Salud

Cataluña acusa ahora a Madrid de requisarle mascarillas

Salud pide explicaciones y habla de material paralizado que iba para Igualada, mientras el Gobierno responde que a ninguna Comunidad Autónoma se le está retirando

Con la crisis del coronavirus, los ciudadanos han aprendido palabras nuevas. SARS-COV-2 es el nombre científico del coronavirus. Covid-19 es el nombre que se le ha puesto a la enfermedad. Y los EPIS son equipos de protección individual para sanitarios que hace días que los profesionales vienen alertando de que escasean. Desde que el Gobierno decretó que los proveedores habituales no pueden servir directamente a los centros, el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, alerta de que la situación se ha agravado y exige “asegurar equipo de protección individual a todos los profesionales”. También el jefe de epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, admitía que no tienen material de protección para afrontar el pico de contagios que se les viene encima si no llegan provisiones.

Este mañana, han recibido respuesta desde dos frentes: Gobierno y Generalitat. Ambos admitieron que ha habido “tensión” en algunos centros por la escasez de material y equipos de protección individual.

“Las empresas han recibido mensajes para requisar pedidos”

Desde el gobierno catalán, la consellera de Salud, Alba Vergés, ha denunciado que han detectado “interferencias en la compra de material”. “Nos consta que empresas que fabrican material de protección individual para sanitarios, como mascarillas, han recibido mensajes para requisar pedidos con la intención de enviar recursos a Madrid”, ha lamentado. Vergés ha confirmado que han preguntado sobre este tema al ministro de Sanidad, Salvador Illa.

En concreto, la titular de Salud de la Generalitat se ha referido a la compra de 4.000 mascarillas que tenían como destino el Hospital de Igualada -epicentro del brote en Cataluña, ciudad confinada desde hace días- y que se ha paralizado. “Nos consta que algunos hospitales y empresas han recibido llamadas para parar (entregas de) encargos y requisar material para centralizarlo en Madrid”, ha indicado para luego volver a cuestionar la política sanitaria del Ejecutivo central. “Ante una crisis como esta, centralizar es la peor decisión: hay que dejar trabajar a los centros y descentralizar, como lo queremos nosotros”, ha denunciado Vergés.

De hecho, la Generalitat ha ido un paso más allá y ha pedido explicaciones públicas al Gobierno: “Instamos al ministro de Sanidad a que nos aclare esta cuestión y que informe a la ciudadanía de qué requisas se están llevando a cabo, adónde va este material y de qué manera se está distribuyendo”, ha anunciado la portavoz Meritxell Budó.

Centralizar el reparto de mascarillas

Por su parte, el director del CatSalut, Adrià Comella, ha informado de que en Cataluña se ha centralizado la distribución de material sanitario para distribuirlo en función de las necesidades. Comella ha asegurado que “comenzamos un mayor aprovisionamiento y que entre hoy y mañana dispondremos de más stock”. Las patronales de los hospitales público, privados y de las residencias de ancianos y centros sociosanitarios se han coordinado para distribuir el material médico en base a la demanda. “Hoy se podrá tener y distribuir a los centros las últimas peticiones en base a las predicciones de demanda que puedan tener en los próximos días”, ha dicho. El director del CatSalut ha avanzado que el sistema se prepara para una embestida importante de nuevos casos. Y para gestionar el colapso y que los profesionales puedan trabajar de forma segura, Cataluña ha centralizado el reparto.

El Gobierno responde

Fiel a su talante didáctico, Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, se ha avanzado a la denuncia de Vergés. En su habitual comparecencia matutina, para dar parte sobre la evolución del Covid-19, ha afirmado que “a ninguna Comunidad Autónoma se le está retirando material de protección”. Sí ha admitido que “se ha movilizado productos de alguna zona a otra, pero que se ha compensado con otros envíos desde el Estado”.

Simón ha reconocido que han tenido un problema de escasez que se se está empezando a solventar. “El problema de desabastecimiento de material nos afecta a todos los países porque la producción mundial todavía se está adaptando a un exceso exagerado de demanda”. Para evitar reproches entre Comunidades Autónomas se está elaborado un catálogo de todo el material disponible con el objetivo de hacer una redistribución justa, teniendo en cuenta que hay unas más necesitadas que otras.