Coronavirus

“Necesitamos pasar a la fase 1 lo antes posible, la situación de los restaurantes es agónica”

El Gremi de Restauració de Barcelona augura un mínimo de un año para recuperar el consumo

salida permitida por el Gobierno a los menores de 14 años
Un restaurante cerrado, ubicado en el puerto Olímpico de BarcelonaAndreu DalmauAgencia EFE

Tras casi dos meses de cierre por el confinamiento, uno de los sectores más perjudicados por el coronavirus empieza a ver la luz al final del túnel. De momento, los bares y restaurantes como ya pueden abrir la mitad de sus terrazas al público, y siempre con las medidas de prevención obligadas, en tres zonas sanitarias de Cataluña. Son el Alto Pirineo-Aran, Campo de Tarragona y Tierras del Ebro. Falta por ver lo que pasa ahora con Barcelona, ver si pasa o no a la fase 1. El director del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallerols, atiende a LA RAZÓN.

¿El Gremi es partidario de pasar a la fase 1 y por qué?

Perpetuar la parálisis económica tiene consecuencias catastróficas. El paso a la fase 1 se debería producir lo antes posible, en cuanto los indicadores que se han establecido así lo permitan. La situación de la restauración es agónica y va en aumento: son ya 2 meses con la persiana bajada y los gastos fijos (alquileres, mantenimiento, impuestos, etc.), en un momento en que no se está facturando ni un euro, son un agujero cada vez más grande en la contabilidad de las empresas.

¿Es insuficiente a todas luces la ratio de mesas disponibles por terraza?

A diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, las terrazas en Barcelona son pequeñas. No es fruto de la casualidad: es el resultado de haber aplicado durante años un modelo basado en las restricciones y en las trabas al desarrollo de la restauración. 3 de cada 4 terrazas tienen 4 mesas o menos; si aplicamos el 50% tal y como se prevé durante la fase 1 del plan de desescalada, nos quedamos con 2 mesas. ¿Qué bar o restaurante es rentable con una capacidad máxima de 2 mesas? Por eso hemos celebrado que el Ayuntamiento de Barcelona se muestre dispuesto a doblar la superficie que ocupan las terrazas para que puedan reabrir sin perder mesas. Se ha generado una gran expectativa. Ahora necesitamos que la gestión del procedimiento sea ágil y que las ampliaciones se materialicen de manera inmediata.

¿Cómo ha afectado hasta ahora el confinamiento?

Aun siendo conscientes de que era necesario, el proceso de cierre forzoso de los locales ha sido traumático. No se acompañó de las medidas de apoyo necesarias, por ejemplo, en el campo del alquiler. El gobierno todavía está a tiempo de rectificar: necesitamos que decrete una condonación generalizada de alquileres, sobre todo en el caso de las empresas a las que se las ha obligado a suspender la actividad. Lo han hecho otros países europeos. Es la mejor forma de salvaguardar el empleo. Aun así, no es la única solución: la cláusula rebus sic stantibus se puede invocar en situaciones como la actual, pero se echa en falta un desarrollo legislativo adecuado. Lo que resulta completamente inadmisible es el posicionamiento por el que ha optado el gobierno, de protección del sector inmobiliario: obliga al cierre de locales, pero condena al pago del alquiler. No hay en esa postura apelación alguna a la solidaridad.

¿Puede haber muchos cierres de locales?

En el contexto de crisis sistemática hacia el cual nos dirigimos, parece inevitable. Sin embargo, las administraciones pueden promover que el número de cierres sea menor tomando las decisiones correctas. Preocupa sobremanera el futuro de los ERTE. En un sector como el de la restauración, el retorno de las plantillas el 1 de julio es del todo inviable. La recuperación del consumo tardará entre 12 y 24 meses. Hay que prorrogar los ERTE y permitir que los trabajadores se vayan reincorporando a medida que se consolide la demanda.

La campaña turística está perdida?

En la última década Barcelona ha apostado por el turismo internacional, el turismo profesional y de congresos, etc. Por eso, hacer estimaciones de cara al verano de este año produce vértigo. La temporada será un paso más hacia la recuperación, de eso no hay duda, pero es imprescindible que las administraciones tomen las medidas adecuadas: terrazas, alquileres, ERTE etc.