El desafío independentista

Forcadell podrá salir de la cárcel nueve horas diarias tres días a la semana

La Junta de Mas M’Enric le aplica el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite flexibilizar el régimen penitenciario

La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell
La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadelllarazon

Los políticos independentistas presos empiezan a pisar la calle. La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, se ha convertido hoy en la tercera encarcelada en acceder a la «semilibertad» gracias a la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario acordado por la Junta de Tratamiento del centro penitenciario Mas d’Enric (Tarragona)–es donde se encuentra encarcelada–. Forcadell podrá salir tres días entre semana durante nueve horas cada jornada para realizar actividades de voluntariado y cuidar de un familiar en edad avanzada.

Con Forcadell, tres de los nueve presos independentistas ya han accedido al 100.2, una vía que permite flexibilizar la estancia en la cárcel pese a que los presos estén clasificados en segundo grado –régimen ordinario, algo que no se podrá revisar hasta mediados de junio–. El 100.2 también se ha aplicado al expresidente de la ANC y actual dirigente de JxCat, Jordi Sánchez, y al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, aunque aún no han salido de prisión para realizar trabajos o actividades.

En el caso de Sánchez y Cuixart, en cambio, sí han salido de prisión gracias a los permisos penitenciarios que han obtenido ya porque han cumplido una cuarta parte de la condena –el 14 de enero–. Si bien, Forcadell, condenada a 11 años y medio de prisión por sedición, no cumplirá la cuarta parte hasta agosto. En cuanto al resto de presos, en junio, será el ex conseller de Interior, Joaquim Forn –condenado a 10 años– y en octubre el ex conseller Josep Rull –10 años–. Ya en febrero de 2021, sería el turno para Oriol Junqueras –condenado a 13 años–, Raül Romeva –condenado a 12 años–, Jordi Turull –condenado a 12 años– y Dolors Bassa –condenada a 12 años–.

El 100.2 puede ser de aplicación inmediata –la conselleria de Justicia evita precisar cuándo saldrán Forcadell, Sánchez o Cuixart para proteger su «intimidad»–, aunque el juez de vigilancia penitenciaria tiene la última palabra y puede revocar la decisión de la Junta de Tratamiento –está compuesta por funcionarios de carrera (juristas, psicólogos, trabajadores y educadores sociales, médicos y maestros)–. La Fiscalía puede recurrir y la última instancia judicial es la audiencia provincial de la demarcación –Barcelona y Tarragona–.

Por el momento, la Fiscalía del Tribunal Supremo ya acogió con malestar la semana pasada la aplicación del 100.2 a Sánchez y Cuixart –como informó este diario–, y el Ministerio Público también se ha opuesto a los permisos penitenciarios de tres días solicitados por ambos líderes independentistas. Sin embargo, el juzgado de vigilancia penitenciaria número 5 de Cataluña autorizó ayer el permiso de 72 horas a Cuixart.