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“Barrio Sésamo”: Cómo nos enseñó la educación a distancia hace 50 años

La célebre serie infantil revolucionó la televisión en los años 70 y fue clave a la hora de mostrar una nueva forma de aprender para toda una generación

Los protagonistas de «Barrio Sésamo»
Los protagonistas de «Barrio Sésamo»larazon

Ahora que parece que la educación a distancia está aquí para quedarse, con los niños fuera de la escuela, horas pegados a una pantalla, es bueno recordar que ahora hace 50 años se estrenaba un programa de televisión que ya nos preparó a conciencia para toda esta “nueva normalidad”. “Barrio Sésamo” se estrenaba en Estados Unidos el 20 de noviembre de 1969 en la recién estrenada televisión pública estadounidense y llegaba a nuestro país como “Ábrete Sésamo” en 1974. Nada fue lo mismo para el entretenimiento y la educación de los más pequeños.

Los nombres de Coco, Epi y Blas, Triki, el monstruo de las galletas o Elmo son parte de nuestro inconsciente colectivo. Su capacidad de trasladarnos en un instante a una época en que tenías seis años y merendabas delante de la televisión es casi mágica. Sin embargo, la pequeña revolución que protagonizaron tiene múltiples lecturas y se puede decir que cambió la televisión para siempre, pero, ¿cambió algo más?

El programa unía los muñecos ideados por Jim Henson y su equipo con una mezcla de humor, ternura, valores y educación que demostró que se podía llegar a los niños desde la distancia, a través de imágenes, acciones, y sentimientos, y ayudarles a aprender al mismo tiempo que se divertían. Famosos son los “adelante” y “atrás” de Coco o los números de Drácula. Y todo nació para intentar ofrecer un programa de calidad para todos los niños por igual, sin importar sus recursos económicos, en una cadena de televisión pública que buscaba no crear diferencias. La voluntad era ayudar a los niños a crecer a partir de valores que unificaban a todos, no dividían, como parece ocurrir ahora en una televisión tan atomizada que cada segmento sólo mira lo que ya conoce y siente propio.

La propuesta no fue una moneda al aire que salió cara, sino que sus inicios fueron un conglomerado de talento trabajando con pediatras, psicólogos cognitivos y educadores para encontrar la mejor manera para conectar y comunicarse con los más pequeños. Es el mismo estudio que se debería hacer ahora para ver cómo la educación a distancia afecta a los niños y cuál es la manera de hacerla más efectiva.

 

El programa fue revolucionario en su estreno en Estados Unidos por dos motivos principales. El primero, porque por primera vez se podía ver en televisión niños negros interactuar con otras etnias y así cada uno podía sentirse representado. Entre otros, actores como James Earl Jones (la voz de Darth Vader) o la cantante Lena Horne pasaron por el programa en sus primeros años para leer el alfabeto. “Barrio Sésamo fue vital a la hora de formar tanto mi visión política como mi sensibilidad artística”, asegura Questlove, batería del grupo The Roots, y una de las personalidades más influyentes dentro de la cultura de Estados Unidos.

La segundo motivo es precisamente esta fusión de razas, etnias y culturas, que hizo que las minorías pasasen a ser visibles para los niños blancos. En el libro “Sunny Days: The children television revolution than changed America” (Dias soleados: La revolución de la televisión infantil que cambió Estados Unidos), del periodista David Kamp, incluso se asegura que el auge del hip hop fue principalmente gracias a “Barrio Sésamo” que sirvió de puerta de entrada al nuevo género musical a toda una generación de niños blancos. Incluso había una sección que invitaba a los más pequeños a rapear y explicar cómo eran ellos y sus familias.

90 millones de americanos, más de un 80 por ciento, aseguraba en 2016 que había seguido el programa de niños. En España se estrenaba el 3 de noviembre de 1974. AL principio sólo era el programa original doblado, pero a partir de septiembre de 1978 se inició la versión propia que contaba con personajes autóctonos como la gallina Caponata, interpretada por la actriz Emma Cohen, y el caracol Pérezgil. En 1983, después de que una disputa por los derechos de los personajes obligase a cancelar el programa, “Barrio Sésamo” regresaba a antena con Espinete y Don Pimpón.

Los padres de los niños que ahora se ven forzados a estudiar a distancia y realizar clases por videoconferencias tienen grabado en la memoria esos años en los que repetían de forma automática lo que les enseñaba Coco, sin darse cuenta que poco a poco se quedaba grabado en su cerebro. Habrá que volver a aprender de Coco. En realidad, todo lo bueno siempre vuelve.