estudio del tiempo a partir de su finalidad, así que la historia no la escriben los vencedores, la historia son los vencedores, nadie más. Y por tanto la historia, como reflectora del tiempo, siempre es falsa.
Hasta hace muy poco, existía incluso un cierto desprecio racista hacia la figura de los neandertales, negándole todo valor, convirtiéndoles en una especie de hermano tonto del homo sapiens del que renegar y echar a un lado. En la imagen gallarda que el hombre quiere tener de sí mismo, no se podía aceptar que el hombre moderno tuviese relación alguna con los neandertales, conviriténdoles en el eslabón débil de la evolución, en un animal sin repercusiones reales con el hombre.
Y la verdad es que los neardentales fueron nuestros primeros Leonardo da Vinci, nuestros primeros Miguel Ángel, nuestros primeros Vermeer, Velázquez, Goya, Picasso. Al menos esa es la conclusión a la que llega la exposición «Arte primero. Los artistas de la prehistoria», una muestra en el Museo de Arqueología de Cataluña que, a través de 250 piezas, nos traza esta historia revisionista de la construcción del primer lenguaje simbólico y abstracto, del sueño de conocerse a partir de doblar la imagen de uno mismo en un objeto externo.
Dividida en tres ejes temporales, la muestra nos lleva desde aquellos orígenes difíciles de datar en la que los neandertales adquirieron la capacidad de comunicarse a partir de símbolos. Después llega el estallido del arte figurativo, que primero se limitó a reflejar grandes animales como ciervos, renos, cabras o mamuts, sin nula representación humana, y que se conoce como arte paleolítico. Y, por último, el llamado arte levantino, donde empiezan a aparecer ejemplos fuera de cuervas y los hombres y sus objetos se convierten en protagonistas de las obras. «Sabemos que el Homo Sapiens utilizó símbolos punzadas en piedras o que dejó grabada su mano en la cueva y se han utilizado estos ejemplos para otorgarlesla capacidad de hacer arte. Sin embargo, todo esto ya lo hacían también los neandertales, así que por lógica se pueden considerar los primeros artistas de la humanidad», aseguró ayer Isabel Domingo, cocomisaria de la exposición junto a Antoni Palomo.
Flautas y protocine
La exposición cierra otros falsos tópicos en torno al arte rupestre como que utilizaban sangre como pigmento, cuando lo único que hacían era utilizar óxido de hierro. «Lo que sí es curioso es cómo el rojo es el color por excelencia. Ofrecía una gran fascinación. Y es difícil separar el utilitarismo de lo que hacían con lo puramente simbólico. Por ejemplo, se embadurnaban de pigmento rojo en la piel primero para protegerse de mosquitos, pero también como maquillaje en busca de marcar una identidad o simplemente certificar un gusto por la belleza», aseguró Palomo.
Dentro de los objetos que acoge la muestra destacan los fragmentos originales de pinturas rupestres levantinas conservadas en el MAC y en el Museu de la Valltorta de Valencia, entre ellos el célebre «Arquer de la Valltorta», y también objetos paleolíticos procedentes de la región franco-cantábrica, como la espátula con forma de pez de la Cueva de El Pendo, del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.
Y la exposición no se cierra en la pintura, sino que también explora otras artes, como la primera flauta conocida, datada en el 32.000 antes de Cristo, y cuyo sonido puede oirse en la muestra. O uan especie de protocine, una medalla dibujada en los dos lados con un animal, que luego se atravesaba por el medio colocando un cordel. Entonces se podía levantar agitando los cordeles y haciendo girar la medalla hasta que daba la sensación de movimiento.
La exposición no tiene desperdicio y muestra desde las diferentes formas que tenían de pintar a cómo , en los albores de la nueva era, en el 7.000 antes de Cristo, el hombre acaba por convertirse en su principal objeto de representación, demostrando que, en realidad, no fue el hombre quien inventó el arte, sino que fue el arte quien inventó al hombre o al menos el conocimiento de sí mismo. Y no sólo al hombre, porque la muestra arranca con la figura de una mujer que está tintando un objeto. «Queremos ser un museo de la condición humana, y queremos defender la perspectiva de género para exponer nuestras investigaciones», dijoJusep Boyà, director en museo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar