Los 243 menas en centros pasan el confinamiento sin visitas ni salidas

Los 243 menores que están internos en centros de justicia juvenil en Cataluña pasan el confinamiento por la pandemia de coronavirus sin recibir visitas de familiares ni disfrutar de los permisos de salida desde mediados de marzo.

La conselleria de Justicia ha explicado que, con el objetivo de evitar contagios, se han suspendido las visitas y los permisos de salida para todos los menores, también para quienes tiene un régimen semiabierto (suelen salir a diario para hacer actividades) o abierto (pasan el día fuera y duermen en el centro).

Están en los siete centros que hay en Cataluña, de los que cinco albergan habitualmente a menores con medidas judiciales en régimen cerrado: en los otros dos, en Guardiola de Font-rubí y Granollers (Barcelona), los adolescentes de entre 14 y 18 años suelen pasar solo la noche y una parte del día, y desde mediados de marzo están confinados sin salir.

Estas semanas tampoco entran a los centros profesores ni los monitores que habitualmente les enseñan un oficio: los internos que siguen un programa de estudios, reciben las tareas y contactan con el profesorado por videollamada.

El departamento considera que la falta de clases presenciales "evidentemente impacta en la actividad escolar, igual que la suspensión de la actividad docente presencial ha impactado en todos los alumnos que están en libertad", y recalca que sigue las pautas marcadas por la Conselleria de Educación para todos los estudiantes.

Para los profesionales que trabajan dentro del centro, se han organizado grupos alternos para los turnos de trabajo, para impedir que todo el personal se pueda contagiar al mismo tiempo, y a la vez contribuir a mantener la distancia entre personas en las instalaciones.

Así, la frecuencia de algunas actividades o talleres en los centros ha bajado, y la formación, el deporte y las actividades de ocio se hacen en grupos reducidos.

Ante la falta de contacto con familiares, se ha ampliado el uso del teléfono que pueden hacer los menores internos, que ahora tienen 20 llamadas de 8 minutos cada semana, y también se han incorporado las videollamadas con los familiares durante el confinamiento.