La exigencias de Torra al Gobierno: mediador y Puigdemont como interlocutor

Quim Torra trató de usar la figura del mediador para retrasar la puesta en marcha de la mesa de negociación, pero, acorralado por el anuncio “unilateral” de Pedro Sánchez de fijar el primer encuentro entre gobiernos para esta semana, se ha visto obligado a trasladar ahora sus exigencias y presiones a la propia reunión de mañana. El president, en este sentido, tiene la intención de acudir con las dos propuestas para resolver el “conflicto” -derecho de autodeterminación y amnistía- consensuadas por el independentismo y, también, con dos condiciones para el diálogo: la presencia de un mediador internacional y el reconocimiento de los presos y huidos de la justicia como interlocutores –es decir, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, entre otros-.

Por el momento, el orden del día no está consensuado. La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha afirmado esta mañana que hay margen para que los equipos técnicos lo acuerden hasta mañana por la tarde –la cita arrancará a las 16.30 horas en la Moncloa-, aunque ha dejado entrever que parece lejos que se avengan ambas partes a una entente. Budó también ha precisado que Torra será el encargado de comparecer en una rueda de prensa posterior a la reunión desde la Moncloa.

Budó ha insistido en la “máxima” voluntad de diálogo del Govern y ha defendido la delegación independentista para la mesa de negociación, ya que ha sostenido que es la más “efectiva”. La representación ha sido ratificada y aprobada en el Consell Executiu esta mañana. En este sentido, ha concretado que es fruto de un acuerdo entre Torra y Pere Aragonès y, ha influido también, la postura de los partidos y entidades independentistas durante las conversaciones.