Barcelona inaugura el festival Tech Spirit para sobrellevar la ausencia del Mobile

Ante el terremoto que ha supuesto la cancelación del Mobile World Congress, la capital catalana se aferra al recién estrenado Tech Spirit Barcelona para minimizar el impacto. Ayer tendrían que haber tenido lugar las primeras presentaciones de Samsung. En su lugar, el mercado de la Boqueria acogió el Mobile Networking Lunch, un encuentro entre emprendedores que sustituía al acto inaugural del Mobile World Congress 2020 y el 4YFN. Así, las jornadas de emprendeduría e innovación ideadas por las administraciones catalanas aglutinan un centenar de eventos con el objetivo de mantener vivo el espíritu del Mobile World Congress. A la vez, quieren ayudar a crear contactos entre emprendedores y fondos de inversión internacionales, que ya tenían previsto visitar Barcelona por estas fechas. Hay que ser consciente de que para muchas empresas tecnológicas el Mobile World Congress es su gran oportunidad para darse a conocer y conseguir la financiación necesaria para sacar adelante nuevos proyectos.

Se espera que a lo largo de la semana más de 10.000 personas participen en las actividades programadas dentro del Tech Spirit Barcelona. Entre los conferenciantes hay nombres destacados como Ferran Adrià, el profesor de la Universidad de Berkeley Jerome S. Engel y representantes de las compañías Holaluz, eDreams, Glover, Uber y Microsoft Research.

Innovación e inclusión

El primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, aseguró que el Tech Spirit Barcelona girará en torno a la innovación y a la inclusión, atributos que considera propios de Barcelona: «Representan estar al frente de las transformaciones y los cambios, pero también tener la inquietud y el compromiso de que nadie se quede atrás con la revolución tecnológica». «Barcelona es la ciudad de las dos ‘íes’: innovación e inclusión», señaló en un discurso en el Mobile Networking Lunch, junto a la teniente de alcalde Laia Bonet; aunque estaba previsto que lo hiciera la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, finalmente no ha asistido a este acto, el primero del Tech Spirit Barcelona.

Según Collboni, el evento es obra de una «marea emprendedora que ha puesto en marcha el Tech Spirit, un revulsivo para toda la ciudad, para todos sus emprendedores y para las grandes empresas que han terminado apostando por este evento». «Barcelona defiende aquello que quiere ser, defiende sus capitalidades y está convencida que puede ser y debe ser una capital tecnológica y digital, del sur de Europa, de referencia internacional», dijo.

El consejero delegado de la Mobile World Capital Barcelona (MWCapital), Carlos Grau, apuntó, por su parte, que «Barcelona es y seguirá siendo la capital del móvil”, algo que ha querido destacar en el acto inaugural del Tech Spirit Barcelona. «Contamos con un ecosistema cohesionado, que permite hacer grandes cosas. Somos ya una ciudad de referencia en el ecosistema tecnológico emprendedor y un ‘hub’ tecnológico en el 5G», apuntó en su discurso.

Las jornadas, que se alargarán hasta el 27 de febrero, comenzaron ayer con un un encuentro con expertos en tecnología relacionada con aspectos morales y éticos de la sociedad. Es una jornada previa a la cumbre Digital Future Society, un encuentro internacional que se celebrará en diciembre en Barcelona y que quiere analizar los retos, oportunidades y riesgos de la transformación tecnológica. Se habla de cómo evitar una brecha digital o como prepararnos para un futuro mundo lleno de robots. El centenar de expertos que se dieron cita en Barcelona fueron los encargados de elegir las temáticas que se abordarán en la cumbre de final de año.

El Tech Spirit Barcelona anunció que ha impulsado una campaña para renovar los equipos informáticos del Casal dels Infants. Pondrán a la venta camisetas del evento y, con el dinero recaudado, se quiere mejorar el acceso a la tecnología de más de 7.000 niños en riesgo de exclusión social que participan en la cincuentena de programas socioeducativos que impulsan desde el Casal. «El proyecto de Barcelona Tech City nació de la voluntad de un grupo de emprendedores de devolver a Barcelona parte de lo que les ha aportado para desarrollar sus negocios. Por ello, colaborarán con el Casal del Infants» explicó Miquel Martí, consejero delegado del Barcelona Tech City.