Cómo será viajar en avión, y sin vacuna, en tiempos de coronavirus

Las previsiones más optimistas hablan de que la vacuna estará lista en, al menos, un año. Si bien el sector turístico ya se ha hecho a la idea de que la temporada de verano se ha perdido, la situación, de prolongarse en el tiempo, tendría consecuencias mucho más catastróficas de las que ya se palpan. En España, sin ir más lejos, el turismo supone casi un 15% del PIB y el 10,4% del PIB mundial. Es decir, más de 2,7 billones de dólares. Un trozo del pastel, por lo tanto imposible de suplir. Al margen de lo que decidan los Estados con sus fronteras, en este contexto, las compañías aéreas y los aeropuertos jugarán un papel fundamental para retomarla actividad. Y la Asociación Internacional del Transporte (IATA) ya ha comenzado a elaborar un protocolo.

En el aeropuerto

Los areopuertos son, en muchos sentidos, una de los engranajes más perfectos creados por el hombre. Si a eso le sumas que son el primer control de entrada y de salida de cualquier país, a nadie extraña que ya estén implantando medidas para sobrellevar la pandemia. Estas incluyen desde la distancia social, excepto si las personas viven juntas, desinfectantes de manos distribuidos por todo el aeropuerto y esfuerzos para distribuir a los pasajeros de manera más uniforme en las terminales. Hasta aquí, los consejos habituales. Otros aeropuertos, como Hong Kong, están experimentando medidas propias. Como por ejemplo cabinas desinfectantes de cuerpo completo que pueden matar el virus en 40 segundos usando aerosoles.

Durante el viaje

La IATA recomienda a los pasajeros el uso de mascarillas, pero no se contempla dejar asientos libres en el avión para garantizar la distancia social, ya que se considera muy bajo el riesgo de contagio por las características del interior de la aeronave. La tripulación ofrecerá toallitas desinfectantes a los pasajeros y ajustará los protocolos que hagan referencia a la forma de servir alimentos y bebidas.

En el lugar de destino

Los pasajeros pasarán controles de temperatura al realizar el desembarque. Se solicita a los gobiernos que simplifiquen los procesos de control fronterizo para reemplazar métodos físicos por otros virtuales. Será necesario adaptar el servicio de recogida de equipaje para que se efectúe de manera rápida y evite aglomeraciones. Pero no todo son aeropuertos, nos podemos encontrar con segregación de países a través de los “corredores turísticos”. Croacia, por ejemplo, está sopesando una especia de visa a los turistas de la República Checa y Eslovaquia.