Stephen King se enfada con los que comparan el coronavirus con su novela “Apocalipsis”

La novela «Apocalipsis», de Stephen King, tiene evidentes correlaciones con la actual epidemia del coronavirus. Al igual que el covid-19, es una nueva mutación del virus de la gripe, incluso se habla de «supergripe» en un momento de la novela. La gran diferencia, que su virus acaba con el 99 por ciento de la población y el Covid-19 tiene en las personas mayores y con patologías previas su gran sector de riesgo. Sin embargo, las comparaciones se han dejado notar en todo el mundo. Ya el pasado 23 de febrero, LA RAZÓN adelantaba los evidentes paralelismos en un artículo que parece haberse esparcido como un virus. Tanto es así, que el propio escritor se ha visto obligado a reaccionar y ha negado cualquier paralelismo vía twitter.

«No, el coronavirus no es como “Apocalipsis”. No se acerca ni un poco a su peligrosidad. Es eminentemente superable. Mantengan la calma y tomen las precauciones razonables», escribe King, siempre muy activo en las redes. Quien no se ha manifestado por la ridícula comparación de su novela con el coronavirus es Dean Koontz, el autor que bautizó a su virus wuhan-400 por los azarosos motivos que ya explicamos en este diario

King no sólo ha querido dejar las cosas claras y asegurar a sus lectores que el mundo no se acaba. Además, ha querido dar un palo a uno de sus archienemigos favoritos, Donald Trump. «Este hombre es un idiota. Y eso es el que tenemos al frente durante esta crisis: un idiota», escribió sin sutilezas, dejando claro su opinión sobre el presidente de los Estados Unidos.

King olvida, sin embargo, que nadie le ha acusado nunca de ser un escritor realista, sino un maestro a la hora de jugar con nuestros miedos, y eso es lo que hizo en «Apocalipsis», jugar con nuestros miedos, llevarlos al extremo, así que la comparación es totalmente acertada. «Apocalipsis» es la novela que más se acerca a una predicción del coronavirus, mucho más que Dean Koontz. Lo que hizo en «Carrie» o en «Misery» o en «Apocalipsis» fue llevar al extremo nuestros miedos contemporáneos para hacerlos más visibles y claros. Esta bien, eso sí, que intente marcar las diferencias y recuerde que sus novelas nunca fueron realistas, sino juegos con nuestros miedos